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Escrito por Yosi_ el viernes, 16 de mayo de 2008

Leemos en slashdot.org que el imperio de Redmond ha conquistado el proyecto OLPC (One Laptop Per Child), llegando a un acuerdo para ofrecer Windows XP preinstalado en el portátil XO. Por supuesto ello implicará un encarecimiento del producto (alrededor de 3$ por unidad) en concepto de licencias que Microsoft va a echarse al bolsillo a cuenta de un proyecto que pretendía disfrazarse de labor social, y que se ha nutrido de los donativos altruistas de personas que, imagino, en ningún momento pensaron que emplearían su dinero en engrosar las arcas de una multinacional del software.

Al parecer uno de los principales factores que ha conducido a la formalización del acuerdo ha sido el hecho de que muchos de los mandatarios de los paises en vías de desarrollo hacia los que va especialmente dirigido el proyecto han mostrado su clara preferencia hacia la posibilidad de adquirir equipos con el sistema operativo Windows, por ser considerado al parecer más útil por estar más extendido. Evidentemente esto no es un argumento válido ni lógico, máxime cuando hablamos de paises en los que aún no existe un asentamiento consolidado de la informática, y por tanto en los que se podría partir casi de cero poniendo especial cuidado en evitar los errores que otros hemos cometido con anterioridad. Pero no, una vez más el marketing (y la capacidad para pagarlo) gana por goleada a la razón, y una vez más los encargados de tomar las decisiones demuestran una ignorancia por la que el pueblo deberá pagar en último término.

Escrito por Yosi_ el viernes, 28 de marzo de 2008

Considero que en el mundo de internet, como en todas partes, es importante saber defender un punto de vista crítico al margen de modas pasajeras que analizadas friamente con los conocimientos adecuados pueden convertirse en poco más que humo. Sin embargo esta es una de las pocas iniciativas a las que me uniría sin matices, sin reservas, con plena convicción. "Save the developers" (salvemos a los desarrolladores) es una campaña llevada a cabo por unas cuantas personas que además de odiar Internet Explorer 6 (como todo hijo de vecino que alguna vez en su vida haya tratado de crear una hoja de estilos o programar algo en javascript), han decidido ponerse en marcha para tratar de difundir lo que al parecer para mucha gente sigue siendo un hecho desconocido: IE6 no es un navegador, es un tormento. Las razones para afirmar tal cosa son abundantes y variadas, pero para tratar de describirlo a grandes rasgos lo sintetizare en tres puntos suficientemente llamativos como para que cualquiera pueda comprender la situación.
  1. Pone en riesgo la seguridad de nuestro PC. Esto es algo acerca de lo que todo el mundo debería preocuparse, ya que a la larga da muchos quebraderos de cabeza. Dado que el explorador web es una de las aplicaciones que pone en contacto nuestro equipo con el resto de la red, es uno de los elementos críticos a la hora de mantener un nivel de seguridad razonable de cara al exterior. Creo que no digo nada arriesgado si afirmo que hoy por hoy Internet Explorer 6 es el navegador menos seguro que existe, y paradójicamente el más utilizado. Esto es un inconveniente para todos, ya que aunque no lo utilicemos, el hecho de que el software peligroso se propague como la pólvora en los equipos que si lo hacen es algo que acaba perjudicando a Internet en general


  2. No cumple los estándares en prácticamente ningún caso. Esto significa que para que una web se vea correctamente tanto en Internet Explorer 6 como en el resto de navegadores hace falta especificar una misma cosa de dos formas distintas, o sencillamente evitar las características que creen problemas. Lo primero implica webs más pesadas, conteniendo código inútil y casi siempre incorrecto, algo que da lugar a cientos de problemas derivados de verse en la obligación de solucionar las cosas mediante parches y trapicheos. Lo segundo significa que la gente que se dedica a crear webs tiene que renunciar a avances significativos que ya existen para todos los demás navegadores, debiendo resignarse a tirar innovaciones realmente útiles para todos al cubo de la basura, hasta que Microsoft decida empezar a hacer las cosas bien, o la gente deje de utilizar aplicaciones de baja calidad.

  3. Es un programa obsoleto. Efectivamente, hace ya bastante tiempo que ha sido sustituido por la versión 7 del navegador, que si bien sigue dentro de la línea de mediocridad marcada por la compañía, adoleciendo de muchos de los defectos que arrastraba su hermano menor, al menos hay un puñado de cosas que se han solucionado por las cuales se puede considerar un producto sustancialmente mejor que su predecesor. Aún para la gente que decida seguir usando Internet Explorer, la actualización merece la pena. A pesar de ello, cualquier otra opción dentro del gran abanico de posibilidades es preferible en todos los sentidos, cada uno con sus ventajas e inconvenientes.

Aparte de las razones expuestas, vistas desde el lado más puramente egoísta (porque supongo que funciona mejor, no lo se), voy a dar un voto de confianza a los rezagados remarcando el eslogan de la campaña: salvemos a los desarrolladores. A toda esa gente que se quema las pestañas durante horas y horas para crear una web que aporte algo a los demás, muchas veces a cambio de nada, no le resulta placentero en absoluto el hecho de que tras terminar la ardua tarea que implica ese trabajo, en muchas ocasiones haya que echar todo abajo y comenzar de nuevo solamente porque un navegador decide no respetar las normas acordadas por todos los demás y salir por donde menos se puede esperar. Por pragmatismo, por altruismo o por sentido común, por favor, acabemos de una vez con IE6.