Escrito por 1984 el sábado, 19 de enero de 2008
Chavales
..mi memoria es una jaula desvencijada en donde apenas queda el revuelo de aquellos años de cuando viví con vosotros, pero aún sintiéndolo así, revuelo tan alejado, me esforzaré en rescatar algún recuerdo, como quien toma un pajarillo en el cuenco de las manos por el gozo inocente de echarle a volar. Excuso deciros que no pretendo escribir vuestra biografía, ni revelar algo que pudiera sorprender, simplemente deseo evocar algunos momentos de los que vivimos juntos, para que sepáis lo importantes que fuisteis en mi vida.
Cuántas fatigas no habremos pasado al compás vosotros y yo, vosotros traíais la herrumbre de la calle, yo arrastraba un carromato de códigos y formalismos y, sobre todo, aquella mi empecinada costumbre de llenaros de reproches. José Angel me lo afeó en alguna ocasión, "lo que mas me fastidia de ti, Enrique, es que siempre quieres salirte con la tuya". Razón no le faltaba.
Pero no insistáis, ahora ya lo se, de todos los chavales que pasaron por nuestra casa el más reacio a cambiar he sido yo mismo. Bien es verdad que como al santo Job me poníais incansablemente a prueba, pero cuánto empeño no habréis tenido que poner también para ir desmenuzando mi genio tan arisco.
..mi memoria es una jaula desvencijada en donde apenas queda el revuelo de aquellos años de cuando viví con vosotros, pero aún sintiéndolo así, revuelo tan alejado, me esforzaré en rescatar algún recuerdo, como quien toma un pajarillo en el cuenco de las manos por el gozo inocente de echarle a volar. Excuso deciros que no pretendo escribir vuestra biografía, ni revelar algo que pudiera sorprender, simplemente deseo evocar algunos momentos de los que vivimos juntos, para que sepáis lo importantes que fuisteis en mi vida.
Cuántas fatigas no habremos pasado al compás vosotros y yo, vosotros traíais la herrumbre de la calle, yo arrastraba un carromato de códigos y formalismos y, sobre todo, aquella mi empecinada costumbre de llenaros de reproches. José Angel me lo afeó en alguna ocasión, "lo que mas me fastidia de ti, Enrique, es que siempre quieres salirte con la tuya". Razón no le faltaba.
Pero no insistáis, ahora ya lo se, de todos los chavales que pasaron por nuestra casa el más reacio a cambiar he sido yo mismo. Bien es verdad que como al santo Job me poníais incansablemente a prueba, pero cuánto empeño no habréis tenido que poner también para ir desmenuzando mi genio tan arisco.