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Escrito por Cronos el viernes, 10 de septiembre de 2010

La Fe. Un concepto traido y llevado, además de un término tan ambiguo que en demasiadas ocasiones puede significar algo y su contrario, con consecuencias estructurales a nivel social, y por lo tanto, con un gran impacto en nuestras vidas cotidianas.

Dejo dicho de antemano que mi intencion no es cargar contra la fe, sino contra el mal uso que se ha hecho y se hace hace de ella en demasiados ambitos. Mi posicion en este sentido es muy clara: todo aquello que sucede en el fuero interno de alguien, y se queda ahi, no es merecedor de crítica alguna. Por supuesto, lo que emana de ese algo perteneciente al fuero interno hacia el exterior del individuo, si puede ser materia de crítica, y en esa parte me centraré.

Ante un término tan amplio como este, habrá que comenzar centrandonos en lo semántico. La palabra fe tiene demasiados significados, y quisiera centrarme en uno fundamental: Aquello que uno cree cierto sin motivos racionales o contrastables para creerlo y a sabiendas de que es así.

No hablaré de la fe como confianza (tener fe en alguien, o que un notario o funcionario, por ejemplo, "de fe" de algo), aunque a nivel semántico haya una cierta relacion entre ambos enfoques del término, dado que en realidad estas acepciones están intimamente relacionadas por provenir -probablemente, no soy lingüista ni pretendo que estos artículos sean un ejercicio lingüistico- del hecho de que la religion, o más bien el conocimiento establecido a traves de ella, hasta hace bien poco era entendida como una verdad absoluta, y por lo tanto la divergencia entre ambas semánticas habría nacido precisamente del divorcio entre el conocimiento establecido racionalmente y basado en hechos contrastables y la creencia no basada o autosostenida.

Tampoco quiero hablar desde el enfoque cristiano -católico- de la fe, que se describe como aquella virtud que permite al hombre creer en la verdad revelada por la iglesia. Es un concepto próximo al que empleo, puesto que incluye la parte de "creer más allá de la razon", pero se centra en el esfuerzo de confianza del creyente en lugar de centrarse en el conocimiento -estoy forzando el termino, debería decir "informacion", pero se entendería peor lo que quiero decir- establecido en base a esa confianza, que es, fundamentalmente, alrededor de lo que quiero tratar.

Una vez establecido el significado del termino "fe" que emplearé, conviene continuar con el termino que usaré como contrapuesto a este: razon. De nuevo, es necesario establecer el significado del termino, puesto que a lo largo de la historia, y a muchos niveles distintos, han sido mezclados, intercambiados y modificados hasta hacerlos casi inmanejables. La definicion de "razon" que emplearé es, por lógica, la contrapuesta a la de fe: Aquel conocimiento (esta vez no se fuerza el termino) que se genera de manera contrastada y con exigencia de veracidad. O sea, aquello que damos por cierto porque podemos comprobar que lo es en los términos en los que se plantea. Como desarrollo de esta idea, es importante resaltar que el ser humano se ha dotado de una herramienta para generar conocimiento veraz: El método científico.

En los términos propuestos es directo hacer la asociación fe/creencia/conocimiento no basado en contraposicion a razon/ciencia/conocimiento basado. Aunque los terminos a cada lado de la contraposicion no son exactamente sinonimos entre si, una vez explicitado el significado que daré a estas palabras, y para lo que nos ocupa, los utilizaré de manera indistinta. Es importante recalcar esto porque, a pesar de estar usando la palabra "fe", iré algo más allá de la cuestion religiosa, dado que hoy por hoy la fe -tal y como la hemos definido, o sea, el conocimiento no basado o autosostenido- se utiliza en bastantes mas ámbitos que este.

Bien, una vez definida la materia sobre la que estamos trabajando, se me plantean tres campos sobre los que avanzar en el razonamiento. La relacion entre fe y razon, la comparacion entre ambas como herramienta, y las consecuencias prácticas -personales y sociales- que se pueden sacar.

La relacion entre fe y razon, entre ciencia y creencia, es algo que se ha discutido hasta la saciedad a lo largo de la historia. Antes de nada, hay que tener clara una idea. La fe, el conocimiento no basado, ha sido una herramienta que -a pesar de traer grandes problemas por su mal uso como herramienta de poder social- ha tenido una utilidad práctica imposible de medir a lo largo de la historia de la humanidad. Si acudimos al paleolítico, cuando nuestros antepasados eran una serie de grupos pequeños de cazadores y recolectores nómadas, que viajaban detrás del alimento, es muy sencillo imaginarse que, aun asumiendo que hablamos de los albores del ser humano, y que por lo tanto La Cultura (entiéndase, por eso las mayúsculas, como el conjunto de todo el conocimiento colectivo humano, transmitido de generacion en generacion) estaba en sus primeros -y por logica, lentos- pasos, por curiosidad y por necesidades prácticas, el ser humano comenzó a observar los ciclos naturales. Dado que la -nuestra- inteligencia, o mas bien la propia realidad, se basa en la causalidad, o sea, en el hecho de que una misma causa generará un mismo efecto, ese ser humano que comienza a hacerse preguntas, al observar los ciclos naturales, su reiteracion y su infalibilidad, les busca una causa. De esa pregunta primigenia ¿por que...?, de esa busqueda de respuestas y de causas, nacen a la vez, razon y fe, la ciencia y la creencia. En realidad ambos conceptos nacen de un mismo problema, y con un mismo objetivo: Describir los mecanismos de funcionamiento de la realidad, de nuestro entorno. Razon y fe son consecuencia de la inteligencia misma, de la necesidad de conocer y de explicar lo que sucede a nuestro alrededor. El ser humano del paleolitico sabia que la luna cumplia un ciclo cada 28 dias, y lo sabia - sobre todo - porque necesitaba saberlo, puesto que la caza nocturna era mucho mas efectiva cuando la luna brillaba. La forma en la que hoy contamos el tiempo aun está claramente influida por aquella observacion, dado que los meses que manejamos actualmente son herederos directos de los ciclos lunares, y del mismo modo, la semana es de siete dias por ser la cuarta parte de un ciclo lunar completo. Parece sencillo darse cuenta de que, cuando ese ser humano prehistórico se preguntó el porque de ese ciclo, no pudo obtener la respuesta correcta (el concepto de atraccion gravitatoria no se alcanzó hasta varias decenas de miles de años despues...), asi que se creó una plausible, aunque incomprobable: la divinidad, lo metafísico. Por supuesto, este mismo proceso mental, esa misma busqueda de respuestas necesariamente hubo de pasar por las grandes preguntas sin respuesta de la humanidad (¿Que soy?, ¿Quien soy?, ¿Que sucede conmigo tras la muerte?...). Parece evidente que, de nuevo, la manera de llenar ese hueco en el conocimiento fue observar la realidad y buscar una respuesta plausible. Este es uno de los grandes errores de los defensores de la fe: no darse cuenta de que -sin entrar en consideraciones de veracidad o no veracidad de ninguna creencia- el pensamiento religioso es consecuencia directa de la inteligencia como hecho y que, por lo tanto, el hecho de que todas las sociedades humanas tengan algun tipo de creencia religiosa implicita o explicita no es resultado de una -aun asi posible- existencia de dios o de lo metafísico, sino que muestra un rasgo fundamental del ser humano y su inteligencia: cuando no ha tenido respuestas para una pregunta, las ha buscado y las ha creado. Y si la respuesta no podía ser racional, contrastable, siempre, ineludiblemente, ha acudido a lo metafisico, a lo divino.

A estas alturas hay que dejar claro que esta explicacion racional del hecho religioso no refuta -no pude hacerlo, hablare de ello mas adelante- lo metafisico, o lo divino, solo refuta uno de esos axiomas que los que defienden la fe utilizan habitualmente: Que el hecho religioso este implantado en todas las culturas humanas demuestra la existencia de dios. La realidad -observable, mesurable, y razonable- es que este hecho dice mucho del hombre y su manera de adquirir conocimiento y de rellenar los huecos en ese conocimiento, pero en realidad dice poco o nada de dios. Hay una explicacion razonable y natural para que el ser humano en conjunto haya recurrido a este tipo de conocimiento, pero no es que dios exista, sino que el hombre necesita de lo metafisico para explicar lo que no puede explicar racionalmente, y para responderse las eternas preguntas sin respuesta del ser humano. Además, aun si aceptaramos la aseveración de que el hecho religioso demuestra a dios, nos encontraríamos con que las diversas culturas humanas han generado divinidades y formas de entender la divinidad tambien diversas, lo que encaja muy poco con la premisa anterior. Si el hecho religioso demostrase a dios, todas las religiones tendrian un fondo común muy amplio, dado que sería la -hipotética- existencia de dios la que generaría ese conocimiento, y no la razón humana, y, por lo tanto, ese conocimiento, por ser veraz debería ser único, cuando la realidad es que no existen dos religiones cuyos dogmas sean compatibles entre si. Reduccion al absurdo, afirmacion refutada.

La mayor conclusion racional que se puede obtener de la observacion del hecho religioso es, precisamente, esa. El ser humano necesita comprender, entender. Y busca la explicacion que haga falta para rellenar esos huecos en el conocimiento. Y además, cuando descubre la respuesta correcta -racional, comprensible, comprobable, no arbitraria- para una pregunta, se lleva -no sin resistencia en muchos casos- a su comodin (dios, lo metafisico) a la siguiente pregunta sin respuesta. Es por esto por lo que afirmaba un poco más atrás que la ciencia no puede ni podrá demostrar ni refutar a dios. Simplemente, son formas de conocimiento que se encargan de ámbitos distintos (podría entrar ahora a hacer consideraciones sobre esos ambitos y su validez, pero lo haré más adelante). Y por lo tanto, son herramientas con distintas funciones: Mientras la razon tiene como objetivo último la veracidad del conocimiento que se establece, la fe tiene como función cubrir los huecos que la razon deja, algunos de ellos, además, no abarcables por la ciencia por tratar de entidades no materiales, no mesurables, y no cuantificables (el alma, dios, etc) y que por lo tanto no pueden ni podrán -al menos eso es lo esperable a la vista de los hechos- ser objeto de estudio para la ciencia - si pueden serlo, sin embargo los efectos y las causas del hecho religioso, por ser hechos concretos, materiales, comprobables, y sujetos a la razon. Dicho de otro modo, lo que no esta sujeto a la razon ni a un criterio de comprobacion, no es materia para la ciencia, ni puede serlo.

Por otro lado, tambien es afirmable, al menos con lo que sabemos hoy positivamente, que el avance de la ciencia nunca podrá resolver todas las preguntas, puesto que cada nueva respuesta nos conduce a un mayor numero de nuevas preguntas - descubrir la electricidad nos hizo preguntarnos por los electrones y los protones, y estos preguntarnos por la estructura del atomo y sobre la posibilidad (hoy confirmada) de la existencia de particulas mas pequeñas todavía, y así podríamos seguir hasta el infinito: cada nueva respuesta es una nueva pregunta en si misma, puesto que siempre podremos preguntar por la explicación de la explicación- lo que ineludiblemente lleva a pensar que nunca la ciencia encontrará todas las respuestas, y por lo tanto, siempre habrá un espacio para "dios", para la fe, para la creencia. Ejemplificando: Nos han explicado por que la tierra gira alrededor del sol, describiendo la atraccion gravitatoria, pero nadie nos ha explicado por que, o a traves de qué mecanismo, las masas se atraen entre si. Y si este mecanismo se descubre, seguro que surgirá una pregunta mas, que será porqué este mecanismo funciona de esta manera.

Entraré ahora en el siguiente paso del camino. Hemos establecido que razon y fe, aun naciendo de una misma inquietud, de la necesidad humana de conocer, tienen distintos objetivos, distintas funciones, distintos ambitos, al menos cuando se mira desde una perspectiva netamente individual, dejando a un lado su impacto social. Esas diferencias de base tienen consecuencias importantes a la hora de enfocar el uso práctico de ambos tipos de conocimiento, y esas consecuencias son aun mayores cuando observamos la funcion que en las sociedades han tenido razon y fe.

Decíamos que la diferencia fundamental entre razon y fe radica en que la razon requiere de contraste, de criterios de validacion y de verificacion del conocimiento generado, mientras que la fe, la creencia, no necesitan de tal validacion, o simplemente tal validacion no es posible por estar planteada en terminos mas alla de lo material, de lo mesurable, o de las leyes naturales. Esto no quiere decir que la fe, la creencia, no deban ser plausibles, ni que el conocimiento generado por la fe no deba estar bien construido racionalmente. Simplemente, en el desarrollo racional necesario para generar dicho conocimiento, en algun punto, se recurre a una verdad no contrastable, a una -al menos- afirmacion que es necesario creer de forma acrítica, y que no puede ser refutada ni matizada: el dogma. En este sentido, y precisamente para evitar el dogma, la razon se ha dotado de una herramienta que ha demostrado ser util y correcta para esa funcion: El metodo cientifico.

El metodo cientifico es, en realidad, un conjunto sencillo de reglas que tienen como funcion última establecer conocimiento veraz sobre la realidad a partir de la observacion, la experimentacion, y los desarrollos racionales (lógica, matemática, dialéctica, razonamiento inductivo y deductivo, etc), y siempre evitando el dogma, la verdad no contrastable, la afirmacion no basada. El motivo está descrito más atrás: simplemente, el objetivo de la ciencia es, precisamente, ese, el generar conocimiento valido y veraz, lo cual encaja poco con los dogmas.

No deja de ser irónico que, a pesar de lo expuesto, el método científico se base en un dogma inicial, en una afirmacion que, aunque no es refutable (no se puede establecer su falsedad), tampoco es demostrable, pero se asume como veraz: que la realidad es empírica, experimentable, y sujeta a leyes, o lo que es lo mismo, que un mismo experimento en las mismas condiciones dará lugar a los mismos resultados - y, por añadidura, que si los resultados cambian será, necesariamente, por haber cambios en las variables que afectan al experimento. Bien, este "dogma" lo que nos viene a decir -simplificando- es que los milagros no existen y que "dios" no mete las manos en el funcionamiento de la realidad y que, cuando un experimento no produce los resultados esperados esto sucede por algun motivo que el experimentador no tuvo en cuenta - de hecho, esta ha sido y es una forma de establecer nuevo conocimiento, cuando un experimento no produce los resultados esperados se pueden detectar variables o factores que actuan sobre el fenomeno en estudio que pueden aportar informacion muy valiosa. Existen motivos prácticos para aceptar que tal afirmacion es veraz: la carencia total de refutaciones comprobables, por un lado, y los amplios exitos del metodo cientifico y la experimentacion a la hora de describir el funcionamiento de la realidad. Un argumento sencillo: Para poder leer este mismo artículo se tienen que estar cumpliendo decenas, o incluso centenares de leyes científicas relacionadas con la fisica, la electronica, la teoria de la informacion, varios campos de las matematicas -algebra, calculo, estadistica, computacion-, y un larguisimo etc. Obviamente, nadie puede afirmar sin ningun tipo de duda que dios no pueda meter las manos en el funcionamiento de la realidad, pero, desde luego, parece ser que no suele hacerlo. La tierra lleva millones de años girando alrededor del sol, lo mismo sucede con la luna alrededor de la tierra: parece evidente que la ley de gravitacion universal ha estado funcionando muchisimo tiempo sin que a dios se le diera por andar tocando nada.

La ciencia, la razon, además, cuenta con una diferencia práctica sobre la fe a la hora de explicar la realidad. La ciencia siempre está dispuesta a ser modificada, hasta el punto de que este extremo es parte del inicio mismo de la idea. A pesar de buscar la veracidad del conocimiento establecido, la ciencia parte de la base de que el conocimiento puede ser modificado, matizado o replanteado al adquirirse nuevo conocimiento relacionado, que puede -como ha sucedido- hacer que varie la descripcion del objeto de estudio. Lo que si asegura el metodo científico es que los nuevos paradigmas contienen a los anteriores, cuando se replantea el conocimiento establecido de manera firme lo que se esta haciendo en realidad es variar (normalmente para ampliar) el marco al que se aplica este conocimiento. Dicho mediante un ejemplo: la dinamica clasica no dejo de ser "cierta" al descubrirse la relatividad. Simplemente, la mecanica clasica funciona correctamente al aplicarse en objetos que no estan cerca de la velocidad de la luz. Y además, esa dinamica relativista, matematicamente, contiene a la mecanica clasica. Podria dar la impresion de que el señor Einstein se cargo de un plumazo el trabajo de generaciones y generaciones de fisicos anteriores a el, pero nada mas lejos de la realidad. Lo que hizo Einstein fue justo lo contrario: reviso y amplio ese conocimiento, partiendo de ese conocimiento, para realizar una descripcion mas amplia y certera de la realidad. Este es uno de los puntos clave a la hora de entender el conocimiento cientifico, y el hecho de que a pesar de que se parte de una exigencia de veracidad, este conocimiento este siendo modificado continuamente: la ciencia, sistematicamente, duda de si misma. Y es precisamente esa duda la que hace que el conocimiento que establece, si bien puede no ser completo si es veraz, en los terminos en los que es establecido. La cuestion está en esta ultima coletilla: "en los terminos en los que ha sido establecido", y añadiría "aunque sean implicitos". La dinamica clasica no podia contemplar el funcionamiento distinto de la masa desplazandose a velocidades proximas a la de la luz porque no tenian motivos ni para sospechar que esto pudiese suceder, asi que se limitaron a describir lo que si podian observar -logicamente- y generaron una descripcon correcta en las condiciones en las que fue generada. En este caso, aunque explicitamente no se enunciara la ley natural añadiendo "si un objeto va a una velocidad no proxima a la de la luz", esta implicito por el simple hecho de que a aquel cientifico no se le podia haber ocurrido que se diese la variacion en el comportamiento de las masas que realmente se da a velocidades proximas a la de la luz.

Desde luego, si hacemos una comparacion entre fe y razon en este ultimo extremo, veremos que la fe, aunque puede mantener la misma actitud que la ciencia en cuanto a ser automodificada para ajustarse al nuevo conocimiento, como minimo, y a consecuencia de ser conocimiento basado en dogmas no demostrables, suele presentar una fuerte resistencia a cambiarse a si misma - con excepciones, aunque pocas - y no digamos si el nuevo conocimiento choca con alguno de esos dogmas. Conste que esto es una generalizacion, y que existen corrientes religiosas y filosoficas teistas que tienen como dogma el que su fe deba ser compatible con la ciencia. Ojo, "compatible con" no significa lo mismo que "demostrable por". Simplemente, establecen que el campo y la funcion de la ciencia es correcto, y que el campo de la fe es otro, y, y esto es lo excepcional, estan dispuestos a adaptar su fe a lo que la ciencia describe o demuestra. Repito, son excepciones, pero dignas de tener en cuenta. Como ejemplos podria hablar de ciertas corrientes budistas y del sufismo, o de cualquier agnosticismo creyente. Añadiré aquí que el ateismo es una forma de fe, la que afirma -sin posibilidad de demostrarlo- la no existencia de dios, que no deja de ser un dogma mas. La razon, por definicion, es agnostica: no da como cierto lo que no puede demostrar que es cierto.

Pasemos al siguiente paso: Una vez establecido que la ciencia huye del dogma -con la excepcion de la experimentabilidad de la realidad-, mientras que la fe vive de el, y estas son consecuencias directas de la propia definicion de ambos terminos, sería conveniente observar las consecuencias de este hecho a nivel humano y social.

Para analizar la parte humana de la cuestion, propongo un ejercicio simple. Supongamos dos seres humanos cualesquiera, con conocimientos disjuntos, y en ambos casos, parte de esos conocimientos basados, parte de ellos no basados. Bien, estos dos sujetos coinciden, y deciden intercambiar conocimientos, cosa que hacemos todos a diario, de manera consciente o inconsciente. ¿Que sudede con el conocimiento basado, cientifico? Pues sucederá que, aunque ese conocimiento sea disjunto, con el tiempo y la discusion suficiente, ambos acabaran poseyendo conocimientos identicos o casi identicos. Los motivos parecen obvios. Dado que el conocimiento cientifico esta basado en criterios de veracidad, es cuestion de tiempo que ambos lleguen a las mismas conclusiones, o casi identicas -siempre hay espacio para la discusion, por supuesto. Pero, ¿que sucede con el conocimiento no basado, con la creencia? El resultado aqui será totalmente distinto. Dado que la no necesidad de veracidad comprobable de la fe deja abiertas infinitas posibilidades que simplemente hay que creer por dogma, al ser, como se propone, disjuntos los conocimientos de ambos, por mucho que discutan sobre sus diferencias nunca llegaran a ningun acuerdo. Simplificando mucho: Es muy facil convencer a otra persona de que el principio de arquimedes es veraz, pero es casi imposible convencer a alguien que cree en la reencarnacion de que el cielo y el infierno existen.

Todo esto lleva a una conclusion directa, y una de las que pretendia exponer en el articulo:

Las relaciones humanas deben basarse en la razon y no en la fe.

Y esto es asi porque la razon, la ciencia, es una, mientras que las fes, las creencias, son muchas. Y esto, a su vez, vuelve a ser consecuencia directa de la propia definicion de ambos terminos. Si el conocimiento no necesita ser contrastado con la realidad, entonces cualquier aseveracion puede ser valida, y el acuerdo imposible. Sin embargo, al obligarse la ciencia a tratar sobre la realidad, y al ser la realidad una y unica, el conocimiento establecido con criterio cientifico será necesariamente comun.

Por supuesto, estoy haciendo una simplificacion, es evidente que dos cientificos pueden mantener posturas distintas sobre un mismo tema, pero si eso sucede será o por falta de conocimientos de uno de ellos, o por falta de informacion y experimentacion concreta para dilucidar cual es el que lleva razon - la ciencia tiene sus ciclos, y el conocimiento cientifico pasa por etapas antes de considerarse establecido por completo. Y en el momento en el que la experimentacion muestre cual es el que esta en lo cierto, el otro estará de acuerdo. Este proceso, cuando se habla de fe, no es posible.

De hecho, y este es uno de esos puntos en los que fe y razon casi se tocan (aunque veremos que no), parte del proceso de adquisicion de conocimiento por la ciencia consiste precisamente en plantear hipotesis, que en realidad es hacer un ejercicio de fe, pero unicamente para, a traves de la experimentacion, determinar la veracidad o no veracidad de lo afirmado. Obviamente, el hecho de que el planteamiento de la hipotesis sea no basado no quita que el objetivo de la misma sea el de llegar a un conocimiento veraz y basado a traves de la experimentacion. Por lo tanto, la hipotesis y el dogma de fe, aunque comparten el hecho de que son conocimiento no basado, se diferencian en que el dogma pretende sostenerse por si mismo y se considera veraz per se, mientras la hipotesis solo se puede sostener mediante la experimentacion, y no se considera veraz mientras no es comprobada mediante este mecanismo. De hecho, la gran diferencia entre fe y razon es, en realidad, esa: Hablando de ciencia, el paso de la hipotesis al conocimiento se realiza mediante criterios comprobables por cualquiera. Sin embargo, hablando de fe, este salto no tiene por que tener base alguna, es arbitrario, y, sobre todo, no es posible comprobarlo empíricamente.

¿Cual ha sido la relacion entre fe y razon a lo largo de la historia? Y, sobre todo, ¿que efectos ha dejado a nivel social esa relacion?

Unos parrafos atrás hablaba del paleolítico, de ese inicio del ser humano como animal cultural, que comienza a aprender sobre su entorno, y a la vez, comienza a generar creencias para rellenar los huecos que la razon no podía llenar. Los antropologos afirman que las sociedades de estas tribus nomadas, cazadoras y recolectoras, no tenian una especializacion clara del trabajo, lo cual implica necesariamente que tenian estructuras sociales sencillas, en las que era probable que alguno de sus individuos ejerciese de algun modo como chamán, o como "sabio". En estas sociedades ese cargo no implicaba liberacion del trabajo diario, puesto que todas las manos eran necesarias para la subsistencia del grupo. En ese sentido, me atrevo a afirmar que, a pesar de lo primitivo de estos seres humanos en lo cultural, e incluso aunque ellos mismos no fueran conscientes de la diferencia entre fe y razon, la fe ocupaba su lugar natural, el de dar una explicacion plausible a lo inexplicable.

Es en el periodo neolítico en el que nacen las primeras religiones organizadas. El ser humano comienza a sedentarizarse, a dejar de viajar permanentemente, y lo hace a raiz del descubrimiento de dos herramientas fundamentales, y que siguen siendolo hoy por hoy. La agricultura, y la ganadería. Es evidente que este proceso no fue algo que sucediera de un dia para otro, la agricultura y la ganadería son, si pensamos en la epoca, una gran serie de descubrimientos que se encadenan a lo largo de mucho tiempo, y que se dan en varios lugares. Además, el descubrimiento y la mejora de estas técnicas para producir alimentos de manera continua, unida al descubrimiento de la alfarería -fundamental para poder acumular y transportar alimentos y agua- provoca un efecto adicional, el aumento del rendimiento del trabajo, hasta el punto de que ya no es necesario que todos trabajen para que todos coman. Los asentamientos crecen, las tecnicas agricolas, ganaderas y de almacenaje y conservacion del alimento se hacen cada vez mas eficientes, y comienza a haber un excedente alimenticio. Esto provoca que se de un cambio fundamental: aparece la division del trabajo, la especializacion. El trabajo deja de ser comunal, y pasa a haber campesinos/artesanos (los que trabajan), guerreros (los que luchan), y sacerdotes (los que conocen). Esta division incluye tambien una jerarquizacion, sabemos por pinturas de la epoca que, generalmente, quienes ejercen el liderazgo -fundamentalmente porque pueden imponerse mediante el uso de la violencia- son los guerreros, de lo que hay una buena cantidad de pruebas.

¿Cual es el papel del sabio/sacerdote, por qué motivo su papel es necesario en la sociedad? El fundamental, contar el tiempo. La agricultura, y en menor medida la ganadería, requieren de un conocimiento bastante exhaustivo de los ciclos solares. Se siembra en invierno, se recoge en otoño, y ciertos trabajos deben hacerse en ciertas epocas o se pierde la cosecha. El ser humano necesita saber en que epoca del año esta, y cuanto falta para la siguiente estacion para poder subsistir de manera sedentaria, y por lo tanto, el sabio/sacerdote pasa a tener un papel fundamental en la sociedad. Su trabajo es contar el tiempo, averiguar el futuro, dar descanso a los que mueren, etc etc. A pesar de que razon y fe siguen fundidas en un solo ente, dejan de ser responsabilidad y propiedad de todos para pasar a ser responsabilidad de unos pocos, que además, no trabajarán en nada más. Es el nacimiento de la religion organizada. Y con ella, la concepcion de la religion como herramienta de cohesion social, y a la vez, y de forma complementaria, claro, de poder. La fe deja de ocupar su lugar natural, complementario a la razon, para pasar a ser otra cosa. El sacerdote/sabio es un privilegiado, puesto que no tiene que trabajar, y, por logica, su objetivo será defender sus privilegios y no la simple busqueda del conocimiento. Supongo que no tendré que explicitar los reflejos que este cambio sigue teniendo, miles de años despues, en las sociedades modernas.

Si seguimos avanzando en la historia, lo siguiente que es necesario encontrar es el punto en el que se diferencia entre el sacerdote y el sabio (o filosofo). En este punto comienza el necesario divorcio entre fe y razon, y esta muy vinculado a la aparicion de la escritura. La escritura tiene enormes virtudes, pero un gran defecto, sobre todo cuando hablamos de fe, de conocimiento no basado. El defecto (y a la vez virtud) es que lo que se escribe, queda escrito, y si ademas tenemos en cuenta que los primeros sistemas de escritura eran sobre piedra o, posteriormente, sobre materiales bastante dificiles de obtener en su epoca, mas todavía. La escritura para el hombre antiguo era -casi- inmutable.

El dogma, la idea del conocimiento que uno debe aceptar a pesar de no tener elementos para ello, esta fuertemente vinculado a la escritura. ¿Por que? Porque cuando el conocimiento se transmite por via oral, el receptor del conocimiento debe comprender lo que se le transmite para poder transmitirlo el a las generaciones posteriores. Y además, ese conocimiento variará por la propia experiencia del que lo transmite. Sin embargo, una frase escrita no pasa jamás por ese proceso. El que la lee, puede comprenderla, pero, si su experiencia le lleva a refutarla, no puede cambiarla (aunque si reescribirla, claro). El siguiente lector obtendrá la informacion sin haber pasado por la experiencia del que estaba en medio, que además, no tendrá oportunidad de variar lo que está escrito aunque haya descubierto matices que no conocia su predecesor. Es muy sencillo darse cuenta de que esto lleva directamente al dogma inmutable. Asi esta escrito, asi es. Y, a la vez, tambien es muy sencillo plantearse la posicion del ser humano que adquiere un conocimiento leyendolo, pero al cotejarlo con su percepcion de la realidad, tiene que refutarlo. Descubre que el dogma no es válido. Cuando esto sucede, el sacerdote y el sabio dejan de ser la misma persona. El sacerdote cree, el filosofo razona. Y, por primera vez, fe y razon dejan de ser una misma cosa.

El problema que hemos heredado de este momento historico -en realidad no es uno, son muchos, con muchos años y kilometros de distancia entre si, pero el proceso descrito es igualmente valido- viene de lo expuesto en el punto anterior: el sacerdote tiene una posicion jerarquica en la sociedad, la fe ya es una herramienta de poder. Y, cuando la razon la intente refutar, opondrá necesariamente resistencia para mantener sus privilegios - si el filósofo demuestra que lo que digo es falso, entonces dejaré de tener mi cuota de poder. Obviamente, ha habido excepciones a esto, fundamentalmente en la Grecia y Roma antiguas hasta al aparicion del cristianismo, que supuso un cierto retroceso en este campo, muy amplificado tras la caida del imperio romano y la toma de control de los pueblos germanicos, mucho menos evolucionados en este sentido. Y además, en estas sociedades se daba una manera de entender las religiones muy abierta, y en general bastante compatible con el papel del filosofo.

Llama bastante la atencion que, desde esta epoca hasta practicamente anteayer, el conflicto permanente entre el conocimiento dogmatico y la ciencia haya permanecido practicamente en la misma linea. El cientifico describe un nuevo mecanismo, el sacerdote lo niega. Desde las teorias heliocentristas hasta la teoria de la evolucion o el estudio de celulas madre, siempre se ha dado el mismo proceso - aunque ha variado la manera de resistirse, hoy por hoy ya no está tan de moda quemar a la gente en hogueras o torturarlos hasta que confiesen que el diablo les ha dictado una (falsa e irreal, claro, que dios ya le habia comentado a nosequeprofeta que no) malévola ley cientifica que pueda contradecir que el mundo se hizo en 7 dias, con el ultimo de descanso. El cientifico (o filosofo) descubre y expone, el sacerdote se opone - basandose en sus dogmas de fe. Y el paso del tiempo y la aceptacion social de la idea descubierta por el cientifico -inevitable, puesto que lo que el cientifico expone es veraz- acaba llevando al sacerdote a modificar su criterio. O sea, que a pesar de que hace un par de cientos de años cierta organizacion religiosa se cargo a un tal Miguel Servet por decir que la sangre circulaba por el cuerpo, hoy por hoy esa misma organizacion no tiene reparos en que se salve la vida de sus miembros cuando estan enfermos en aplicacion de este descubrimiento. Y claro, logicamente, lo dan por valido, puesto que funciona. ¿Cambio dios de opinion? ¿O será que la fe tiene como origen al ser humano y nada mas que el ser humano? Y, por apostillar, si eres creyente, solo tienes que afirmar que el ser humano es asi porque quiso dios, y seguir creyendo lo que crees. Lo absurdo es negar el conocimiento cientifico corretamente establecido utilizando como unico argumento un dogma, o una afirmacion no contrastable.

¿Que sucede en el mundo moderno? Pues son facilmente observables una serie de problemas derivados de que se siga utilizando la fe para lo que no es, aunque el efecto complementario, es decir, el usar la razon para lo que no le corresponde, tambien se siga dando. No deja de ser ironica a quella frase atribuida a Jesus de Nazaret que decia "dadle al cesar lo que es del cesar, y a dios lo que es de dios".

Uno de los problemas fundamentales de la imbricacion de las religiones organizadas en el estado deriva de que se generen normas de comportamiento colectivo (eso a lo que llamamos "leyes") a partir de la fe. Es a lo que se suele llamar en politica "moralismo", que consiste en escribir como leyes de obligado cumplimiento para todos aquellas normas que son propias de una fe, y derivan de ella. En los casos extremos se llega a sistemas teocraticos, en los que es una casta de sacerdotes quien rige el estado. Creo que estando en España no hace falta redundar mucho en los efectos pesimos que puede tener a nivel social, solo hace falta echar un vistazo a la sarta de sandeces que se llevaron a cabo en el pais en base a eso que se denomino "nacionalcatolicismo" durante la dictadura de cierto general y sus adlateres.

Si creo necesario redundar en los efectos que actualmente tiene, puesto que, como efecto rebote del franquismo, a veces parecemos no darnos cuenta -como sociedad- del grado de influencia inmerecida que sigue teniendo en la sociedad española cierta religion organizada, o mas bien, sus jerarquias. Sin ese moralismo que a veces se ignora o pasa desapercibido no es facil encontrar motivos para entender las posiciones de la derecha española -que suele autodefinirse como liberal, aunque realmente mantiene posiciones claramente conservadoras, y mas en estos temas- en temas como el aborto o la eutanasia (dado que sus posiciones, incluso las que que tienden mas hacia la objetividad, no tienen sentido si no se acepta como valida la premisa de la existencia de un "alma inmortal", que no tiene por que ser aceptada), sobre el divorcio o sobre la educacion sexual (de nuevo, sin sentido, salvo que se crea que el matrimonio debe ser indivisible por haber sido sancionado por el mismisimo dios, y que ningun acto sexual es aceptable sin el cuño divino) o la homosexualidad (salvo que se crea que es un tipo de sexualidad que va en contra de la voluntad de dios), y, como estos, tantos otros ejemplos, siendo particularmente inaceptable en el campo de la educacion, en el que no solo pretenden que sus dogmas de fe sean impartidos como materia de evaluacion obligatoria, sino que además ofrecen ferrea resistencia a cualquier intento de introducir formacion social desde una perspectiva laica. O sea, que no solo no aceptan que se ofrezca una vision apartada de la religiosa para asuntos sociales desde las aulas por considerarlo "adoctrinamiento", sino que, además, pretenden que se eduque en dogmas de fe a los niños, y que el conocimiento de estos dogmas sea relevante a la hora de evaluar el rendimiento académico del estudiante. Por no hablar del simple hecho de que la constitucion española define el estado como "aconfesional", lo que significa que el estado se compromete a colaborar con las religiones practicadas por sus ciudadanos de manera proporcional a estos ciudadanos.

Frente a estas posiciones moralistas, la izquierda (primero los liberales, despues los socialistas y comunistas) ha defendido dos posiciones parecidas, aunque diferenciadas.

En epocas, la izquierda mas radical fue de ateismo militante. Defendian que las religiones organizadas eran algo que simplemente no debia existir. En realidad, estas posiciones eran, en mi opinion, resultado de una situacion sociopolitica que ya no se da, o no se da de modo tan extremo. Poblaciones ignorantes y supersticiosas (y he elegido el termino bien, quiero decir "supersticiosas", no "creyentes"), cuyas ideas estaban en manos de sacerdotes con relativamente pocos escrupulos, que no tenian reparos en afirmar que "dios" quería esto o lo otro, siempre ofreciendo resistencia a cualquier cambio, resultado de que el sacerdocio fuese una clase social en si misma, por encima de los trabajadores.

Y en todo momento, en paralelo -en realidad desde antes, los liberales de principios del XIX estaban mas en esta linea- a estas posiciones de ateismo militante, se defendia el laicismo, la secularizacion del estado. Es decir, que la religion sea un asunto del fuero interno, algo en lo que el estado no interviene, y que no puede intervenir en el estado mas alla del propio peso decisorio real de sus integrantes. La religion debe ser un asunto privado, nunca publico - no, no significa que no se pueda practicar en publico la creencia de cada uno, significa que es un asunto que no incumbe para nada al estado, y viceversa, que no debe influir para nada al estado, que, por ser para todos, debería ser neutro en estos temas.

Pero tambien, de un tiempo a esta parte, se ha venido dando otro efecto, el de convertir en asuntos de fe asuntos que son de la razon. Este efecto nace de una observacion directa, propia de mediados del siglo XX en adelante: al ser humano le resulta mas facil - o mas economico en el esfuerzo mental requerido - adoptar un conocimiento sencillo aunque no sea veraz o verificable que establecer el conocimiento profundo y basado. Por ejemplo, cuesta menos recordar de memoria aquello de "ama a dios sobre todas las cosas y al projimo como a ti mismo" que pararse a pensar, comprender e interiorizar, y sin meter a ningun dios en la ecuacion, que hay motivos racionales para intentar mantener una correccion etica en las decisiones y los actos propios y encajarlo con el sistema de creencias personal. Pues bien, este hecho ha llevado a que en determinadas epocas y desde distintos movimientos de corte politico, se haya intentado llevar lo politico, la ideología, al campo de la fe.

El famoso decalogo sobre la propaganda de Goebbles es un ejemplo paradigmático de este proceso. Establece que en lugar de explicar y educar a las masas, es mucho mas facil hacerlas "creer" en dogmas no demostrables, pero plausibles. Los campos en los que se trabaja de este modo son interminables. En realidad, todo aquello que pasa por los mass media acaba por convertirse en una cuestion de fe, de gusto, de "yo creo" y no de "yo se", de dogma y no de conocimiento contrastable. Hasta puntos insospechables.

La forma de detectar este tipo de manipulaciones es relativamente sencilla. Siempre adolecen del mismo problema: lo afirmado no se sostiene en hechos tangibles, demostrables. Se intenta convertir una idea plausible en una realidad probada sin pasar por la demostracion completa necesaria, o bien estableciendo razonamientos circulares, que acaban siendo autocontenidos (A demuestra B, que demuestra C, que demuestra A), o bien se cierra cualquier posibilidad de prueba real y contrastada de la informacion generada por la via de la incertidumbre, o bien por manejar conceptos no mesurables o solo con apariencia de serlo, como el gusto, la belleza, el alma, la bondad o el karma (por poner algunos ejemplos).

Podríamos hacer una lista interminable de temas con los que sucede esto, empezando por la moda -no hay razones objetivas para que tal estilo de ropa o tal otro se pongan de moda, en realidad, son 4 sacerdotes los que determinan esto, como los augures de la roma antigua-, siguiendo por la economia - de nuevo, son cuatro sacerdotes los que mirando su bola de cristal generan los grandes movimientos economicos, eso por no hablar del descomunal ejercicio de fe que es creer que el capitalismo tal y como esta planteado puede de algun modo resolver los problemas de la humanidad por la via del progreso, y sobre todo, como es posible que esto suceda dando siempre pasos en la direccion contraria- , pasando por el circo politico -en demasiadas ocasiones se vota por los mismo motivos por los que se va a misa, o a la sinagoga, o a la mezquita, por una cuestion familiar y no porque se haga un minimo analisis de la cuestion, y no solo eso, los politicos profesionales animan constantemente a esto con sus actitudes- , o hasta por un acto tan sencillo como comprar un bien cualquiera - la gente compra por una manipulacion clara como es la publicidad, que nos hace asociar un concepto a una marca sin pasar por la razon ese vinculo, y de nuevo, ese es el objetivo de la publicidad, que el comparador compre por "fe" y no por usar la razon objetivamente.

La conclusion general es clara y contundente: Usemos la razon para aquello para lo que sirve, y hagamos lo mismo con la fe. Y tengamos claro que, mas alla de toda duda, el criterio por el que debemos relacionarnos entre nosotros es la razon. Dejemos la creencia en el fuero interno, que es su lugar natural, y usemos la razon para todo lo demás.