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Escrito por na el domingo, 23 de agosto de 2015

Al tratar mi enfermedad, por todo lo que durante esta semana he tratado de explicar, me he dado cuenta que la terapia individual no sólo es insuficiente para curarme, sino que es parte de mi enfermedad.
El paradigma terapéutico es responsable de la plaga emocional de la humanidad.
Es parte del problema y no de la solución.
Y esa certeza me frena tanto que me obliga a parar.
Otra vez me toca desandar el camino tratando de llegar a mi destino.

El concepto de sanación, tal y como lo entiendo, implica añadir algunas incógnitas porque sabemos más cosas.
Y al aumentar de grado la ecuación, operamos en otra dimensión.
La sanación dinamita los límites de la razón y abre las puertas de lo parapsicológico.
El terreno de lo inexplicable, de lo imposible, de los milagros...

El concepto de sanación implica que la díada terapeuta-cliente no es lo que cura.
Que algo más está siempre presente en el eterno ahora.
Algo más que cuerpo y mente, una matriz bioelectrica capaz de conectar con el campo punto cero, con la fuente inteligente que todo lo une. Y no sólo conectar, sino láser consciente mediante, co-crear.

Me doy cuenta que pasar de la terapia individual y material basada en el hacer, a la sanación grupal y espiritual basada en el ser se sale del contrato profesional establecido.
Me consta que los contratos tienen sus ventajas.
Pero hay procesos en los que no tiene sentido legislar.
Son mucho mas grandes que la suma de sus partes.
Y mucho menos atribuirles en exclusiva cositas como la sexualidad, el trabajo, la salud...
Nos afecta demasiado.
Por mucho que me empeñe, en nombre de mi cordura, responsabilizarme en primera persona -como si fuese la única- me siento como estuviera sanando, con mi parte, la plaga emocional de la humanidad entera.
Con cada parte.

Estoy descubriendo procesos mucho más grandes que mi ser.
Procesos espirituales que explican el origen de mi enfermedad.
Me siento agradecida por los errores que me acercan al mantra original:
Los sentimientos son el cable para conectar, la mente humana es global...
A fuerza de repetirlo, se ha convertido en verdad.
Estoy conectada.
Por fin estoy en casa.

Escrito por na el jueves, 20 de agosto de 2015

El fin de orgonónicum no es tirar de currículum ni ponerme medallas.
No me siento orgullosa de mi trayectoria.
Pero así es como he llegado.
Y quiero dar las gracias a todas las personas que me han permitido -con su dedicación- dedicarme.
Desde escribir aquí hasta alimentarme.
No siempre mereciéndolo.

Me consta que no estoy a la altura, que en nombre a su labor, debía haberlo hecho mejor.
Mas fácil, más gratificante, más humano.
Con más amor.
Disfrutándolo.
Sin tantos esfuerzos y sacrificios aparentemente esteriles.
Sin tantas retorcidas vueltas atrapada en la espiral del sufrimiento.

Me he dedicado a quedarme sin ratos libres durante ocho años de mi vida por estudiar psicología en la UV.
Si le añado los años que dediqué a conseguir el acceso, el cómputo aumenta.
Y aunque aprobé, he de admitir que de las egoicas motivaciones iniciales poco queda.
Demasiado tiempo dediqué a comprender al ser que soy desde fuera.
Necesitaba saber qué era lo que funcionaba mal en el bienestar.
Que era lo que pasaba conmigo.
Y ningún enfoque terapéutico profundizaba en "mi" "enfermedad".
Partiendo del psicoanálisis y del conductismo-cognitivismo mas rancio, ignorando deliberadamente a Reich en la facultad, me decanté por la terapia Gestalt.
Hice el prácticum en el ITG y a punto estuve de matricularme en su formación.
Algo me lo impidió.
Gracias.
Después de conocer las implicaciones de Wilhelm Reich, de sentir que su dedicación completaba el rompecabezas, de saber que fue el último que psicoanalizó a Fritz Perls, y de intuir porqué evitas teorizar si no quieres ser impunemente asesinado en prisión. Despues de comprender el pecado original que cometí al ser mujer, después de encontrar la pieza que faltaba, me decidí a matricularme en la formación Reichiana.
Casi lo hago.
Otra vez, algo me lo impidió.
Gracias.
Conecté con mi dolor, y descubrí a través de la dedicación de W. G. Sutherland, un enfoque que se atreve a explicar la psike, el aliento vital, el alma... sin eliminarla de la ecuación.
Mirándola a la cara, manteniendo la mirada.
Desafiando su lógica con la experiencia de la razón.
Fascinada por un enfoque radicalmente distindo a todo lo que estaba acostumbrada, me sorprendí a mi misma matriculándome en la formación de terapia craneosacral biodinámica en la ESCB
Ocho años después de terminar la carrera decidí volver a estudiar.
Volver a quedarme sin tiempo libre en una de las épocas más vitales de mi vida.
Era la mas efectiva de todas las terapias que había probado.
Y tenía que comprender.
No sólo por mi.
Tenía que saber que pasa cuando nos tocamos.
Nada de lo que yo conocía lo explicaba.
Lo que me pasaba en la camilla era algo más que algunas feromonas, esquemas cognitivos y placebos.

Y preparé la bolsa y a Madrid me fui.
No tengo palabras para expresar lo que allí viví.
Conecté con mis peores fantasmas y al volver a casa, durante una semana eterna no pude desempeñar mis ineludibles obligaciones personales, laborales ni familiares.
Enfermé al contactar con algo que no existía. Con algo que creía imposible.
Supongo no sabes lo que es morir hasta que te pasa.
Incapaz de levantarme de la cama, abatida y derrumbada decidí dejar de estudiar.
Y casi casi de vivir.
No podía permitirme el lujo de sentirme tan jodidamente mal.
A la mierda.
La sanación no compensa tanto sufrimiento.
No es lo mismo estudiarlo desde fuera que vivirlo desde dentro.

Y pese a tirar la toalla, descorazonada, me agaché a recogerla renovada en cuanto intuí la primavera.
A base de talonario, me recompuse como pude y volví a la brecha.
Y a pesar de comprender qué era lo que estaba haciendo mal, volví a caer.
Me sentí como la niña del exorcista cuando de mi garganta salió un glutural sonido de otro mundo.
Acojonada, decidí volver a cambiar el enfoque y en lugar de asumir un punto de vista craneosacral biodinámico, me decidí a explorar el biodinámico craneosacral. Que sonaba parecido pero se suponía que no era igual.
Preparé la bolsa, otra vez, y a Murcia me fui a continuar donde lo dejé. Otro grupo, otro lugar y otra gente. otrys profesorys y ayudantes y sin embargo, conecté con las mismas dinámicas. El mismo dolor invalidante. La misma mierda.
Y volví a caer otra vez.
Mas profundo que nunca esta vez.
A punto estuve de no levantarme.
Gracias al corazón de un hombre y al alma de una mujer, me incorporé en otra dimensión.
Aun la estoy asimilando.
Mi dedicación ha cambiado.
Otra vez.
No tiene sentido seguir estudiando.
He establecido conexión.
Ahora sé quién soy.
Otra vez la puñetera luz en acción.

Escrito por na el miércoles, 19 de agosto de 2015

Quizá con la misma ingenuidad.
Queriendo creer que no son conscientes de su responsabilidad.
Del poder que en sus manos sin percatarme dejé.

Yo acuso al Colegio y a todys y cada uny de sus colegiadys del mayor crímen cometido en toda la Historia contra la Humanidad. Y creo que me quedo corta.
Ustedes eran lys responsables de responder, desde el marco de la lógica y la razón, a las cuestiones que nos venimos planteando, como especie, desde la noche de los tiempos.
Ustedes eran quienes debían estudiar la psike.
Era su campo.
Su razon de ser.
Su finalidad:
Estudiarnos desde el marco del conocimiento racional.
Alejándose, por definición, de la ignorancia, la superstición y la esclavitud asociada.
Las universidades fueron creadas para alejarnos de la barbarie.
Para evitar el monopolio que ejercieron los curas en la edad media.
Para que el saber, ese que no tiene ni dios ni patria ni amo, saliera de los monasterios y ese privilegio pudiera ser difundido.
El conocimiento nos hará libres -dijeron- y conseguimos que llegara hasta el pueblo. Y por eso el sistema que mantenemos se autodenomina democrático.
Porque no nos pueden someter sin nuestra colaboración. Y lo sabemos.
La parte del sistema que permite que estudiemos, no nos ha sido regalada.
La hemos conquistado. Como especie. A base de ostias.
No podemos olvidar el sacrificio y el sufrimiento de lys que nos precedieron, ni podemos perpetuarlo. Es un insulto a la inteligencia y a la sensibilidad.

En su lugar, ustedes trabajan para quien paga.
Han sustituido el conocimiento del ser por la programación del ser.
Por el control del ser.
yo acuso al colegio de trabajar para el poder, de olvidar al ser.
Ustedes son responsables del nivel de esclavitud que hemos alcanzado en las empresas, en las escuelas, en las relaciones, en la enfermedad y la salud...
Ustedes han cortado las raíces con la esencia.
Han ignorado la trascendencia, el espíritu, el alma en sus esquemas.
Resulta paradójico que el mismo sistema que alardea de haber matado a dios, no ha dejado de subvencionar sus iglesias, sus sinagogas, sus mezquitas...

Yo les acuso de olvidar la esencia del ser en el trabajo.
En eso que llaman recursos humanos.
Ustedes han conseguido convertirnos en sujetos, en objetos, en números... donde sólo priman los intereses del poder que les compra.
Han conseguido alcanzar unas cotas de productividad históricas a costa de prostituir los conceptos.
Yo acuso al colegio de su falta de honestidad.
Yo les acuso de mentir y engañar llamando educación al adoctrinamiento al que nos someten en las escuelas desde que ustedes estan presentes. Desde que contamos con gabinetes psicopedagógicos nunca la infancia ha estado tan desamparada, tan alineada. Tan alejada del ser. Llaman trastorno a la rebeldía y enfermedad a la tristeza. Llaman delirio a la conexión. Ustedes seleccionan aquellas potencialidades que les conviene a quien les paga y castran todas las demas. Castran las mas potentes, las que escapan a su control.
Castran las raíces y castran las alas.
Yo les acuso de mantener, de aferrarse a modelos limitantes parapetados en la normalidad, esa que tanto necesitan para mantenernos enjauladys.

Pero por encima de todo, les acuso de ignorar la luz.
Sumiéndome otra vez en las tinieblas.

"El deseo de luz produce luz.
Hay verdadero deseo cuando hay esfuerzo de atención.
Es realmente la luz lo que se desea cuando cualquier otro móvil está ausente.
Aunque los esfuerzos de atención fuesen durante años aparentemente estériles, un día, una luz exactamente proporcional a esos esfuerzos inundará el alma"

Simone Weil

Escrito por na el lunes, 17 de agosto de 2015

Dice el I Ching que todo fin es el principio y que todo principio es el fin.
Sí, es importante para mi recordar esta perogrullada.
Vale que no es plan de ponerme apocalíptica, ni arquetípica, ni delirante, otra vez, pero estos principios suponen el fin de mi anterior forma.
De conceptualizarme, relacionarme y funcionar.
Conmigo misma y con lys demás.

Fueron formulados por Rai Castelino en el fascinante campo de la terapia pre y perinatal y son aplicables a cualquier grupo terapéutico. A cualquier interacción humana.
Esto era lo que faltaba.
Las palabras que desde el principio buscaba.
Y es para mi un privilegio poder no solo nombrarlas, sino escribirlas y publicarlas para pronunciarlas contigo.
No son manias, no son locuras, no son ideología.
Son los principios del ser y sin ellos, ni somos, ni soy.

Y son tan fundamentales, tan radicales, tan "utópicos" no solo porque plantean la existencia del ser antes de nacer, sino que además, le ofrecen un marco de comunicación humana. Un marco de relación. Con palabras. Y con gestos. Con conceptos y con actos. Por el mero hecho de ser.

1.- APOYO MUTUO Y COOPERACIÓN.
2.- LIBRE ELECCIÓN.
3.- AUTO-REGULACIÓN.
4.- AUTO-CUIDADO.
5.-CONTACTO OCULAR BREVE Y FRECUENTE.
6.- CONTACTO FÍSICO Y ATENCIÓN EXPLÍCITA Y CONSENTIDA.
7.- CONFIANZA SAGRADA. CONFIDENCIALIDAD.


Cualquiera de estos principios, es por sí mismo revolucionario.
Ahora, integrarlos implica un salto evolutivo en nuestros esquemas compartidos.
Para mi representan el fin de la terapia y el principio de la sanación.

Espero disculpeis si los cuento a mi manera.
Espero algún día perdonarme mis errores.
Forma parte del proceso.
Todavía.
Los grupos humanos que permiten estos principios son la herramienta de sanación más potente, más brutalmente eficaz que he experimentado.
Y lo son porque encarnan al espíritu.
Esa dimensión que no me he permitido porque psiquiatras, psicologys y sofistas varios dejaron en manos de los curas. Eso que infantilmente llamamos alma y que no es más que mis capacidades inexploradas.
Es indescriptible. Nada se le compara. nigún enfoque terapéutico ni corporal ni mental dinamita con tanta fuerza el materialismo, el capitalismo, el patriarcado...
Por eso necesito pronunciar estos principios para incorporarlos en cada interacción. Para participar en mas y mas relaciones donde encarnar la valentía de explorar al ser tal cual.

1.- APOYO MUTUO Y COOPERACIÓN.
Este principio vertebra lo que he entendido por anarquía a lo largo de la historia. Y de mi vida.
La certeza, la convicción de que si funciono así funciono como soy.
Y genero y me genera placer y alegría.
No es casualidad, es feedbak. Y es inteligente. Tu ganas, yo gano.
De lo contrario, me convierto en una eficiente depredadora abocada a la extinción.
A fuerza de exterminar este principio en las guerras, en las escuelas, en las empresas y en las familias, lo convertí en ideología.
Corte las raices con el ser que soy. Olvidé al ser en relación.
En su lugar, la jerarquia, la competición, la obediencia, la injusticia, la envidia, la culpa, el aislamiento, la locura...


2.- LIBRE ELECCIÓN.
El grupo depende de la libre eleción de sus miembros para mantenerse libre.
Si un miembro no es libre, el grupo entero no lo será.
El ser es libre, por definición.
Y sin libertad no soy.
Domesticada y educada, condicionada y guiada, seré muchas cosas, pero humana no.
La libre elección implica mis pensamientos, sentimientos y acciones.
Yo soy yo misma y nadie más es responsable.
Puedo quedarme o puedo irme y elija lo que decida, para el grupo estará bien.
Porque como grupo no interferimos en nuestra esencia: en la libertad para ser o no ser.
Para abrirme, para cerrarme.
Para vestirme, para desnudarme...
Libre elección con la certeza de que el grupo me devolverá las coonsecuencias con las que resuene. El resto, es trabajo individual. Y por eso nos juntamos.

3.- AUTO-REGULACIÓN. La pausa.
El grupo humano, como grupo, sabe que cada miembro es unicy y valiosy tal cual es. Y cada parte tiene la capacidad de regularse a sí misma. A su ritmo. Según su propio proceso y lo respetamos cuando nos juntamos. Si cualquier cosa vertida en el grupo, activa mi sistema nervioso simpático tengo la posibilidad de pedir una pausa para evaluar mi activación y volver al modo parasimpático para volver a conectar conmigo y con el grupo.
Al principio, se acuerda un gesto para parar. Cuando lo que se vive en el grupo es demasiado intenso para cualquiera de los presentes, se para.

4.- AUTO-CUIDADO.
Cuando formamos un grupo humano, cada uny se hace cargo de si mismy para que la horizontalidad pueda ser sostenida. Si tengo sed, bebo. Si me indigesto, poto. Me escucho y me honro y el grupo, que conoce la sed y la angustia, respeta y mantiene su función. Nadie mas es responsable de velar por mis necesidades. El grupo, como grupo, no interfiere en mis procesos. No dificulta, no facilita. Solo mantiene. A menos, claro, que admita mi dependencia y explícitamente pida ayuda.

5.-CONTACTO OCULAR BREVE Y FRECUENTE.
Conscientes del poder de la mirada, cuando nos juntamos, formamos un círculo. Para vernos y reconocernos.
Y cuando hablo al grupo, especialmente cuando lo que cuento es tan intenso que atrapa, evitamos, como grupo, clavar nuestra mirada y nos miramos entre nosotrys hablemos o no.
De esta manera evitamos invadir a nadie cuando toma la palabra y evitamos el protagonismo.
Facilitamos que el ser pueda expresar para sanar manteniendo al ego a raya.

6.- CONTACTO FÍSICO Y ATENCIÓN EXPLÍCITA Y CONSENTIDA.
El contacto es presencia en relación. Contacto, ademas de con la mirada, con la intencion, con la atención, y por supuesto, con el tacto. En los grupos donde somos conscientes de todo lo que activamos, no lo forzamos. Nos avisamos antes de iniciar el contacto y antes de finalizarlo.
Mutuamente consentido o no es.
Antes de poner mi atención en ti, te aviso. Y espero tu respuesta a esta intención. Cuando quito mi intención sobre tí tambien espero tu consentimiento. De lo contrario, te invado.

7.- CONFIANZA SAGRADA. CONFIDENCIALIDAD.
Lo que sale en el grupo, pertenece al grupo.
No se puede hablar de nadie sin su permiso explícito.
Tan solo de mi.
No chismorreo, ni critico, ni juzgo.
Ni dentro, ni fuera.
Traiciono al grupo entero cuando lo vulnero.