Escrito por Yosi_ el jueves, 8 de noviembre de 2007
A estas alturas no pretendo hacer nada original diciendo como se instala un pc con arranque dual, porque sin duda es uno de los temas mas tratados de los últimos tiempos. Desde que GNU/Linux (y mas concretamente Ubuntu, para que negarlo) esta de moda en ciertos sectores, para regocijo de algunos y desgracia de muchos otros (pero de esto ya hablaré en otro post), los comentarios sobre particiones, configuración y todo lo que gira alrededor de este tema, han proliferado hasta el punto de saturar las busquedas en Google con información parcial, muy fragmentada, muy abundante para quien busca algo puntual, y sin embargo en ocasiones también algo confusa para quien trate de empezar casi de cero.
En fin, posiblemente yo no logre hacer algo mucho mejor, pero aprovechando que recientemente he cambiado de pc y por tanto he tenido que seguir todo el proceso de instalación, voy a aprovechar para hacer una descripción de la experiencia, tratando de detallar los puntos más conflictivos, por si alguien en situación similar pudiera estar interesado.
Aunque el proceso sería similar para cualquier sistema operativo, en este caso me voy a centrar en mi elección personal, un sistema Windows XP SP2 y un Ubuntu Gutsy Gibbon 7.10. Respecto a Windows, es lo que hay, no soy tan suicida como para usar Vista, y sin embargo muy a mi pesar esporádicamente necesito disponer de ciertas aplicaciones que solo funcionan en la plataforma de Microsoft. Sobre Ubuntu, es posible que en otra ocasión dedique más tiempo a justificar mi opción (aunque ya han corrido ríos de tinta al respecto por parte de forofos más entusiastas, poco podré añadir), de momento diré que además de ser la distribución de GNU/Linux que utilizo habitualmente, considero que es la más adecuada para novatos en la materia.
Comencemos el proceso propiamente dicho aclarando los pasos a seguir en el proceso de instalación. En principio tengo un solo disco duro de 250Gb y voy a realizar 3 particiones: una para cada sistema operativo, y otra para almacenar datos. El orden será el siguiente:
Evidentemente hay formas más eficaces de llevar a cabo todo este proceso, y es posible que personalmente hoy por hoy eligiera otra más directa, pero a la hora de hacerlo por primera vez es preferible proceder de forma lenta pero segura. Una vez expuesto el esquema a grandes rasgos, vamos a detallar cada paso con el fin de acotar problemas y reducir al mínimo el margen de error:
En este punto voy a dar por hecho que todo el que se plantea instalar dos sistemas operativos en su pc tiene experiencia previa con la instalación de Windows, ya que es lo más común. Si contamos con un disco duro vacío no tenemos más que introducir el cd de XP y seguir los consabidos pasos que el sistema vaya indicando, como casi todos seguramente habremos hecho más de una vez y más de dos. En caso de que haya algo previamente instalado, lo eliminaremos (tras hacer copias de seguridad, por supuesto) y continuaremos normalmente.
Una vez hecho esto nos ocuparemos de instalar exclusivamente un programa que permita editar con comodidad las particiones del disco. En mi caso siempre he utilizado Partition Magic, que es totalmente gráfico y muy intuitivo a la hora de dar los primeros pasos en ese terreno.
Obviamente pretenderemos usar Windows para algo más que esto, así que en el futuro deberemos instalar más programas de acuerdo con las necesidades de cada uno, pero de momento vamos a seguir adelante con lo justo, ya que a la hora de redimensionar la partición es preferible que el disco esté lo más vacio posible. De esta forma el proceso será más rápido y habrá menos posibilidades de error.
Una vez aquí deberíamos tener Partition Magic o cualquier otro editor de particiones para Windows instalado y funcionando. Al acceder al programa y comprobar el estado actual de la tabla de particiones, observaremos que solamente hay una partición de tipo primaria, formateada en NFTS (es el sistema de archivos que utiliza Windows), que contiene el sistema operativo que acabamos de instalar. Debemos tener en cuenta que queremos dividir el disco en tres particiones, asi que el primer paso será redimensionar la de Windows con el fin de dejar espacio para las otras dos.
El espacio que dejaremos para cada una de las particiones dependerá del tamaño total del disco duro y del uso que vayamos a darle al pc. Si vamos a realizar la mayor parte de nuestras actividades en Windows, su partición deberá ser mayor. Si por el contrario nos centraremos más en Ubuntu, le cederemos más espacio. Respecto a la partición de datos, si por ejemplo utilizamos intensivamente las descargas P2P será importante dedicar gran cantidad de memoria al área destinada a almacenar este tipo de archivos. Si por el contrario nos limitaremos a almacenar archivos de texto, bases de datos, webs.. necesitaremos mucho menos. En mi caso, con un disco duro de 250Gb he destinado 40Gb a la partición de Windows XP, 60Gb a la de Ubuntu, y 150Gb para el almacenamiento e intercambio de datos. En cualquier caso no recomiendo dedicar menos de 20Gb a cada sistema operativo para asegurarnos cierto margen.
El proceso para realizar las particiones deberá comenzar por redimensionar la primaria existente hasta el tamaño que queramos dedicar a Windows XP (en mi caso de 250Gb a 40Gb). Es importante que el espacio libre al hacer esta operación quede al final del disco. En los editores gráficos como Partition Magic en los que se muestra una barra para indicar el espacio en el HD, el principio se sitúa a la izquierda, asi que deberemos dejar el hueco en la parte derecha de la partición primaria. Posteriormente deberemos rellenar ese espacio vacío creando una partición extendida (ocupando TODO el espacio libre restante), que es un tipo de partición primaria utilizado para contener particiones lógicas (tantas como queramos). Para más información acerca de los tipos de particiones y sus propiedades, consultad este enlace de wikipedia.
Cuando ya tengamos el disco dividido en dos partes, una partición primaria al principio del disco y una extendida al final, crearemos una partición lógica con formato FAT32 en el interior de la extendida, que será la que utilizaremos para almacenamiento de datos. Situaremos dicha partición lógica al final de la extendida, dejando libre la primera parte de la misma.
Finalmente nuestro disco duro deberá constar (de principio a fin, o de izquierda a derecha), de una partición primaria y otra extendida, que a su vez se subdivide en un espacio libre (del tamaño que queramos dedicar a Ubuntu) y una partición lógica destinada a los datos. Cuando hayamos llegado a este punto, una vez que todas las tareas de particionado se hayan completado, estaremos listos para instalar Ubuntu.
Lo que antaño era una tarea complicada y tediosa, se ha convertido en algo fácil y rápido gracias al trabajo de toda esa gente que lleva adelante el software libre en general y las diferentes distribuciones de GNU/Linux en particular. Hoy por hoy la instalación de Ubuntu (como de otras muchas distribuciones) se realiza integramente en modo gráfico y solamente es necesario introducir un par de cuestiones banales, como el idioma o el lugar donde se desea instalar el SO, para llevar la labor a buen término.
En primer lugar deberemos introducir el live cd y configurar la secuencia de arranque en la BIOS para iniciar con el cd (exactamente igual que en la instalación de Windows XP, nada nuevo). Una vez que el sistema live se ha cargado, nos encontraremos en el escritorio de Ubuntu con un icono que deberemos clickar para iniciar la instalación del sistema operativo. Tras una serie de preguntas irrelevantes (por obvias, no porque no se deban contestar con atención, que no es nada agradable tener un SO en ruso o chino) , nos aparecerá un menú que permite seleccionar la partición donde se va a ubicar el sistema. Entre otras cabe la opción de seleccionar que Ubuntu busque automáticamente un espacio libre adyacente, que es la que vamos a elegir. Una vez confirmada dicha opción se realizará todo el proceso de copia de archivos, y tras finalizar y reiniciar el pc, nos encontraremos al inicio un menú (que siempre estará ahí en lo sucesivo) para seleccionar el sistema operativo que queremos utilizar en cada ocasión, con Ubuntu seleccionado por defecto.
Bueno, solo queda comentar que el orden de instalación de ambos sistemas operativos se ha hecho asi porque de esta forma Ubuntu detecta y respeta la partición de Windows, configurando correctamente el arranque dual. De haberlo hecho a la inversa, Windows habría omitido la existencia de Ubuntu, iniciándose automáticamente tras su instalación y no dejando posibilidad de elegir más opciones, aunque por supuesto habría posible corregirlo a posteriori utilizando el live cd de Ubuntu y configurando el GRUB (gestor del arranque) correctamente. Es absurdo complicarse pudiendo hacerlo de forma directa, pero no está de más saberlo por si en un momento dado se quiere reinstalar Windows sin tocar la partición de Ubuntu.
Respecto al tipo de particiones, siempre he utilizado lógicas en lugar de primarias por proporcionar la misma funcionalidad y en cambio no establecer limitaciones en cuanto a número, pero en este caso concreto habría sido posible utilizar indistintamente cualquiera de ellas, ya que no se ha excedido el limite de cuatro.
En cuanto al proceso de instalación de Ubuntu, he recomendado seleccionar la detección autómatica del espacio libre por ser la opción más sencilla, pero también cabe la opción de hacerlo manualmente editando las particiones. De hacerlo así, deberemos tener en cuenta que es necesario crear una partición lógica de tipo swap que el sistema utilizará como memoria virtual y que se recomienda que tenga la misma dimensión que la memoria RAM del equipo en el que se este realizando la instalación. Además también hará falta una partición ext3 que ocupará el resto del espacio libre y almcenará el sistema de archivos propiamente dicho.
Espero haber resultado claro y no haber dejado nada en el aire. Soy consciente de que la primera lectura puede resultar liosa, pero una vez sobre el terreno y yendo paso a paso no tiene por qué haber ningún problema. En cualquier caso creo que sería conveniente tener un pc conectado a internet para consultar las dudas de última hora que pueden surgir durante el proceso de instalación. Y en fin, por lo demás no dudeis en preguntar cualquier duda acerca del tema, siempre es un placer ayudar en la medida de lo posible a las personas realmente interesadas en aprender.
En fin, posiblemente yo no logre hacer algo mucho mejor, pero aprovechando que recientemente he cambiado de pc y por tanto he tenido que seguir todo el proceso de instalación, voy a aprovechar para hacer una descripción de la experiencia, tratando de detallar los puntos más conflictivos, por si alguien en situación similar pudiera estar interesado.
Aunque el proceso sería similar para cualquier sistema operativo, en este caso me voy a centrar en mi elección personal, un sistema Windows XP SP2 y un Ubuntu Gutsy Gibbon 7.10. Respecto a Windows, es lo que hay, no soy tan suicida como para usar Vista, y sin embargo muy a mi pesar esporádicamente necesito disponer de ciertas aplicaciones que solo funcionan en la plataforma de Microsoft. Sobre Ubuntu, es posible que en otra ocasión dedique más tiempo a justificar mi opción (aunque ya han corrido ríos de tinta al respecto por parte de forofos más entusiastas, poco podré añadir), de momento diré que además de ser la distribución de GNU/Linux que utilizo habitualmente, considero que es la más adecuada para novatos en la materia.
Comencemos el proceso propiamente dicho aclarando los pasos a seguir en el proceso de instalación. En principio tengo un solo disco duro de 250Gb y voy a realizar 3 particiones: una para cada sistema operativo, y otra para almacenar datos. El orden será el siguiente:
- Instalación de Windows XP
- Particionado del disco duro
- Redimensionamiento de la partición de Windows XP
- Creación de una partición extendida que ocupe el resto del espacio libre en disco
- Creación de una partición lógica tipo FAT32 para intercambio de datos
- Instalacion de Ubuntu
Evidentemente hay formas más eficaces de llevar a cabo todo este proceso, y es posible que personalmente hoy por hoy eligiera otra más directa, pero a la hora de hacerlo por primera vez es preferible proceder de forma lenta pero segura. Una vez expuesto el esquema a grandes rasgos, vamos a detallar cada paso con el fin de acotar problemas y reducir al mínimo el margen de error:
1. Instalación de Windows XP
En este punto voy a dar por hecho que todo el que se plantea instalar dos sistemas operativos en su pc tiene experiencia previa con la instalación de Windows, ya que es lo más común. Si contamos con un disco duro vacío no tenemos más que introducir el cd de XP y seguir los consabidos pasos que el sistema vaya indicando, como casi todos seguramente habremos hecho más de una vez y más de dos. En caso de que haya algo previamente instalado, lo eliminaremos (tras hacer copias de seguridad, por supuesto) y continuaremos normalmente.
Una vez hecho esto nos ocuparemos de instalar exclusivamente un programa que permita editar con comodidad las particiones del disco. En mi caso siempre he utilizado Partition Magic, que es totalmente gráfico y muy intuitivo a la hora de dar los primeros pasos en ese terreno.
Obviamente pretenderemos usar Windows para algo más que esto, así que en el futuro deberemos instalar más programas de acuerdo con las necesidades de cada uno, pero de momento vamos a seguir adelante con lo justo, ya que a la hora de redimensionar la partición es preferible que el disco esté lo más vacio posible. De esta forma el proceso será más rápido y habrá menos posibilidades de error.
2. Particionado del disco duro
Una vez aquí deberíamos tener Partition Magic o cualquier otro editor de particiones para Windows instalado y funcionando. Al acceder al programa y comprobar el estado actual de la tabla de particiones, observaremos que solamente hay una partición de tipo primaria, formateada en NFTS (es el sistema de archivos que utiliza Windows), que contiene el sistema operativo que acabamos de instalar. Debemos tener en cuenta que queremos dividir el disco en tres particiones, asi que el primer paso será redimensionar la de Windows con el fin de dejar espacio para las otras dos.
El espacio que dejaremos para cada una de las particiones dependerá del tamaño total del disco duro y del uso que vayamos a darle al pc. Si vamos a realizar la mayor parte de nuestras actividades en Windows, su partición deberá ser mayor. Si por el contrario nos centraremos más en Ubuntu, le cederemos más espacio. Respecto a la partición de datos, si por ejemplo utilizamos intensivamente las descargas P2P será importante dedicar gran cantidad de memoria al área destinada a almacenar este tipo de archivos. Si por el contrario nos limitaremos a almacenar archivos de texto, bases de datos, webs.. necesitaremos mucho menos. En mi caso, con un disco duro de 250Gb he destinado 40Gb a la partición de Windows XP, 60Gb a la de Ubuntu, y 150Gb para el almacenamiento e intercambio de datos. En cualquier caso no recomiendo dedicar menos de 20Gb a cada sistema operativo para asegurarnos cierto margen.
El proceso para realizar las particiones deberá comenzar por redimensionar la primaria existente hasta el tamaño que queramos dedicar a Windows XP (en mi caso de 250Gb a 40Gb). Es importante que el espacio libre al hacer esta operación quede al final del disco. En los editores gráficos como Partition Magic en los que se muestra una barra para indicar el espacio en el HD, el principio se sitúa a la izquierda, asi que deberemos dejar el hueco en la parte derecha de la partición primaria. Posteriormente deberemos rellenar ese espacio vacío creando una partición extendida (ocupando TODO el espacio libre restante), que es un tipo de partición primaria utilizado para contener particiones lógicas (tantas como queramos). Para más información acerca de los tipos de particiones y sus propiedades, consultad este enlace de wikipedia.
Cuando ya tengamos el disco dividido en dos partes, una partición primaria al principio del disco y una extendida al final, crearemos una partición lógica con formato FAT32 en el interior de la extendida, que será la que utilizaremos para almacenamiento de datos. Situaremos dicha partición lógica al final de la extendida, dejando libre la primera parte de la misma.
Finalmente nuestro disco duro deberá constar (de principio a fin, o de izquierda a derecha), de una partición primaria y otra extendida, que a su vez se subdivide en un espacio libre (del tamaño que queramos dedicar a Ubuntu) y una partición lógica destinada a los datos. Cuando hayamos llegado a este punto, una vez que todas las tareas de particionado se hayan completado, estaremos listos para instalar Ubuntu.
3. Instalación de Ubuntu.
Lo que antaño era una tarea complicada y tediosa, se ha convertido en algo fácil y rápido gracias al trabajo de toda esa gente que lleva adelante el software libre en general y las diferentes distribuciones de GNU/Linux en particular. Hoy por hoy la instalación de Ubuntu (como de otras muchas distribuciones) se realiza integramente en modo gráfico y solamente es necesario introducir un par de cuestiones banales, como el idioma o el lugar donde se desea instalar el SO, para llevar la labor a buen término.
En primer lugar deberemos introducir el live cd y configurar la secuencia de arranque en la BIOS para iniciar con el cd (exactamente igual que en la instalación de Windows XP, nada nuevo). Una vez que el sistema live se ha cargado, nos encontraremos en el escritorio de Ubuntu con un icono que deberemos clickar para iniciar la instalación del sistema operativo. Tras una serie de preguntas irrelevantes (por obvias, no porque no se deban contestar con atención, que no es nada agradable tener un SO en ruso o chino) , nos aparecerá un menú que permite seleccionar la partición donde se va a ubicar el sistema. Entre otras cabe la opción de seleccionar que Ubuntu busque automáticamente un espacio libre adyacente, que es la que vamos a elegir. Una vez confirmada dicha opción se realizará todo el proceso de copia de archivos, y tras finalizar y reiniciar el pc, nos encontraremos al inicio un menú (que siempre estará ahí en lo sucesivo) para seleccionar el sistema operativo que queremos utilizar en cada ocasión, con Ubuntu seleccionado por defecto.
Comentarios adicionales
Bueno, solo queda comentar que el orden de instalación de ambos sistemas operativos se ha hecho asi porque de esta forma Ubuntu detecta y respeta la partición de Windows, configurando correctamente el arranque dual. De haberlo hecho a la inversa, Windows habría omitido la existencia de Ubuntu, iniciándose automáticamente tras su instalación y no dejando posibilidad de elegir más opciones, aunque por supuesto habría posible corregirlo a posteriori utilizando el live cd de Ubuntu y configurando el GRUB (gestor del arranque) correctamente. Es absurdo complicarse pudiendo hacerlo de forma directa, pero no está de más saberlo por si en un momento dado se quiere reinstalar Windows sin tocar la partición de Ubuntu.
Respecto al tipo de particiones, siempre he utilizado lógicas en lugar de primarias por proporcionar la misma funcionalidad y en cambio no establecer limitaciones en cuanto a número, pero en este caso concreto habría sido posible utilizar indistintamente cualquiera de ellas, ya que no se ha excedido el limite de cuatro.
En cuanto al proceso de instalación de Ubuntu, he recomendado seleccionar la detección autómatica del espacio libre por ser la opción más sencilla, pero también cabe la opción de hacerlo manualmente editando las particiones. De hacerlo así, deberemos tener en cuenta que es necesario crear una partición lógica de tipo swap que el sistema utilizará como memoria virtual y que se recomienda que tenga la misma dimensión que la memoria RAM del equipo en el que se este realizando la instalación. Además también hará falta una partición ext3 que ocupará el resto del espacio libre y almcenará el sistema de archivos propiamente dicho.
Espero haber resultado claro y no haber dejado nada en el aire. Soy consciente de que la primera lectura puede resultar liosa, pero una vez sobre el terreno y yendo paso a paso no tiene por qué haber ningún problema. En cualquier caso creo que sería conveniente tener un pc conectado a internet para consultar las dudas de última hora que pueden surgir durante el proceso de instalación. Y en fin, por lo demás no dudeis en preguntar cualquier duda acerca del tema, siempre es un placer ayudar en la medida de lo posible a las personas realmente interesadas en aprender.
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