Escrito por ObservatoriuLlaboral el llunes, 16 abril de 2007
Tres meses. Es el plazo que Los expertos que están trabajando en las labores de extinción del fuego que el pasado viernes se desató en el pozo María Luisa y que generó una nube tóxica que afectó a las poblaciones de Sama y Ciaño calculan que la vuelta al tajo no podrá producirse hasta transcurrido ese tiempo. De entrada, aseguran que el incendio no quedará extinguido hasta dentro de una semana y después habría que recuperar el área afectada, achicar el agua con que se ha inundado varias plantas para sofocar las llamas y recuperar la maquinaria. No obstante, calculan que en un mes podrían iniciarse las labores de limpieza y restauración de la zona, por lo que una parte de la plantilla podría volver al trabajo entonces.
Hoy entra en vigor el expediente de regulación de empleo decretado por Hunosa para los 480 mineros que integran la plantilla del mítico pozo. Mientras dure esa situación, tal y como está estipulado, los trabajadores percibirán sólo el 75% del total del salario.
Los mineros están preocupados por dos aspectos que, según explicaron a EL COMERCIO, serán decisivos a la hora de establecer la vuelta al trabajo. El primero, «el restablecimiento de los cuadros que, debido a las altas temperaturas, estarán deformados o derretidos, así como la cinta transportadora, que seguramente tenga que ser sustituida por una nueva que traigan de Barcelona, porque será imposible recauchutar esta». Esto les lleva a pensar que la regulación de empleo podrá extenderse más allá de tres meses, aunque esperan que la empresa sea capaz de acortar los plazos.
Otro de los aspectos que preocupa a los mineros es la seguridad en el pozo Sotón y la de los mineros que trabajan allí. Algunos se mostraron conformes con la propuesta sindical de que «para que entremos en la mina nos aseguren que no existe ningún peligro».
Durante todo el día de ayer los controles de seguridad en Sotón fueron continuos para asegurar que no existe monóxido de carbono y poder confirmar así la seguridad de los mineros que desarrollan su trabajo en la instalación. Los resultados de las mediciones fueron negativos y de continuar esta situación será posible reanudar pronto el trabajo.
Si finalmente los mineros entran en Sotón la preocupación se trasladará a la forma de extraer la producción diaria de carbón, ya que se hace por la cinta transportadora de Modesta, ahora inutilizada. Los propios mineros apuntaban la posibilidad de que se intentase sacar el mineral a través de la jaula, «pero sería una medida muy provisional y lenta». Fuentes de la empresa aseguraron ayer que se está ultimando un plan para extraer el carbón y que se dará a conocer hoy.
La chispa
Los componentes de la brigada de salvamento minero continuaban ayer intentando rebajar la temperatura que se registra en el plano de Modesta para poder acceder al foco del incendio e iniciar la investigación de sus causas. A pesar de que los rescoldos están controlados desde la mañana del sábado, se cree que el fuego no está completamente extinguido y por ello la temperatura baja lentamente. Los menos optimistas aseguraban que la situación puede mantenerse al menos «cuatro días más».
Algunos de los mineros que se encontraban trabajando cuando se produjo el accidente relataron que «en realidad hubo dos incendios. Uno se produjo antes y fue sofocado por el técnico que realizaba labores en la cinta transportadora». Después, la rotura de un tubo de ventilación propició la entrada de oxígeno, avivó el calor y levantó chispas, por lo que «esto fue el detonante del incendio principal, que hizo subir los niveles de monóxido de carbono y nos evacuaron a todos». Mientras los mineros abandonaban su trabajo, el plano de Modesta hacía de chimenea y los gases salían a la calle.
Los propios mineros afirmaban que el accidente no sumó víctimas porque ocurrió en uno de los pozos más seguros que tiene HUNOSA: «En María Luisa está el control medioambiental y hay cámaras en cada planta. Si el incendio se declara en explotaciones como Carrio, seguramente las consecuencias hubiesen sido peores», aseguraron.
Hoy entra en vigor el expediente de regulación de empleo decretado por Hunosa para los 480 mineros que integran la plantilla del mítico pozo. Mientras dure esa situación, tal y como está estipulado, los trabajadores percibirán sólo el 75% del total del salario.
Los mineros están preocupados por dos aspectos que, según explicaron a EL COMERCIO, serán decisivos a la hora de establecer la vuelta al trabajo. El primero, «el restablecimiento de los cuadros que, debido a las altas temperaturas, estarán deformados o derretidos, así como la cinta transportadora, que seguramente tenga que ser sustituida por una nueva que traigan de Barcelona, porque será imposible recauchutar esta». Esto les lleva a pensar que la regulación de empleo podrá extenderse más allá de tres meses, aunque esperan que la empresa sea capaz de acortar los plazos.
Otro de los aspectos que preocupa a los mineros es la seguridad en el pozo Sotón y la de los mineros que trabajan allí. Algunos se mostraron conformes con la propuesta sindical de que «para que entremos en la mina nos aseguren que no existe ningún peligro».
Durante todo el día de ayer los controles de seguridad en Sotón fueron continuos para asegurar que no existe monóxido de carbono y poder confirmar así la seguridad de los mineros que desarrollan su trabajo en la instalación. Los resultados de las mediciones fueron negativos y de continuar esta situación será posible reanudar pronto el trabajo.
Si finalmente los mineros entran en Sotón la preocupación se trasladará a la forma de extraer la producción diaria de carbón, ya que se hace por la cinta transportadora de Modesta, ahora inutilizada. Los propios mineros apuntaban la posibilidad de que se intentase sacar el mineral a través de la jaula, «pero sería una medida muy provisional y lenta». Fuentes de la empresa aseguraron ayer que se está ultimando un plan para extraer el carbón y que se dará a conocer hoy.
La chispa
Los componentes de la brigada de salvamento minero continuaban ayer intentando rebajar la temperatura que se registra en el plano de Modesta para poder acceder al foco del incendio e iniciar la investigación de sus causas. A pesar de que los rescoldos están controlados desde la mañana del sábado, se cree que el fuego no está completamente extinguido y por ello la temperatura baja lentamente. Los menos optimistas aseguraban que la situación puede mantenerse al menos «cuatro días más».
Algunos de los mineros que se encontraban trabajando cuando se produjo el accidente relataron que «en realidad hubo dos incendios. Uno se produjo antes y fue sofocado por el técnico que realizaba labores en la cinta transportadora». Después, la rotura de un tubo de ventilación propició la entrada de oxígeno, avivó el calor y levantó chispas, por lo que «esto fue el detonante del incendio principal, que hizo subir los niveles de monóxido de carbono y nos evacuaron a todos». Mientras los mineros abandonaban su trabajo, el plano de Modesta hacía de chimenea y los gases salían a la calle.
Los propios mineros afirmaban que el accidente no sumó víctimas porque ocurrió en uno de los pozos más seguros que tiene HUNOSA: «En María Luisa está el control medioambiental y hay cámaras en cada planta. Si el incendio se declara en explotaciones como Carrio, seguramente las consecuencias hubiesen sido peores», aseguraron.
- Vía EL comercio
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