Escrito por ObservatoriuLlaboral el llunes, 25 xunu de 2007
Los técnicos de mantenimiento apelan a su alta cualificación para abrir el diálogo.
24/06/2007 S.D. MACHARGO
No son médicos, ni ATS, ni técnicos de laboratorio pero pertenecen a la plantilla del Sespa y tienen la categoría de estatutarios. Los más de 200 técnicos de mantenimiento de los hospitales del área central asumen con poca resignación su papel de olvidados por la Administración sanitaria. Llevan años luchando por una equiparación salarial que no llega, así que han decidido unirse para exigir una negociación inmediata que mejore sus condiciones laborales. Están dispuestos a hacer ruido si se demuestra que esa es la única manera de que les abran las puertas.
El primer paso ha consistido en crear un comité intercentros que sume esfuerzos. Estos delegados han elaborado un completo informe en el que detallan sus funciones y su alto grado de responsabilidad en el correcto funcionamiento de las instalaciones sanitarias. Los electricistas, mecánicos, fontaneros o calefactores prestan servicio 24 horas al día, 365 días al año, para que los complejos puedan dar todos los servicios asistenciales a los pacientes. Los vocales recuerdan que la tecnificación cada vez es mayor, lo que les obliga a especializarse. Atienden desde el aire acondicionado a las salas de calderas, realizan controles contra la legionela o proporcionan soporte a quirófanos, Urgencias o a la UCI.
Sin embargo, debido a que este colectivo ha sido contratado a lo largo de muchos años, incluye a profesionales con un alto nivel de experiencia pero sin titulación y a otros más jóvenes que sí lo ostentan, por lo que su reivindicación primordial es la mejora salarial para todos, lo que no exime de subir de categoría profesional (del grupo D al grupo C) a los que reúnan las condiciones.
Los técnicos de mantenimiento cuentan en su haber con sentencias de compañeros que han recurrido a los tribunales para que se les reconozca un trabajo que están haciendo. Sin embargo, prefieren apelar a la negociación en lugar de plantear una cascada de reclamaciones. La cantidad que mes a mes dejan de ingresar no es testimonial. La diferencia oscila entre 120 y 210 euros, a lo que habría que sumar las extras.
24/06/2007 S.D. MACHARGO
No son médicos, ni ATS, ni técnicos de laboratorio pero pertenecen a la plantilla del Sespa y tienen la categoría de estatutarios. Los más de 200 técnicos de mantenimiento de los hospitales del área central asumen con poca resignación su papel de olvidados por la Administración sanitaria. Llevan años luchando por una equiparación salarial que no llega, así que han decidido unirse para exigir una negociación inmediata que mejore sus condiciones laborales. Están dispuestos a hacer ruido si se demuestra que esa es la única manera de que les abran las puertas.
El primer paso ha consistido en crear un comité intercentros que sume esfuerzos. Estos delegados han elaborado un completo informe en el que detallan sus funciones y su alto grado de responsabilidad en el correcto funcionamiento de las instalaciones sanitarias. Los electricistas, mecánicos, fontaneros o calefactores prestan servicio 24 horas al día, 365 días al año, para que los complejos puedan dar todos los servicios asistenciales a los pacientes. Los vocales recuerdan que la tecnificación cada vez es mayor, lo que les obliga a especializarse. Atienden desde el aire acondicionado a las salas de calderas, realizan controles contra la legionela o proporcionan soporte a quirófanos, Urgencias o a la UCI.
Sin embargo, debido a que este colectivo ha sido contratado a lo largo de muchos años, incluye a profesionales con un alto nivel de experiencia pero sin titulación y a otros más jóvenes que sí lo ostentan, por lo que su reivindicación primordial es la mejora salarial para todos, lo que no exime de subir de categoría profesional (del grupo D al grupo C) a los que reúnan las condiciones.
Los técnicos de mantenimiento cuentan en su haber con sentencias de compañeros que han recurrido a los tribunales para que se les reconozca un trabajo que están haciendo. Sin embargo, prefieren apelar a la negociación en lugar de plantear una cascada de reclamaciones. La cantidad que mes a mes dejan de ingresar no es testimonial. La diferencia oscila entre 120 y 210 euros, a lo que habría que sumar las extras.
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