Escrito por ObservatoriuLlaboral el xueves, 5 xunetu de 2007
Los trabajos en el «Tarifa Primero», el buque cajonero en el que se construyen los grandes bloques que se utilizan en la construcción del dique Norte, en El Musel, se reanudaron ayer tras una asamblea que se celebró a las ocho de la tarde y en la que la plantilla del último turno de la jornada optó por volver a los tajos a la espera de la negociación de sus representantes sindicales.
La decisión fue explicada como un gesto de buena voluntad y un voto de confianza al comité de empresa. Los trabajadores tienen sin resolver varias reivindicaciones que afectan a las condiciones salariales, a las vacaciones o a bajas que, según su denuncia, la unión temporal de empresas que ejecuta la ampliación de El Musel no cubre, explicaron fuentes sindicales.
La plantilla volvió a la normalidad, pero está dispuesta a reanudar sus protestas si no hay una respuesta empresarial satisfactoria. Las fuentes antes citadas aseguraron que la asamblea mandató a sus representantes sindicales para que, además de proseguir la negociación, tramiten la convocatoria de una huelga legal para el próximo día 14.
El malestar laboral en el «Tarifa Primero» se arrastra desde hace semanas, aunque sólo trascendió el pasado martes, cuando algunos trabajadores optaron, como forma de protesta, por parar sus labores.
Los trabajos en el buque cajonero, que permanece en aguas de El Musel, son fundamentales para la ampliación portuaria y la construcción del nuevo dique de abrigo. En el «Tarifa Primero» trabajan unas 150 personas, en tres turnos, para fabricar cajones de hormigón y acero, con un tamaño similar al de un edificio de once pisos, que se utilizan en la construcción del dique Norte, el primero que se hace con este sistema en el Cantábrico.
El «Tarifa Primero» fabrica un cajón cada diez días. Hasta ahora se han fondeado en el Norte trece piezas. Las previsiones de la Autoridad Portuaria es que a lo largo de la campaña del verano se pongan siete cajones más, hasta un total de veinte. El mantenimiento de los ritmos de fabricación es fundamental para poder concluir la ampliación de El Musel, la mayor obra licitada en Asturias (579 millones de euros), en los plazos fijados.
La ejecución del proyecto acumula un retraso, parcialmente recuperado en las últimas semanas gracias al avance del dique Norte, a causa de algunos temporales que destruyeron el arranque del otro dique, el Torres.
La decisión fue explicada como un gesto de buena voluntad y un voto de confianza al comité de empresa. Los trabajadores tienen sin resolver varias reivindicaciones que afectan a las condiciones salariales, a las vacaciones o a bajas que, según su denuncia, la unión temporal de empresas que ejecuta la ampliación de El Musel no cubre, explicaron fuentes sindicales.
La plantilla volvió a la normalidad, pero está dispuesta a reanudar sus protestas si no hay una respuesta empresarial satisfactoria. Las fuentes antes citadas aseguraron que la asamblea mandató a sus representantes sindicales para que, además de proseguir la negociación, tramiten la convocatoria de una huelga legal para el próximo día 14.
El malestar laboral en el «Tarifa Primero» se arrastra desde hace semanas, aunque sólo trascendió el pasado martes, cuando algunos trabajadores optaron, como forma de protesta, por parar sus labores.
Los trabajos en el buque cajonero, que permanece en aguas de El Musel, son fundamentales para la ampliación portuaria y la construcción del nuevo dique de abrigo. En el «Tarifa Primero» trabajan unas 150 personas, en tres turnos, para fabricar cajones de hormigón y acero, con un tamaño similar al de un edificio de once pisos, que se utilizan en la construcción del dique Norte, el primero que se hace con este sistema en el Cantábrico.
El «Tarifa Primero» fabrica un cajón cada diez días. Hasta ahora se han fondeado en el Norte trece piezas. Las previsiones de la Autoridad Portuaria es que a lo largo de la campaña del verano se pongan siete cajones más, hasta un total de veinte. El mantenimiento de los ritmos de fabricación es fundamental para poder concluir la ampliación de El Musel, la mayor obra licitada en Asturias (579 millones de euros), en los plazos fijados.
La ejecución del proyecto acumula un retraso, parcialmente recuperado en las últimas semanas gracias al avance del dique Norte, a causa de algunos temporales que destruyeron el arranque del otro dique, el Torres.
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