Escrito por Cronos el lunes, 6 de julio de 2009
Señales horarias de una veleta (II)
Dejó la veleta el ciclo,
la brújula quedó sin cuerda,
y les dió por perseguirse,
como perro enloquecido,
a los radios de mis ruedas.
Ya sonaban los tañidos
que anunciaban la tormenta.
(Señales horarias de una veleta)
Cae la noche, y el destino,
y las mil peonzas, muertas...
de quietud.
Brilla el cielo y el camino,
y rasga el aire como flecha,
de dolor desgarrado el alarido...
Se cree la veleta muerta...
de decepcion,
de tristeza.
(Señales horarias de una veleta)
El tiempo no necesita que lo señalen.
Sabe pasar el solo, como sale el sol sin que le manden.
Giran de nuevo las agujas.
Se despierta.
Se arrebuja.
Se sonríe, girando hacia su meta.
Y testaruda, suena...
y suena...
y suenan...
(Señales horarias de una veleta)
* * *
Extrañas las ultimas 48 horas. Muy extrañas. Como una montaña rusa que parece llevar al infierno, pero acaba por dejarte en el suelo. Menos mal que despues de la tormenta...
La brujula ha vuelto a funcionar. Las ruedas han bajado su cadencia de giro. Pero la veleta, esa parece seguir señalando al mismo sitio.
No se le puede decir que no a una veleta. No mienten. Como mucho, se la puede dejar morir.
Dejó la veleta el ciclo,
la brújula quedó sin cuerda,
y les dió por perseguirse,
como perro enloquecido,
a los radios de mis ruedas.
Ya sonaban los tañidos
que anunciaban la tormenta.
(Señales horarias de una veleta)
Cae la noche, y el destino,
y las mil peonzas, muertas...
de quietud.
Brilla el cielo y el camino,
y rasga el aire como flecha,
de dolor desgarrado el alarido...
Se cree la veleta muerta...
de decepcion,
de tristeza.
(Señales horarias de una veleta)
El tiempo no necesita que lo señalen.
Sabe pasar el solo, como sale el sol sin que le manden.
Giran de nuevo las agujas.
Se despierta.
Se arrebuja.
Se sonríe, girando hacia su meta.
Y testaruda, suena...
y suena...
y suenan...
(Señales horarias de una veleta)
* * *
Extrañas las ultimas 48 horas. Muy extrañas. Como una montaña rusa que parece llevar al infierno, pero acaba por dejarte en el suelo. Menos mal que despues de la tormenta...
La brujula ha vuelto a funcionar. Las ruedas han bajado su cadencia de giro. Pero la veleta, esa parece seguir señalando al mismo sitio.
No se le puede decir que no a una veleta. No mienten. Como mucho, se la puede dejar morir.
19 Comentarios