Los juzgados de Mieres acogieron ayer el juicio de Mónica Palacios Alonso contra Cruz Roja, empresa para la que trabajó durante once años y a la que demandó por un presunto despido improcedente.

Palacios trabajaba para la entidad como monitora de gimnasia. Tras los sucesos acontecidos desde febrero de este mismo año, cuando sus alumnas se movilizaron y recogieron firmas para que no la echasen, volvieron a readmitirla, para en junio volver a despedirla.

Las alumnas de Mónica responden que "la despidieron porque les dio gana" y alegaron que "incluso la reprendían cuando venía a comer con nosotras en sus horas libres".

Ayer, cerca de una treintena de personas, en su mayoría alumnas de la profesora, acudieron a los juzgados para brindarle su apoyo a Mónica, quien asegura que "yo tenía un contrato ilegal, porque era autónoma y llevaba trabajando ahí once años. Muchos de mis compañeros trabajaban sin seguridad social, incluso personas ya jubiladas".

En un plazo aproximado de quince días, el juez dictará sentencia para el caso.