Escrito por ObservatoriuLlaboral el xueves, 28 mayu de 2009
Vía Glayíu:
Vesuvius cerrará dos años su planta de Langreo por el descenso de producción
Los 80 empleados de la fábrica, especializada en material refractario,cortan los accesos a la empresa e inician un encierro indefinido
M. VARELA
| LANGREO
La multinacional Vesuvius anunció ayer que «paralizará durante dos años» su planta de Langreo, ubicada en el polígono I de Riaño y especializada en la fabricación de material refractario, ante el descenso de producción. El abogado de la compañía comunicó a los 80 empleados que el compromiso de Vesuvius es recolocar a la plantilla y volver a readmitirla cuando el ciclo económico mejore y se hayan recuperado los pedidos.
La empresa ha tomado esta decisión después de que, en marzo, pusiera en marcha un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), de un año de duración, que afecta a más de medio centenar de empleados. Sus problemas comenzaron después del pasado verano y tras haber establecido un quinto turno de trabajo para atender los compromisos comprometidos. Despidió a 34 trabajadores eventuales y, con posterioridad, redujo a tres los turnos de trabajo por el descenso de producción. En las últimas semanas, los turnos quedaron en dos y el tercero resultó afectado por la regulación.
La noticia del cierre cayó como un jarro de agua fría en la plantilla, formada actualmente por 80 empleados (aunque ha llegado a estar integrada por 120, sumados los contratados de forma eventual). Su respuesta fue tajante y unánime. «No aceptaremos la pérdida de ningún puesto de trabajo y estamos dispuestos a pelear por ello», señaló el presidente del comité de empresa, Manuel Suárez Baragaño. En este contexto, la plantilla elaborará un calendario de movilizaciones.
Eso sí, la plantilla no se quedó quieta ayer y, como primera medida ante la amenaza de cierre, cortó los accesos a la planta con barricadas incendiarias y se encerró en el interior de la fábrica. De momento, mantendrá esta protesta de forma indefinida. Las conversaciones con la multinacional no se reanudarán hasta el próximo martes.
Los trabajadores afirmaron que «la propia dirección no comparte esta decisión». De hecho, recordaron que, el martes pasado, los directivos comunicaron a cuatro compañeros, afectados por la regulación de empleo, que debían incorporarse al trabajo a principios de junio para dar salida a los pedidos. Sin embargo, «en menos de 24 horas, la multinacional, presente en 30 países, anuncia el cierre de la planta». En todo este contexto, la plantilla añadió que, después de dos meses muy complicados (abril y mayo), habían detectado «un aumento de producción» y que, incluso, la dirección les ha transmitido el mensaje de que «esta planta no se cierra».
Recibió ayudas en 2008
Los trabajadores ya han trasladado su situación al consejero de Industria y Empleo, Graciano Torre, para que medie en este conflicto. La plantilla recordó que el Principado dio ayudas a la empresa en 2008. «No nos parece normal que, después de haber recibido subvenciones, hayamos pasado de ser 120 a cinco turnos a echar a gente y cerrar la planta». Según añadieron, «hay pedidos y en 2008 hubo muchos beneficios. Esta situación se debe a la nefasta gestión de la multinacional».
Vesuvius cerrará dos años su planta de Langreo por el descenso de producción
Los 80 empleados de la fábrica, especializada en material refractario,cortan los accesos a la empresa e inician un encierro indefinido
M. VARELA
| LANGREO
La multinacional Vesuvius anunció ayer que «paralizará durante dos años» su planta de Langreo, ubicada en el polígono I de Riaño y especializada en la fabricación de material refractario, ante el descenso de producción. El abogado de la compañía comunicó a los 80 empleados que el compromiso de Vesuvius es recolocar a la plantilla y volver a readmitirla cuando el ciclo económico mejore y se hayan recuperado los pedidos.
La empresa ha tomado esta decisión después de que, en marzo, pusiera en marcha un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), de un año de duración, que afecta a más de medio centenar de empleados. Sus problemas comenzaron después del pasado verano y tras haber establecido un quinto turno de trabajo para atender los compromisos comprometidos. Despidió a 34 trabajadores eventuales y, con posterioridad, redujo a tres los turnos de trabajo por el descenso de producción. En las últimas semanas, los turnos quedaron en dos y el tercero resultó afectado por la regulación.
La noticia del cierre cayó como un jarro de agua fría en la plantilla, formada actualmente por 80 empleados (aunque ha llegado a estar integrada por 120, sumados los contratados de forma eventual). Su respuesta fue tajante y unánime. «No aceptaremos la pérdida de ningún puesto de trabajo y estamos dispuestos a pelear por ello», señaló el presidente del comité de empresa, Manuel Suárez Baragaño. En este contexto, la plantilla elaborará un calendario de movilizaciones.
Eso sí, la plantilla no se quedó quieta ayer y, como primera medida ante la amenaza de cierre, cortó los accesos a la planta con barricadas incendiarias y se encerró en el interior de la fábrica. De momento, mantendrá esta protesta de forma indefinida. Las conversaciones con la multinacional no se reanudarán hasta el próximo martes.
Los trabajadores afirmaron que «la propia dirección no comparte esta decisión». De hecho, recordaron que, el martes pasado, los directivos comunicaron a cuatro compañeros, afectados por la regulación de empleo, que debían incorporarse al trabajo a principios de junio para dar salida a los pedidos. Sin embargo, «en menos de 24 horas, la multinacional, presente en 30 países, anuncia el cierre de la planta». En todo este contexto, la plantilla añadió que, después de dos meses muy complicados (abril y mayo), habían detectado «un aumento de producción» y que, incluso, la dirección les ha transmitido el mensaje de que «esta planta no se cierra».
Recibió ayudas en 2008
Los trabajadores ya han trasladado su situación al consejero de Industria y Empleo, Graciano Torre, para que medie en este conflicto. La plantilla recordó que el Principado dio ayudas a la empresa en 2008. «No nos parece normal que, después de haber recibido subvenciones, hayamos pasado de ser 120 a cinco turnos a echar a gente y cerrar la planta». Según añadieron, «hay pedidos y en 2008 hubo muchos beneficios. Esta situación se debe a la nefasta gestión de la multinacional».