A comienzos del año 2006, RTVE y la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) preparaban una reconversión profunda de la empresa informativa, que denominaron "plan de saneamiento", que era condición indispensable que ponía el Ministerio de Economía para conceder una subvención extra de 580 millones de euros, y que iba a acarrear unas tremendas consecuencias negativas para los trabajadores:
LOS SINDICATOS ACUSAN AL GOBIERNO DE 'LIQUIDAR EL SERVICIO PÚBLICO' CON EL RECORTE DE PLANTILLA DE RTVE
Los sindicatos se niegan a negociar el recorte de plantilla que implica el plan de saneamiento que ultiman la Sepi y la dirección de RTVE. Este proyecto prevé que el Ente pierda al 39% de sus trabajadores fijos e indefinidos y al 44% si se tienen en cuenta los contratos artísticos y por obra. [...] Los datos oficiales que la Sepi ha presentado este viernes señalan que la 'plantilla objetivo' de RTVE es de 4.855 personas, de un total de 9.212 empleados fijos con los que a día de hoy cuenta, aunque los sindicatos sitúan en 8.881 el número de trabajadores. Tras el recorte, TVE tendrá 3.220 empleados; RNE, 1.148 y el Centro Corporativo y los Servicios Compartidos de la futura Corporación, 487.
Como puede verse, inicialmente los sindicatos se opusieron a estas medidas, y los trabajadores de RTVE llevaron a cabo una serie de movilizaciones que incluso obligaron a
suspender la emisión del telediario. No obstante, la SEPI y la dirección de RTVE siguieron insistiendo, presentando más adelante la misma propuesta con algunos pequeños cambios que la hacían apenas menos terrible. El 12 de julio se hizo público el acuerdo con CCOO:
SEPI Y RTVE LLEGAN A UN PRINCIPIO DE ACUERDO SÓLO CON CCOO SOBRE EL RECORTE DE 4.150 EMPLEOS
La Sepi y RTVE han alcanzado un principio de acuerdo sobre la reducción de plantilla de este grupo de comunicación al que no se sumaron UGT, APLI ni USO, después de 24 horas de intensa negociación, según fuentes de RTVE.
El secretario general de CCOO en RTVE, Marcel Camacho, ha señalado que el principio de acuerdo será sometido a referéndum entre los trabajadores del ente público.
El principio de acuerdo prevé una plantilla objetivo de 6.400 trabajadores, con 5.900 fijos y 500 contratados, y un excedente de 4.150, según explicaron fuentes de RTVE.
Y poco después, se unieron al acuerdo el resto de sindicatos con representación: UGT, USO y APLI.
RTVE Y LOS SINDICATOS PACTAN UN ACUERDO QUE PREVÉ LA PÉRDIDA DE 4.150 EMPLEOS
Los 9.366 trabajadores de Radio Televisión Española votarán en referéndum los próximos días el preacuerdo alcanzado ayer por la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) y los sindicatos representados en RTVE sobre la reducción de plantilla de este grupo de comunicación estatal. El texto contempla la salida voluntaria de 4.150 trabajadores -entre fijos y contratados- a través de un sistema de prejubilaciones según edades y categoría laboral. En caso de no cubrirse el cupo se elaborará una lista de bajas forzosas hasta llegar a los excedentes previstos. La fecha límite es el 30 de octubre.
La maratoniana reunión, que se extendió durante 24 horas, concluyó gracias a las cesiones de una las centrales implicadas -CCOO- a las exigencias de la SEPI. Posteriormente se sumaron el resto de sindicatos: UGT, APLI y USO. El mayoritario UGT afirmó a través de su representante Paco Andujar que «se ha conseguido un acuerdo marco para seguir las negociaciones». En la misma línea se expresó Marcel Camacho (CC OO), para quien el texto convierte a RTVE en un «referente para la sociedad española».
En septiembre de 2006 se produjo el referéndum entre los trabajadores, en el que ganó el "Sí" a los despidos por un porcentaje de votos del 52.71% del total de los trabajadores. ¿Cómo es esto posible? La explicación es muy sencilla: desde el acuerdo entre sindicatos, SEPI y dirección de RTVE, las organizaciones sindicales presentes en la empresa se habían dedicado a hacer campaña tratando de convencer a los trabajadores de que no había más remedio que aceptar los despidos. El hecho de que se hubieran producido luchas previas a principios del año y que, a pesar de la actividad de los sindicatos, un 30% se abstuviera y se contabilizaran más de mil votos al "No", significa que no había una voluntad firme y decidida en la plantilla hacia ninguna de las dos opciones, siendo de enorme influencia la actividad de los sindicatos para decantar la balanza hacia un lado o hacia el otro. Y los sindicatos, en lugar de animar a los trabajadores a luchar contra esas reformas, se dedicaron a convencerles de que las aceptaran.