Creative Commons 3.0 RSS CSS 2.1 XHTML 1.0
Login  
Registro
 
Escrito por na el domingo, 3 de enero de 2016

En el sistema de creencias que conforma mi mundo, la autorregulación funciona siempre.
Si cada cual es como es, y lo es, haga lo que haga, estará bien.
Y me doy cuenta que al razonar en bucle, convierto la autorregulación en un comodín capaz de salvarme mágicamente de este largo proceso de domesticación.
Y sin embargo, con un comodín mágico no basta.
A mi no me basta.
Cuando mi autorregulacion limita mi libertad, cuando mi autocuidado desaparece para evitar un conflicto que no sé gestionar, algo deja de funcionar en mi.
Algo se rompe cuando los principios se enfrentan.
Como opuestos y no complementarios.
No como hermanas y hermanos, sino como depredadores y rivales.

Incluso la más absurda y ridícula de las existencias tiene su razón de ser y sigue, a su manera, los principios del ser.
Plantear que puede que mi autorregulación no funcione, es una aberración conceptual para el ser vivo que soy.
Me despoja de algo inherente.
Y sin embargo siento que no funciona.
Conceptualmente es imposible que no funcione, pero no esta funcionando.
No al menos de una forma que yo pueda entender y muchísimo menos explicar.
Me estoy saltando la lógica de la autorregulación y de la vida con mis adicciones y mis acorazadas maneras.
Sí, otra vez, todavía.
Plazos, deberes, límites, rutinas...
Y volver a evaluar.
Otra vez.
Todavía.