Los médicos de urgencias hospitalarias cogerán el testigo de sus colegas de Primaria. Si el Servicio de Salud del Principado (Sespa) y el Sindicato Médico (Simpa) no lo remedian, a finales de mes se abrirá un nuevo frente sanitario que para los pacientes se traducirá en una huelga de una semana de duración en los servicios de urgencias de los hospitales. El conflicto, que se suma al que desde hace un año mantienen los equipos de los centros de salud que se oponen al 'plan de tardes' del consejero Ramón Quirós, amenaza con alterar el funcionamiento de una de las áreas más sensibles de la sanidad: las urgencias por donde cada año pasan en Asturias cerca de un millón de personas.
La medida de presión ha sido planteada por el Simpa, que acusa a la administración de «modificar de forma unilateral las condiciones de trabajo». Asegura que el Sespa pretende reconvertir la actual jornada de trabajo en turnos de mañana, tarde y noche, sin el pago de nocturnidad alguna, y eliminando la posibilidad de hacer guardias médicas. El Sespa plantea el pago de 415 euros a todos los médicos de urgencias, independientemente del número de noches que se hagan. Además, temen que Salud acabe fusionando las urgencias de los hospitales con las de los centros de salud y del SAMU, «para poder así hacer rotar al personal y paliar la falta de recursos», abundó el Simpa.
El sindicato convocante ha dado de plazo hasta este jueves, día 5. Si el Sespa no se aviene a negociar con la central médica, «el viernes presentamos el preaviso de huelga», advirtió ayer a EL COMERCIO el vicepresidente del Simpa, Ricardo Baldonedo. Todo hace indicar que el conflicto tiene difícil solución, toda vez que el consejero de Salud adelantó el pasado jueves, en Gijón, que la negociación sobre el nuevo modelo de urgencias se llevará a cabo con los sindicatos firmantes del acuerdo del pasado 8 de octubre de 2008 -el que avaló la creación de unidades de gestión y la apertura de tarde en los centros de salud-. Precisamente, este pacto, donde viene recogido que habrá un nuevo modelo en la atención urgente, fue rubricado sólo por CC OO y UGT y no cuenta con el Simpa ni con ningún otro sindicato sanitario en la comisión de seguimiento. Ese mismo día, el jueves, Ramón Quirós se mostró «sorprendido» por el paro que un día antes había anunciado el Simpa, y lo calificó de «huelga preventiva», aduciendo que su departamento no había propiciado cambio laboral alguno.
Amplio consenso
Valoraciones aparte, la huelga del Simpa recibió ayer el apoyo de la plantilla de Cabueñes, en Gijón. Hoy hará lo propio en el Hospital Central, en Oviedo. A lo largo de esta semana, el Sindicato Médico celebrará asambleas informativas en cada uno de los centros hospitalarios. «El consenso es total», adelantó Baldonedo.
¿Cómo y cuándo será la huelga? En principio, se baraja la segunda quincena del mes, ya que una vez presentado el preaviso, algo que presumiblemente el Simpa hará el viernes, «hay que esperar un mínimo de diez días», recordó el líder sindical. Lo que sí avanzó Baldonedo es que el paro no será de 24 horas, sino «de una semana». Amenaza, además, con una segunda convocatoria «después de Semana Santa, si el Sespa sigue sin llamarnos a negociar», indicó.
¿Qué pasará con los pacientes? El vicepresidente del Simpa responde que «todos los enfermos que acudan a urgencias serán atendidos, en eso seremos exquisitos». Sabe que el Sespa planteará servicios mínimos del cien por cien, por lo que el paro será prácticamente simbólico.
No obstante, habrá otros aspectos no estrictamente asistenciales en los que la huelga médica si podrá acabar pasando factura y, por ende, colapsando unos servicios de por sí saturados, donde los pacientes esperan en ocasiones más de lo que deberían.