Escrito por ObservatoriuLlaboral el miércoles, 25 marzu de 2009
Vía Glayiu:
La Fábrica de Loza de San Claudio cerrará el 30 de abril después de más de un siglo de historia y, para los sindicatos y los trabajadores, el cerrojazo responde a una estrategia del actual propietario, Álvaro Ruiz de Alda, para llevar a la compañía a la quiebra, quedarse con la marca de San Claudio y seguir fabricando en Marruecos y distribuyendo producto bajo la histórica enseña ovetense. La empresa emplea en la actualidad a 43 trabajadores.
José Luis García, de CC OO, quiso desmontar ayer, uno por uno, los argumentos de Ruiz de Alda para el cierre: la drástica caída del consumo y el inicio del expediente para declarar la fábrica bien de interés cultural (BIC), lo que, según el propietario, le impidió alquilar alguna de las naves para obtener ingresos extras. García, secundado por la presidenta del comité de empresa de San Claudio, María Oliva Álvarez, y la representante de UGT, Dolores Álvarez, explicó que no se acometieron reformas para alquilar ninguna nave y argumentó, en cuanto a la caída de las ventas, que «hay más demanda que producto terminado, y durante este último año y medio -desde que el juez aprobó el plan de viabilidad presentado por Ruiz de Alda- hubo problemas para servir a clientes por falta de obra».
Ante esta situación, los trabajadores denunciaron que el producto, que se fabrica en San Claudio y se envía a Marruecos para ser terminado y de nuevo es enviado a Asturias para su comercialización, se almacena en naves de Madrid y Viella (Siero). Hablan los trabajadores de siete grandes camiones cargados de producto de los que nunca se supo y de otros nueve tráileres cargados de maquinaria que se vendieron «supuestamente para chatarra cuando la mayoría estaba en perfecto estado, incluso alguna máquina sin estrenar».
En la trama que los trabajadores aseguran «urdida» por el propietario se entremezclan marcas comerciales propiedad de Ruiz de Alda. «Hasta octubre de 2008 se facturó a nombre de la fábrica de San Claudio, y desde entonces las facturas las emite Claumia Distribuidora, S. L. y San Claudio Hogar, S. L., ambas con sede en Madrid». Los trabajadores piden al juez que actúe contra Ruiz de Alda por «precipitar la insolvencia de la compañía».
La Fábrica de Loza de San Claudio cerrará el 30 de abril después de más de un siglo de historia y, para los sindicatos y los trabajadores, el cerrojazo responde a una estrategia del actual propietario, Álvaro Ruiz de Alda, para llevar a la compañía a la quiebra, quedarse con la marca de San Claudio y seguir fabricando en Marruecos y distribuyendo producto bajo la histórica enseña ovetense. La empresa emplea en la actualidad a 43 trabajadores.
José Luis García, de CC OO, quiso desmontar ayer, uno por uno, los argumentos de Ruiz de Alda para el cierre: la drástica caída del consumo y el inicio del expediente para declarar la fábrica bien de interés cultural (BIC), lo que, según el propietario, le impidió alquilar alguna de las naves para obtener ingresos extras. García, secundado por la presidenta del comité de empresa de San Claudio, María Oliva Álvarez, y la representante de UGT, Dolores Álvarez, explicó que no se acometieron reformas para alquilar ninguna nave y argumentó, en cuanto a la caída de las ventas, que «hay más demanda que producto terminado, y durante este último año y medio -desde que el juez aprobó el plan de viabilidad presentado por Ruiz de Alda- hubo problemas para servir a clientes por falta de obra».
Ante esta situación, los trabajadores denunciaron que el producto, que se fabrica en San Claudio y se envía a Marruecos para ser terminado y de nuevo es enviado a Asturias para su comercialización, se almacena en naves de Madrid y Viella (Siero). Hablan los trabajadores de siete grandes camiones cargados de producto de los que nunca se supo y de otros nueve tráileres cargados de maquinaria que se vendieron «supuestamente para chatarra cuando la mayoría estaba en perfecto estado, incluso alguna máquina sin estrenar».
En la trama que los trabajadores aseguran «urdida» por el propietario se entremezclan marcas comerciales propiedad de Ruiz de Alda. «Hasta octubre de 2008 se facturó a nombre de la fábrica de San Claudio, y desde entonces las facturas las emite Claumia Distribuidora, S. L. y San Claudio Hogar, S. L., ambas con sede en Madrid». Los trabajadores piden al juez que actúe contra Ruiz de Alda por «precipitar la insolvencia de la compañía».
62 Comentarios
Temes relacionaos:
Actualidá llaboral
Desmantelamientu