MARTA VARELA/LANGREO
«Lo primordial es la seguridad de los mineros, hasta el lunes no decidiremos si se puede volver al trabajo en el pozo Sotón», aseguró ayer el líder del SOMA-FIA-UGT, José Ángel Fernández Villa, quien resumió la postura de los sindicatos mineros ante la previsión de la vuelta al trabajo en el Sotón. A este pozo, según reconoció ayer el presidente de Hunosa, Juan Ramón García Secades, «han podido llegar algunas emisiones de gases».
Los sindicatos quieren que antes de volver a la mina se les garantice, con informes de seguridad, que no existe ningún peligro para los trabajadores. No obstante, la intención de la empresa, según su presidente, es que las labores que se desarrollen este fin de semana propicien que «el lunes en el pozo Sotón se pueda trabajar con normalidad». García Secades puntualizó que, en cambio, en el María Luisa «será imposible restablecer el trabajo en varias semanas, seguro que no pocas, lo que afectará a los planes de la empresa hasta 2012».
Miembros de la Brigada de Salvamento minero apuntaron ayer a EL COMERCIO que «el principal problema al que nos enfrentamos es el fuerte calor, que supera en muchas partes los 700 grados». No obstante, los brigadistas consiguieron reforzar el aislamiento para evitar cualquier emisión «hacia el resto de las instalaciones mineras, como el pozo Sotón».
En cuanto a las posibles causas del incendio y las valoraciones técnicas, ni empresa ni sindicatos mineros quisieron manifestarse «por falta de información», según puntualizo el responsable de Comisiones Obreras, Jaime Martínez. Los brigadistas aseguraron que por el momento sólo hay indicios, ya que «lo primero es extinguir el incendio y controlar improbables emisiones de gases o vapor de agua a la atmósfera».
Los sindicatos mineros y la empresa mantuvieron una reunión ayer para analizar la situación actual y ver las condiciones en la que se encuentra la zona afectada del pozo, que en estos momentos se encuentra sellada, aunque dentro «puede haber rescoldos» todavía.
Sin precedentes
Villa calificó el accidente minero como «algo excepcional, sin apenas precedentes en la historia minera, que servirá de experiencia para las medidas de seguridad» ya que, a su juicio, la situación podría volver a producirse en la empresa debido a los nuevos sistemas de mecanización.
Además, Villa reconoció que «el incendio se enmarca dentro del ámbito interno del trabajo de una mina que sigue siendo mina y cobrando tributos, por lo que la situación es muy complicada y las tareas de trabajo son difíciles».
El líder sindical admitió que es imposible cuantificar y cualificar las dimensiones del incendio y que lo primordial para su sindicato «es salvaguardar la integridad de los trabajadores. Por ello, examinaremos detenidamente la posibilidad de entrar a trabajar en el Sotón y pedimos a los brigadistas máxima seguridad y prudencia en su trabajo». Además, les rogó que no asuman riesgos ya que «primero son ellos y luego el futuro de la explotación minera».