Cuenta con que el Principado asuma 30 de las 44 prejubilaciones necesarias para la rentabilidad
SUSANA NEIRA/OVIEDO
Al magistrado del Juzgado de lo Mercantil número 1, Alfonso Muñoz Paredes, le surgieron «dudas sobre la exactitud de los datos y cifras proporcionados» por el dueño de la fábrica de loza de San Claudio, Álvaro Ruiz de Alda, para justificar la supuesta quiebra de la empresa De hecho, dejó constancia de ello en el fallo judicial en el que denegó el despido del 89% de la plantilla. En el resumen de conclusiones del análisis realizado por el Instituto CIES a petición del comité de empresa, y subvencionado por el Ayuntamiento, los expertos también alertaron de que parte de los problemas económicos actuales se deben al «importante volumen de movimientos contables entre las empresas del mismo grupo». Advirtieron además de que existen «partidas relativas a gastos que no se consideran relevantes».
El comité de empresa volvió ayer a incidir en las cuentas y dejó patente que tiene la mosca detrás de la oreja sobre si los datos presentados por Ruiz de Alda se ajustan a la realidad económica y financiera de la empresa. «Estamos viendo la situación de los números y creemos que puede haber desviaciones de dinero para inducir una quiebra fraudulenta», aseguró ayer Ismael Vera, de la sección sindical de Fiteqa-CC OO.
Por el momento, lo están investigando y «en caso de que veamos cosas graves, como una gestión fraudulenta, se tomarán las medidas judiciales pertinentes», añadió.
Las federaciones sindicales y el comité convocaron ayer una rueda de prensa para presentar oficialmente el plan de viabilidad elaborado por el Instituto CIES. El informe demuestra que es posible «la rentabilidad» si se invierte en publicidad, se reduce la plantilla a 100 personas -44 menos de las actuales- y se continúa con una producción de 1, 9 millones de piezas.
Pero para poner en práctica este plan, habrá que conseguir que Ruiz de Alda entre a negociar el futuro de la fábrica. Algo que aún no han logrado ni la Administración regional ni los trabajadores en los últimos tres meses, desde que comenzó este proceso. Dada la situación, CC OO se mostró ayer rotundo: «Que se siente a negociar o le exigiremos que traspase la marca, abandone las instalaciones y deje la entrada a un posible inversor».
Búsqueda de comprador
Aunque atribuyeron al actual propietario la labor de buscar a interesados en reflotar San Claudio, Comisiones no descartó participar en la búsqueda, en la que esperan la intervención de la Administración regional.
Por el momento, no han aparecido empresarios interesados. Mientras esperan su llegada, el mayor temor de la plantilla es que el dueño vuelva a presentar un plan de viabilidad para «ir al concurso otra vez o pedir la liquidación». También están pendientes de si Ruiz de Alda apura los últimos días de plazo para recurrir las dos sentencias en las que se le denegó el despido masivo y el desvío de parte de la producción de un pedido de El Corte Inglés a Marruecos.
Por otra parte, la Consejería de Industria y Empleo confirmó ayer que el propietario ha accedido a reunirse con Graciano Torre aunque eludió anunciar cuándo se producirá este encuentro.
La plantilla de San Claudio espera del Principado algo más que el papel de mediador en este conflicto laboral. Según el secretario de Fiteqa-CC OO, Alfredo Suárez, «disponemos del compromiso de hacerse cargo de las prejubilaciones de unos 30 miembros», dijo. Apenas dos horas después, la Administración regional prefirió no confirmar este asunto hasta concretar el futuro de San Claudio.
En cuanto al plan de viabilidad, que Suárez y Vera detallaron ayer junto con la presidente del comité de empresa, María José Mon, otros problemas han llevado a la fábrica a la crisis financiera. La reducción del 31,4% de la facturación en los últimos 5 años se debe a «la falta de canales de distribución o su gran dependencia a las grandes superficies», según el informe.