Escrito por Sumiciu el xueves, 11 ochobre de 2007
Las cartas, tiradas de cualquier forma sobre la mesa, mientras busco la mejor manera de esconderlas...dos vasos ahogados y sin velas y mis dedos perdidos entre seis cuerdas; se me escapa un susurro cada vez que el silencio me atormenta. Calma tras la tormenta, versos de parte de guerra.
Intento no pensar más de la cuenta, no vaya a ser que antes de empezar me acojone y me arrepienta. Al tiempo, que consciente de insconstante me culpo otra vez de ser y yo...¿qué cojones? me vuelvo a perder, porque sabes que así me encuentro bien...
Tras la pelea por ser cenicienta y mentirme a mi mismo !y tú que no escarmientas!, otro fuera, que creyera todo lo que te contaba mientras, furtivo, me besaba con la hierba. ¡Quieta ahí! que cuanto más lejos, mejor me encuentras...
Y una noche tranquila, pa hacer las cuentas que de repente me encuentro entre la marea. La música insinúa ideas perversas, pa encontrarte a tí (menos dormida) y yo caer en la cuenta (o el colchón)...no me importa acabar, es más, me alimenta: aliente concebido a golpe de espuela el beber de lo efímero mientras pueda.
Ahora veo correr la carretera, mientras choca contra la ventana mi cabeza. Entre cristales rotos, la sangre me lo recuerda; aunque sea jodido, aunque me joda la senda, me haré el sorprendido hasta que aprenda...que una palmadita y una puñalada, tienen el mismo tacto cuando son mal dadas. Y los besos son, a veces, mordiscos que te incitan a decir siempre lo mismo. Sabes que me jode repetir, todas esas escenas que encontrabamos en el cine en la sesión gamberra, pues me pesa el guión y así ando a tientas. Yo prefiero no querer y lanzarme a ciegas, a la vez que me pierdo entre palabras, para Noelia, (ella sabe que la Revolución está a la espera)...
Hasta que amanezca, me escondo tras mi barricada que los vacíos tienen menos eco cuando se cantan.
Intento no pensar más de la cuenta, no vaya a ser que antes de empezar me acojone y me arrepienta. Al tiempo, que consciente de insconstante me culpo otra vez de ser y yo...¿qué cojones? me vuelvo a perder, porque sabes que así me encuentro bien...
Tras la pelea por ser cenicienta y mentirme a mi mismo !y tú que no escarmientas!, otro fuera, que creyera todo lo que te contaba mientras, furtivo, me besaba con la hierba. ¡Quieta ahí! que cuanto más lejos, mejor me encuentras...
Y una noche tranquila, pa hacer las cuentas que de repente me encuentro entre la marea. La música insinúa ideas perversas, pa encontrarte a tí (menos dormida) y yo caer en la cuenta (o el colchón)...no me importa acabar, es más, me alimenta: aliente concebido a golpe de espuela el beber de lo efímero mientras pueda.
Ahora veo correr la carretera, mientras choca contra la ventana mi cabeza. Entre cristales rotos, la sangre me lo recuerda; aunque sea jodido, aunque me joda la senda, me haré el sorprendido hasta que aprenda...que una palmadita y una puñalada, tienen el mismo tacto cuando son mal dadas. Y los besos son, a veces, mordiscos que te incitan a decir siempre lo mismo. Sabes que me jode repetir, todas esas escenas que encontrabamos en el cine en la sesión gamberra, pues me pesa el guión y así ando a tientas. Yo prefiero no querer y lanzarme a ciegas, a la vez que me pierdo entre palabras, para Noelia, (ella sabe que la Revolución está a la espera)...
Hasta que amanezca, me escondo tras mi barricada que los vacíos tienen menos eco cuando se cantan.
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