Escrito por nbethune el sábado, 18 de octubre de 2008
MALPRAXIS
No nos referimos aquí, a ese lado oscuro de la medicina en su faceta individual de errores y/o negligencia ( y que por otra parte, tantas veces señala responsabilidades más altas. quen suelen quedar impunes).Con uno u otro resultado, esa malpraxis tiene cabida en el código penal.
En este caso, hablamos de la MALPRAXIS que viene INDUCIDA desde la dirección del propio ente público, favoreciendo claramente a las diversas formas de medicina privatizada que ampara y financia SACYL, sustrayendo fondos públicos
Y lo que hay que ver; en vez de reforzar las plantillas públicas, esta malpraxis que se pretende generalizar se nos presenta como una herramienta imprescindible con la que solucionar el problema de las listas de espera, aunque este planteamiento NO RESISTA ni en lo más mínimo el código deontológico y la ética profesional:
La consagración del acuerdo sobre el complemento de exclusividad negociado por la CEMS y el SACYL es su expresión más aberrante. Hay que recordar que el complemento de exclusividad (dedicación exclusiva a la Sanidad Pública), permitió en su día que muchos y buenos profesionales eligieran ese trabajo sin tener que “hacer chapuces” fuera.
Entonces había que elegir, y era justo, entre trabajo público y privado.
Actualmente, “La Santa Alianza” entre los gestores públicos con negocios privados y aquellos profesionales que venían compatibilizando 2 jornadas, una pública y otra privada, mediante la nueva figura del complemento, bajo la forma de “complemento de productividad”, LEGALIZA una situación de MALPRAXIS COLECTIVA. Pues gracias a ésta, un selecto grupo de especialistas “sirven a dos amos con todas las de la ley”.
Y además son doblemente premiados por ello: Las declaraciones del consejero Gúemez de la vecina CAM, invirtiendo los términos sobre este tema, cuando afirma que gracias a la compatibilidad se puede “retener a los buenos profesionales” son elocuentes....Ya no se trata de pagarles lo que se merezcan dentro del sistema sino cambiar éste a la medida de los intereses privados y los de ese reducido grupo de especialistas, que ni siquiera tienen porque ser “los buenos”, (suponiendo que deba hablarse así) ya que hay muchos otros especialistas... endocrinos, anatomopatólogos, internistas, pediatras, microbiólogos, investigadores etc., con dedicación exclusiva en su mayoría a quienes no alcanza ese trato de favor. De otro lado, en los últimos diez años el número de denuncias fundamentadas judicialmente por negligencia o errores, se ha multiplicado por 4 (según el último Congreso de Bioética)
.........el aumento del absentismo laboral en la pública, la utilización indebida de costosos medios diagnósticos de los grandes hospitales públicos para pacientes de consulta privada, la propia picaresca de los pacientes que usan las consultas privadas para ganar puestos en las listas de espera y los criterios también discriminatorios en el manejo de esas listas, son prácticas que se van generalizando, gracias al fenómeno que hemos descrito Tampoco es coincidencia que el aumento de dichas denuncias de malas practicas se concentre en las áreas de Cirugía, Traumatología, o las de Ginecología y Obstetricia.
Ya solo nos faltaban los curas en las comisiones deontológicas,- decidiendo sobre los tratamientos más convenientes a su moralidad-, para acabar definitivamente con la ética y sustituirla por la hipocresía
más reaccionaria, tal como ya han hecho en la Enseñanza Pública:
El equipo de Esperanza Aguirre en la CAM ya ha comenzado a explorar ese nuevo territorio de conquista, como lo demuestran el caso Montes y las últimas noticias que llegan del modelo publico madrileño con la Gestión privada de los nuevos Hospitales de Madrid.
Por último, ni siquiera se nos permite llamar a las cosas por su nombre: como burocracia, corrupción y mala praxis son términos muy gruesos, hay que sustituirlos en la practica por eufemismos más digeribles: así…nos hablan de “Gestión y optimización de recursos”, con lenguaje empresarial, se fabrican criterios de calidad, productividad y rentabilidad aunque sean ajenos a la ciencia médica y se pone dicha gestión en manos de “entidades de derecho privado”, a lo que añadir instrucciones compatibles con la actividad mercantil :
.........ahora al paciente se le llama “cliente”, a los médicos y enfermeros “proveedores de servicios”, las actividades son mercancías, los actos médicos o las pruebas analíticas son “productos”, los procedimientos se miden por su rentabilidad, los “incentivos” van en relación directa con ésta, etc, sin cortarse un pelo en comparar la sanidad en los centros con el trabajo en las modernas fabricas del automóvil, cadenas de montaje incluidas.
"La productividad" en Atención Primaria, otro ejemplo:
Como ha salido a la luz pública por la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, más de la mitad de los Médicos y Enfermeros/as de A.P. han cobrado en 2006 incentivos por cumplir con el llamado “índice sintético”, complicada ecuación que incluía como principal variable una alta prescripción de medicamentos genéricos:
Asociar una supuesta política de ahorro (que si quieren la podían aplicar directamente sobre los medicamentos) a las retribuciones de los Médicos, arrastrando además a la Enfermería (pues ellos sólo cobran si lo hace el Médico de su cupo) es una acción mercantil, carente de ética tanto de quien la da como del que la recibe:
Y así dividieron mitad por mitad a los Médicos y enfermería de A.P. de nuestra Comunidad Autónoma (55% lo cobraron; 45 % no lo cobramos)
Según se mire los “cumplidores” son los buenos ó “listos” y los no cumplidores somos los malos ó “los tontos” puesto que listos y tontos hacemos el mismo trabajo, independientemente de que se refleje en sus índices estadísticos. Además, cuanto mayores sean los cupos atendidos y la presión asistencial se hace más difícil ser cumplidor aunque se quisiera.
Pero eso es lo de menos, pues el complemento de productividad en Primaria, sólo pretende premiar a quienes sean obedientes con la Gerencia. Nada más.
Precisamente esto les importa sobremanera ya que de la sumisión total ahora vendrá después la provisión más fondos para productividad. ¿De dónde sacarlos?: “Del actual complemento de dedicación exclusiva “.
..............................................................
La polémica situación del nuevo Hospital Rio-Hortega, de Valladolid, es un compendio de todo lo anterior y de todo lo que se puede hacer, si lo que se pretende es destruir la sanidad pública:
-Retraso de más de dos años en la entrega de las obras, con el encarecimiento consiguiente (se ha alterado por 3 veces el presupuesto inicial)
-Dotación tecnológica del centro a cargo de una empresa privada, que coloca radiología en las proximidades de pediatría, y que no prevé el espacio para la terapia oncológica y ésta tendrá que derivarse a compañías privadas
-Primero se habla de habitaciones individuales, y cuando se ven obligados por la necesidad a doblarlas, hay que cambiarlo todo para instalar las fuentes de Oxigeno y vacío que faltan.
-El nuevo Hospital, con la tecnología más avanzada, se verá muy pronto saturado por crónicos y mayores, sino se da un uso geriátrico al antiguo hospital,- cosa que parece demasiado lógica para que la lleven a efecto... De hecho, la situación céntrica del antiguo hospital, le convierte en un goloso objetivo a los especuladores urbanísticos...
En el último momento se acuerdan de que un hospital necesita de una fuente de energía eléctrica en cantidades determinadas… ¡¡y empiezan ahora a planteárselo!!
- ............................................
Por último, corrupción, burocracia y mala praxis no serían posibles sin la colaboración por activa ó por pasiva de los trabajadores, y ésta se lleva a cabo a través de las burocracias sindicales. De su práctica nos ocuparemos en el siguiente apartado.
También es preciso señalar que estos factores del deterioro de la sanidad pública no actúan por separado. Por el contrario, se imbrican, complementándose; la burocracia a través de las políticas de imagen actúa como una alfombra bajo la que se tapan las actuaciones de corrupción y malpraxis. Los sindicatos, unas veces como don Tancredo hacen la vista gorda, y otras colaboran descaradamente: esta es la cruda realidad, por más que nos la vistan con uno u otro ropaje y por lo tanto no son convidados de piedra en este entramado
¿A cambio de qué?:
De dinero con el que mantener sus aparatos burocraticos
Baste como ejemplo ,que en 2007 los sindicatos U.G.T. y CC.OO recibieron de la Junta de Castilla y León 3 millones y medio de euros en subvenciones cada uno
Estas dos organizaciones cuentan con 900 liberados en las áreas dependientes de la Junta y de miles de delegados con sus correspondientes horas sindicales.
Para el año 2008 se les concederán 1600 millones para sus cursillos de prevención individual de accidentes laborales.
La comparación de estos datos con la evolución de nuestros derechos habla por sí sola.
La pugna de los diversos sindicatos corporativos del sector sanitario con respecto a CC.OO y U.G.T. es, naturalmente, por llevarse lo que puedan a partir de los votos que puedan obtener.
No nos referimos aquí, a ese lado oscuro de la medicina en su faceta individual de errores y/o negligencia ( y que por otra parte, tantas veces señala responsabilidades más altas. quen suelen quedar impunes).Con uno u otro resultado, esa malpraxis tiene cabida en el código penal.
En este caso, hablamos de la MALPRAXIS que viene INDUCIDA desde la dirección del propio ente público, favoreciendo claramente a las diversas formas de medicina privatizada que ampara y financia SACYL, sustrayendo fondos públicos
Y lo que hay que ver; en vez de reforzar las plantillas públicas, esta malpraxis que se pretende generalizar se nos presenta como una herramienta imprescindible con la que solucionar el problema de las listas de espera, aunque este planteamiento NO RESISTA ni en lo más mínimo el código deontológico y la ética profesional:
La consagración del acuerdo sobre el complemento de exclusividad negociado por la CEMS y el SACYL es su expresión más aberrante. Hay que recordar que el complemento de exclusividad (dedicación exclusiva a la Sanidad Pública), permitió en su día que muchos y buenos profesionales eligieran ese trabajo sin tener que “hacer chapuces” fuera.
Entonces había que elegir, y era justo, entre trabajo público y privado.
Actualmente, “La Santa Alianza” entre los gestores públicos con negocios privados y aquellos profesionales que venían compatibilizando 2 jornadas, una pública y otra privada, mediante la nueva figura del complemento, bajo la forma de “complemento de productividad”, LEGALIZA una situación de MALPRAXIS COLECTIVA. Pues gracias a ésta, un selecto grupo de especialistas “sirven a dos amos con todas las de la ley”.
Y además son doblemente premiados por ello: Las declaraciones del consejero Gúemez de la vecina CAM, invirtiendo los términos sobre este tema, cuando afirma que gracias a la compatibilidad se puede “retener a los buenos profesionales” son elocuentes....Ya no se trata de pagarles lo que se merezcan dentro del sistema sino cambiar éste a la medida de los intereses privados y los de ese reducido grupo de especialistas, que ni siquiera tienen porque ser “los buenos”, (suponiendo que deba hablarse así) ya que hay muchos otros especialistas... endocrinos, anatomopatólogos, internistas, pediatras, microbiólogos, investigadores etc., con dedicación exclusiva en su mayoría a quienes no alcanza ese trato de favor. De otro lado, en los últimos diez años el número de denuncias fundamentadas judicialmente por negligencia o errores, se ha multiplicado por 4 (según el último Congreso de Bioética)
.........el aumento del absentismo laboral en la pública, la utilización indebida de costosos medios diagnósticos de los grandes hospitales públicos para pacientes de consulta privada, la propia picaresca de los pacientes que usan las consultas privadas para ganar puestos en las listas de espera y los criterios también discriminatorios en el manejo de esas listas, son prácticas que se van generalizando, gracias al fenómeno que hemos descrito Tampoco es coincidencia que el aumento de dichas denuncias de malas practicas se concentre en las áreas de Cirugía, Traumatología, o las de Ginecología y Obstetricia.
Ya solo nos faltaban los curas en las comisiones deontológicas,- decidiendo sobre los tratamientos más convenientes a su moralidad-, para acabar definitivamente con la ética y sustituirla por la hipocresía
más reaccionaria, tal como ya han hecho en la Enseñanza Pública:
El equipo de Esperanza Aguirre en la CAM ya ha comenzado a explorar ese nuevo territorio de conquista, como lo demuestran el caso Montes y las últimas noticias que llegan del modelo publico madrileño con la Gestión privada de los nuevos Hospitales de Madrid.
Por último, ni siquiera se nos permite llamar a las cosas por su nombre: como burocracia, corrupción y mala praxis son términos muy gruesos, hay que sustituirlos en la practica por eufemismos más digeribles: así…nos hablan de “Gestión y optimización de recursos”, con lenguaje empresarial, se fabrican criterios de calidad, productividad y rentabilidad aunque sean ajenos a la ciencia médica y se pone dicha gestión en manos de “entidades de derecho privado”, a lo que añadir instrucciones compatibles con la actividad mercantil :
.........ahora al paciente se le llama “cliente”, a los médicos y enfermeros “proveedores de servicios”, las actividades son mercancías, los actos médicos o las pruebas analíticas son “productos”, los procedimientos se miden por su rentabilidad, los “incentivos” van en relación directa con ésta, etc, sin cortarse un pelo en comparar la sanidad en los centros con el trabajo en las modernas fabricas del automóvil, cadenas de montaje incluidas.
"La productividad" en Atención Primaria, otro ejemplo:
Como ha salido a la luz pública por la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, más de la mitad de los Médicos y Enfermeros/as de A.P. han cobrado en 2006 incentivos por cumplir con el llamado “índice sintético”, complicada ecuación que incluía como principal variable una alta prescripción de medicamentos genéricos:
Asociar una supuesta política de ahorro (que si quieren la podían aplicar directamente sobre los medicamentos) a las retribuciones de los Médicos, arrastrando además a la Enfermería (pues ellos sólo cobran si lo hace el Médico de su cupo) es una acción mercantil, carente de ética tanto de quien la da como del que la recibe:
Y así dividieron mitad por mitad a los Médicos y enfermería de A.P. de nuestra Comunidad Autónoma (55% lo cobraron; 45 % no lo cobramos)
Según se mire los “cumplidores” son los buenos ó “listos” y los no cumplidores somos los malos ó “los tontos” puesto que listos y tontos hacemos el mismo trabajo, independientemente de que se refleje en sus índices estadísticos. Además, cuanto mayores sean los cupos atendidos y la presión asistencial se hace más difícil ser cumplidor aunque se quisiera.
Pero eso es lo de menos, pues el complemento de productividad en Primaria, sólo pretende premiar a quienes sean obedientes con la Gerencia. Nada más.
Precisamente esto les importa sobremanera ya que de la sumisión total ahora vendrá después la provisión más fondos para productividad. ¿De dónde sacarlos?: “Del actual complemento de dedicación exclusiva “.
..............................................................
La polémica situación del nuevo Hospital Rio-Hortega, de Valladolid, es un compendio de todo lo anterior y de todo lo que se puede hacer, si lo que se pretende es destruir la sanidad pública:
-Retraso de más de dos años en la entrega de las obras, con el encarecimiento consiguiente (se ha alterado por 3 veces el presupuesto inicial)
-Dotación tecnológica del centro a cargo de una empresa privada, que coloca radiología en las proximidades de pediatría, y que no prevé el espacio para la terapia oncológica y ésta tendrá que derivarse a compañías privadas
-Primero se habla de habitaciones individuales, y cuando se ven obligados por la necesidad a doblarlas, hay que cambiarlo todo para instalar las fuentes de Oxigeno y vacío que faltan.
-El nuevo Hospital, con la tecnología más avanzada, se verá muy pronto saturado por crónicos y mayores, sino se da un uso geriátrico al antiguo hospital,- cosa que parece demasiado lógica para que la lleven a efecto... De hecho, la situación céntrica del antiguo hospital, le convierte en un goloso objetivo a los especuladores urbanísticos...
En el último momento se acuerdan de que un hospital necesita de una fuente de energía eléctrica en cantidades determinadas… ¡¡y empiezan ahora a planteárselo!!
- ............................................
Por último, corrupción, burocracia y mala praxis no serían posibles sin la colaboración por activa ó por pasiva de los trabajadores, y ésta se lleva a cabo a través de las burocracias sindicales. De su práctica nos ocuparemos en el siguiente apartado.
También es preciso señalar que estos factores del deterioro de la sanidad pública no actúan por separado. Por el contrario, se imbrican, complementándose; la burocracia a través de las políticas de imagen actúa como una alfombra bajo la que se tapan las actuaciones de corrupción y malpraxis. Los sindicatos, unas veces como don Tancredo hacen la vista gorda, y otras colaboran descaradamente: esta es la cruda realidad, por más que nos la vistan con uno u otro ropaje y por lo tanto no son convidados de piedra en este entramado
¿A cambio de qué?:
De dinero con el que mantener sus aparatos burocraticos
Baste como ejemplo ,que en 2007 los sindicatos U.G.T. y CC.OO recibieron de la Junta de Castilla y León 3 millones y medio de euros en subvenciones cada uno
Estas dos organizaciones cuentan con 900 liberados en las áreas dependientes de la Junta y de miles de delegados con sus correspondientes horas sindicales.
Para el año 2008 se les concederán 1600 millones para sus cursillos de prevención individual de accidentes laborales.
La comparación de estos datos con la evolución de nuestros derechos habla por sí sola.
La pugna de los diversos sindicatos corporativos del sector sanitario con respecto a CC.OO y U.G.T. es, naturalmente, por llevarse lo que puedan a partir de los votos que puedan obtener.
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