Creative Commons 3.0 RSS CSS 2.1 XHTML 1.0
Login  
Registro
 
Escrito por na el miércoles, 1 de mayo de 2019

En la Asamblea Lumínica estaban que trinaban.
Y esta vez, ni la armonía ni la melodía parecía que importaban.
Era el ritmo de los acontecimientos lo que estaban considerando.
Desde hacía tiempo se les había ido de las manos.
En el silencio, muchas voces seguían latiendo.
Imperturbablemente cuestionando.
Y sus preguntas resonaban por el universo entero.
Y ellas, inconscientes del eco, seguían creyendo que lo suyo, tan sólo eran cuentos.
De esos que mojan fronteras y bañan continentes.
Cuentos de mujeres.
Esos que no se nombran en la historia del hombre.
Ese eslabón intermedio entre la naturaleza y ellos.


La pregunta había sido formulada.
Ya era tarde para que el vaticano rectificara.
Ni aun eligiendo papisa mañana.
Nuestro ambiente arde hoy.
Desde antes de la inquisición.

No sé en qué momento exacto exorcizamos
A las mujeres de sus almas
A las madres de sus cuerpos
A las criaturas de sus corazones…

Puede que en cada entrega,
En cada orgasmo,
En cada aborto,
En cada parto,
En cada entrega…

Encadenada.

Participando de una espiritualidad egocéntrica y depredadora.
Vagando por planos ocultos, sin discernimiento.
Entregando una energía que se supone que no existe.
Siendo parasitada por entidades que eran de mentira.
Recibiendo auxilio de dioses que creía muertos.
Igual es inútil cuestionar fundamentos en llamas:
Caerán por su propio peso.
Puede que nada merezca salvar del conflicto.
Y sin embargo…
En esta orilla del Mediterráneo.
Me cuestiono la cercanía del Jesús cristiano.

¿Y si la idea no era otra “pseudociencia”?