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Escrito por na el jueves, 12 de enero de 2017

Emilio Carrillo, en sus charlas, utiliza una metáfora, en mi opinión muy lúcida, para describir al ser que somos.
Me tomo la licencia de incorporarla y con gratitud divulgarla.
No es la primera vez que la contemplo.
Allá por el XIX, cuando descubrimos nuestra parte racional, usamos la misma metáfora con otros conceptos.
Viajábamos de otra manera.
En aquel entonces, mi yo físico era el caballo.
Mi yo mental era el jinete.
El jinete, que por el mero uso de su razón, se libraba de la tiranía y la opresión.
Y tomando las riendas del animal desbocado, se libraba de milenios de ignorancia y superstición.

Emilio recurre a la misma idea. Dice que somos el conductor dentro de un coche.
Aclarando con su brillante claridad y sencillez conceptos que se quedaron en los carruajes del materialismo dialéctico.
Conceptos que faltaban en mi vocabulario.
El coche, para él, es el yo físico, mental y emocional.
El conductor es el ser infinito, divino y eterno.
El ego es el piloto automático que activa la mente cuando no hay nadie al volante.
Cuando no recordamos quiénes somos.
Cuando todo esta montado para que ni siquiera importe.
Y sin embargo importa.

En el XXI, en este europero Mediterráneo donde la educada mente campa a sus anchas, tengo manuales de instrucciones prácticamente sobre cualquier materia.
Dispongo de tantos manuales como modelos de coches. Donde tengo la información sobre cómo funciona y cuales son sus caracterísitcas y limitaciones.
Y tengo tantos códigos de circulación como fronteras. Y tengo leyes y tengo que conocerlas para poder conducir. Para tomar las riendas.
Y me doy cuenta que no conozco un manual que me ayude a paliar los efectos de la amnesia.
No tengo información coherente sobre el funcionamiento del yo físico, mental y emocional que me conforma.
No conozco la manera de hacer llegar a mi consciencia el funcionamiento del ser que somos.
Todavía.
Sigo yendo en bicicleta.

Escrito por na el lunes, 8 de junio de 2015

Lo que hoy traigo, fue escrito para ser practicado y divulgado.
Para ser difundido.
Con esa intención fue redactado: para ser conocido y reconocido.
Para ser irradiado y extendido en todas las dimensiones y sentidos:
Hacia dentro y hacia fuera.
Y también hacia los lados.
Hacia arriba y abajo.
Y en diagonal.
Hacia delante y atras.
En paralelo y en perpendicular.
En este lado y en los demás.
Sí, me doy cuenta, es tan enorme que se me va.
Y dejo que se me vaya porque ahora sé que no me pertenece, que no es mío.
Nunca lo ha sido.
Sé que está aquí, que formo parte.
Sé que necesita ser expresado y sé que dispongo de recursos para hacerlo.
Mis potencialidades humanas ya no son una posibilidad, se han convertido en una necesidad, tan vital como respirar.
Algo ha cambiado.
Ya no me da miedo sentir al alma.
Sé cómo llegar al borde sin salirme del centro.
Sin dejar que me arrastre la espiral de la pena, del dolor y la rabia.
Y puedo decir todo esto sin sentirme poseida y loca.
Y tanto se me va que me da por recordar que los recursos del planeta pertenecen a la humanidad entera.
A la vida entera.
Y esto que hoy, sin mérito alguno hago mío, es el mayor recurso que tengo.
De muchas formas ha sido explicado y no era capaz de entenderlo.
Esta en concreto la pego tal cual por cómo recorre el espectro.
Por cómo y cuándo me ha llegado.
Como todo lo que me llega, justo a tiempo.
Gracias.
Y ni las leyes, ni las creencias, por muy mayoritarias que se crean, pueden alterar la verdad desnuda que resuena a lo largo, ancho y profundo del tiempo y espacio que cohabito.
Aunque el premio por gritar su desnudez sea la cicuta, la cruz, la hoguera, la cuneta... nadie puede pretender adueñarse de esta herencia compartida.
Por poder pueden, claro, y por poder pretenden y a ratos parece que hasta lo consiguen.
Le plantan un copyright y se quedan tan panchys.
Fronteras, egos, etiquetas...
Y todo tiene dueñy, y todo tiene precio.
Y algo muere por dentro cuando consiguen que las necesidades humanas solo sean accesibles si las pagas.
La verdad no es negociable:
Y nadie más es responsable.




Thich Nhat Hanh
Cómo lograr el milagro de vivir despierto
(Un manual de meditación)


TREINTA EJERCICIOS PARA PRACTICAR LA ATENCION MENTAL

1. La media sonrisa
a) Media sonrisa en cuanto se despierte por la mañana: Cuelgue una rama o cualquier otro signo,
incluso la palabra “sonrisa” del techo o en la pared, de modo que la vea en cuanto abra los ojos.
Esta señal le servirá de recordatorio. Emplee unos segundos antes de levantarse de la cama en
regular la respiración. Haga tres respiraciones mientras mantiene la media sonrisa. Siga la
respiración.
b) Media sonrisa en los ratos libres: Mientras este en una sala de espera, o en el autobús, en una cola
de correos, o en cualquier lugar en el que permanezca sentado o de pie, semisonria. Inspire y
expire lentamente tres veces. Mantenga la media sonrisa y considere su propia naturaleza en el
foco de su atención.
c) Media sonrisa mientras escucha música: Escuche una pieza de música durante dos o tres minutos.
Preste atención a las palabras, música, ritmo y sentimientos. Sonría mientras observa su inhalación
y exhalación.
d) Media sonrisa cuando este irritado: Cuando se de cuenta de que esta irritado, semisonria. Inhale y
exhale tranquilamente, manteniendo la media sonrisa durante tres respiraciones.

2. Dejarse ir. Relajación
a) Dejarse ir en posición yacente: Túmbese de espaldas sobre una posición plana sin el soporte de un
colchón o una almohada. Mantenga los brazos extendidos a los lados y las piernas ligeramente
separadas, extendidas al frente, Mantenga una media sonrisa. Respire tranquilamente con la
atención enfocada en la respiración. Deje ir cada músculo del cuerpo. Relaje cada músculo como si
estuviera colgado a través del suelo o como si fueran tan blandos y flexibles como un trozo de seda
colgado de una cuerda, puesto a secar. Déjese ir totalmente, mantenga la atención solamente en la
media sonrisa y en la respiración. Identifíquese con un gato, completamente relajado ante un fuego,
con los músculos fláccidos, sin hacer resistencia a las caricias de nadie. Siga así durante 15
respiraciones.
b) Déjese ir en posición sedente: Siéntase en la postura del loto o en medio loto, o con las piernas
cruzadas, o plegadas al frente, o incluso en una silla con los dos pies tocando el suelo. Semisonria.
Continúe como en el ejercicio anterior.

3. Respiración
a) respiración profunda: Túmbese sobre la espalda (como en el ejercicio 2a). Respire uniforme y
suavemente, dirigiendo la atención al movimiento del estomago. Cuando comience a inspirar deje
que el estomago se eleve para llevar el aire a la mitad inferior de los pulmones. Cuando la mitad
superior de los pulmones comience a llenarse de aire, el pecho comienza a elevarse y el estomago
comienza a descender. No se canse. Continúe durante 10 respiraciones. La expiración será mas
larga que la inspiración.
b) Medir la respiración por las pisadas: Pasee lentamente y relajadamente en un jardín, a lo largo de
un río o en un sendero rural. Respire normalmente. Determine la longitud de su respiración, la
inhalación y la exhalación, por el número de pasos. Continúe durante unos minutos. Comience a
alargar la expulsión en un paso, pero no fuerce una inspiración mas larga, deje que sea natural.
Vigile cuidadosamente la inhalación para ver si existe el deseo de prolongarla. Continúe durante 10
respiraciones.
Ahora prolongue la expulsión un paso mas. Vigile si la inspiración se alarga un paso o no.
Prolongue la inspiración solamente cuando sienta que será agradable. Después de 10 respiraciones
vuelva a respirar normalmente.
Transcurridos unos cinco minutos puede comenzar de nuevo la práctica de alargar las
respiraciones.
En cuanto se sienta un poco cansado, vuelva a la normalidad. Después de varias sesiones de esta
practica, la inspiración y la expulsión serán de igual duración. No practique mucho tiempo; iguale la
duración durante 10 o 20 respiraciones antes de recuperar el ritmo normal.
c) Cuente la respiración: Siéntese en loto o medio loto o vaya a dar un paseo. Cuando inhale este
atento: “estoy inhalando”; cuando exhale este atento: “estoy exhalando”. Recuerde respirar desde el
estomago (3a). Cuando comience la segunda inhalación este atento: “estoy inhalando, dos”; y al
exhalar lentamente este atento: “estoy exhalando, dos”. Continúe hasta llegar a 10. Cuando halla
llegado a 10 vuelva a empezar por el uno. Siempre que pierda la cuenta vuelva a comenzar por el
uno.
d) Seguir la respiración mientras se escucha música: Escuche una pieza musical. Haga respiraciones
largas suaves y uniformes. Siga su respiración y sea el dueño de ella mientras permanezca atento a
los movimientos y sentimientos de la música. No se pierda en la música; continúe siendo el dueño
de su respiración y de si mismo.
e) Seguir la respiración mientras se mantiene una conversación: Haga respiraciones largas, suaves y
uniformes. Siga su respiración mientras escucha a un amigo y mientras usted mismo habla.
Continúe como en 3d.
f) Seguir la respiración: Siéntese en loto o medio loto o vaya a dar un paseo. Comience a inspirar
lenta y normalmente (desde el estomago) atento al hecho de que “estoy inhalando normalmente”.
Exhale con atención: “estoy exhalando normalmente”. Hágalo tres veces. La cuarta alargue la
inspiración atento al hecho de que “estoy haciendo una inspiración larga”. Expulse con atención al
hecho: “estoy haciendo una larga expulsión”. Hágalo tres veces.
Ahora siga su respiración cuidadosamente, consciente en todo momento del estomago y los
pulmones. Siga la entrada y la salida del aire. Este atento a hecho de que “estoy inhalando y
siguiendo la inhalación desde el principio al fin. Estoy exhalando y siguiendo la exhalación desde el
principio al fin”. Continúe durante 20 respiraciones. Vuelva a la normalidad. Tras 2 minutos repita el
ejercicio. Recuerde mantener la media sonrisa mientras respira. Una vez que domine este ejercicio
pase al 3g.
g) Respirar para pacificar cuerpo y mente y realizar la Alegría: Siéntese en loto o medio loto.
Semisonria. Siga la respiración (3d). Cuando la mente y el cuerpo estén tranquilos, continúe
respirando muy suavemente atento al hecho de que “estoy inspirando y haciendo la respiración
corporal ligera y pacifica. Estoy expirando y haciendo la respiración corporal ligera y pacifica”.
Hágalo por tres veces, haciendo nacer el pensamiento siguiente con atención mental: “Estoy
inspirando y haciendo todo mi cuerpo ligero, pacifico y alegre”. Continúe por tres respiraciones
haciendo surgir el pensamiento: “Estoy inspirando mientras mi cuerpo y mente están alegres y en
paz. Estoy expulsando mientras mi mente y mi cuerpo están alegres y en paz”.
Mantenga este pensamiento con atención de cinco a treinta minutos, o durante una hora, según su
capacidad y del tiempo de que disponga. El principio y el final de la práctica deben ser relajados
tranquilos. Cuando quiera parar, cuidadosamente de masajes a los ojos y a la cara con las dos
manos y luego masajee los músculos de las piernas antes de volver a sentarse con normalidad.
Espere un momento antes de levantarse.

4. atención Mental de la posición y movimientos del cuerpo
a) atención sobre la posición del cuerpo: Puede ser practicada en cualquier momento y lugar.
Comience por enfocar la atención hacia la respiración. Respire más lenta y profundamente de lo
normal. Permanezca atento a la posición del cuerpo, bien este paseando, de pie, tumbado o
sentado. Sepa por donde pasea; sepa donde esta parado, donde yace, donde se sienta, Este atento
al propósito de su posición. Por ejemplo, puede estar consciente de que esta sentado en una verde
colina para refrescarse, para practicar respiraciones o simplemente para estar. Sino existe ningún
propósito determinado, sea consciente de que no existe propósito alguno.
b) atención a la preparación del te: Prepare te para servírselo a algún amigo o para usted mismo.
Haga cada movimiento lentamente, con atención mental. No deje pasar ningún movimiento sin ser
consciente de todos sus detalles. Dese cuenta de que sus manos sujetan la tetera por el asa. Dese
cuenta de que esta echando el te, aromático y caliente, en la taza. Siga con atención cada paso.
Respire más suave y profundamente de lo normal. Siga la respiración si la mente se dispersa.
c) La atención mientras se lavan los platos: Friegue los platos relajadamente como si cado uno de
ellos fuera un objeto de contemplación. Considere cada plato como la Autentica Realidad. Siga la
respiración para prevenir la dispersión mental. No trate de apresurarse para acabar cuanto antes.
Considere el lavado de la vajilla como la cosa más importante del mundo. Fregar platos es
meditación, y si no puede hacerlo con atención, tampoco podrá meditar mientras se sienta en
silencio.
d) La atención mientras se lava la ropa: No lave demasiadas cosas a la vez. Seleccione tres o cuatro
piezas de ropa cada vez, para lavarlas. Escoja la posición mas cómoda, ya sea sentado o de pie,
para prevenir un dolor de espalda, restriegue la ropa relajadamente manteniendo la atención en
cada movimiento de las manos y de los brazos. Preste atención al jabón y al agua. Cuando
terminado de frotar y aclarar, su mente y su cuerpo deben sentirse tan fresco como la ropa.
Recuerde mantener la media sonrisa y tome conciencia de la respiración cada vez que la mente le
distraiga.
e) La atención mientras se limpia la casa: Divida el trabajo en etapas: ordenar cosas y colocar libros,
etc., fregar el retrete, limpiar el cuarto de baño, barrer el suelo y limpiar el polvo, etc. Emplee tiempo
suficiente para cada cosa. Muévase lentamente, tres veces más lento de lo habitual. Concéntrese
plenamente en cada tarea. Por ejemplo mientras coloca un libro en la estantería, dese cuenta de
que libro es, dese cuenta de que esta colocándolo, tratando de ponerlo en un lugar específico. Sepa
que sus manos alcanzan el libro y lo recogen. Evite todo movimiento abrupto y áspero. Mantenga la
atención en la respiración, especialmente cuando la mente se distraiga.
f)La atención mientras se baña: Concédase 30 o 45 minutos para tomar un baño. No se apresure ni
un segundo. Desde el momento en que se prepara el baño hasta el momento en que se pone la
ropa limpia, deje que cada movimiento sea suave y lento. Tome conciencia de cada instante. Ponga
la atención en cada parte del cuerpo sin discriminación o miedo. Tome conciencia del contacto del
agua con el cuerpo. Cuando se acabe, su mente se sentirá tan en paz y ligera como su cuerpo. Siga
su respiración. Piense de si mismo que esta en un limpio y fragante estanque de lotos en el verano.
g) La atención en el guijarro: Siéntese en loto o medio loto. Regule la respiración como en el ejercicio
3c. Cuando su respiración sea lenta y uniforme comience a relajar todos los músculos mientras
mantiene la media sonrisa, como en el ejercicio 2a. Identifíquese con un guijarro que se sumerge en
un claro arroyo. Mientras se sumerge no hay intención de guiar el movimiento. Húndase hasta el
lugar de completo reposo sobre la apacible arena del lecho del río. Continúe meditando en el
guijarro hasta que su mente y su cuerpo estén en absoluto reposo: una piedra descansando en la
arena. Mantenga esa paz y ese gozo media hora, mientras vigila su respiración. Ningún
pensamiento acerca del pasado o del futuro puede apartarle de esa paz y de ese gozo. El universo
existe en ese momento presente. Ningún deseo puede apartarle de esa paz actual, ni siquiera el
deseo de llegar a ser un Buda o el deseo de salvar a todos los seres. Sepa que el deseo a ser un
Buda o salvar a todos los seres solo puede realizarse sobre la base de la paz pura de ese
momento.
h) Planear un día de atención mental: Seleccione un DIA de la semana, cualquier DIA, el que mejor
convenga a su situación. Olvide el trabajo que tiene que realizar los demás días; no organice
reuniones ni citas. Haga solo trabajos sencillos, tales como limpiar la casa, guisar, lavar la ropa o
quitar el polvo. Siga los métodos descritos en el ejercicio 4c. Luego prepare un poco de te (4b).
Puede leer las Escrituras o escribir cartas a los amigos íntimos. Luego de un paseo para practicar el
método de la respiración (3b, 3c y 3e). Mientras lea las Escrituras o escriba al amigo, mantenga la
atención, no deje que el Sutra o carta le lleve a cualquier otro sitio. Mientras lea los textos sagrados,
sepa que esta leyendo; mientras escriba la carta, sepa que esta escribiendo. Siga el mismo
procedimiento que cuando escucha música o charla con un amigo (3d, 3e). Por la noche, prepárese
una cena ligera, quizás solo un poco de fruta o un zumo. Siéntese en meditación una hora antes de
irse a la cama. Siga el método descrito en el ejercicio 4g, 3e o 3g. Durante el DIA, de un par de
paseos de 30 o 45 minutos. No lea antes de dormirse y en lugar de esto, practique una relajación
total (2a) durante 5 o 10 minutos. Sea amo de su respiración. Respire suavemente (la respiración no
debe ser demasiado larga). Siga los altibajos del estomago y pecho, los ojos cerrados. Cada
movimiento durante este DIA debe ser, al menos, dos veces más lento que lo habitual.

5. Contemplación de la Interdependencia
a) Contemplación de los cinco agregados: Busque una foto suya cuando era niño. Siéntese en loto o
en medio loto y comience a seguir su respiración como en el ejercicio 3e. Después de 20
respiraciones, comience a enfocar su atención en una foto situada frente a usted. Recréese y viva
de nuevo los cinco agregados de los cuales estaba hecho en el momento en que se tomo la foto: las
características físicas del cuerpo, sus sentimientos, percepciones, funciones mentales y conciencia
en aquella edad. Continúe con la respiración. No deje que los recuerdos lo seduzcan y venzan.
Mantenga esa contemplación durante 15 minutos. Vuelva su atención a su ser presente. Sea
consciente de su cuerpo, sentimientos, percepciones, funcionamiento mental y conciencia en el
momento actual. Vea los cinco agregados que le conforman. Hágase la pregunta: “¿Quién soy yo?”.
Deje que la pregunta arraigue profundamente, como una nueva semilla sembrada en tierra suelta y
regada con agua. La pregunta “¿Quien soy yo?” no debe ser una consideración abstracta a
considerar con un intelecto discursivo. La pregunta ¿Quién soy yo? No deberá confinarse en el
intelecto, sino ser entregada al cuidado de la totalidad de los cinco agregados. No trate de encontrar
una respuesta intelectual. Haga la contemplación durante 10 minutos, manteniendo una respiración
suave pero profunda para prevenir ser empujado a la reflexión filosófica.
b) La Contemplación del propio esqueleto: Túmbese en una cama, una esterilla o la hierba en una
posición en la que se encuentre cómodo. No use almohada. Comience a tomar contacto con la
respiración. Haga la contemplación de que todo lo que ha quedado de su cuerpo es un esqueleto
blanco que yace sobre la superficie de la tierra. Mantenga la media sonrisa y continúe siguiendo la
respiración. Imagine que toda su carne se ha descompuesto y desaparecido, que su esqueleto yace
en la tierra 80 años después de haber sido enterrado. Vea claramente los huesos de su cabeza,
espalda, costillas, caderas, piernas y brazos, los huesos de los dedos. Mantenga la media sonrisa,
respire muy suavemente con el corazón y la mente serenos. Vea que su esqueleto no es usted. Su
forma corporal no es usted, ni siquiera son de usted los sentimientos, pensamientos, acciones y el
conocimiento. Mantenga esa contemplación durante 20 o 30 minutos.
c) Contemplación de su verdadero aspecto antes de haber nacido: En la postura de loto o del medio
loto siga la respiración. Concéntrese en el punto del comienzo de su vida (A). Sepa que ese es
también el punto de partida de su muerte. Vea que tanto su vida como su muerte se manifestaron al
mismo tiempo: esta es porque aquella fue. La una no se sucedería sin la otra. Vea que la existencia
de su vida y de su muerte dependen la una de la otra: la una es el cimiento de la otra. Vea que
usted es al mismo tiempo su vida y su muerte, que ambas no son enemigas, sino dos aspectos de
la misma realidad. Entonces concéntrese en el punto final de doble manifestación (B) que,
erróneamente es llamada muerte. Vea que es ese punto final de la manifestación tanto de la vida
como de la muerte. Vea que no hay diferencia entre lo que hay delante de A o detrás de B.
d) La Contemplación sobre un ser amado que ha muerto: Póngase en una posición cómoda.
Comience a tomar contacto de su respiración como en 3e. Contemple el cuerpo de un ser amado
que haya muerto, ya sea unos cuantos meses o años. Sepa claramente que la carne de la persona
se ha descompuesto y que solo el esqueleto permanece tranquilamente bajo la tierra. Sepa
claramente que su propia carne esta todavía aquí y que en usted mismo están todavía combinados
los cinco agregados de forma corporal, sentimientos, percepciones, funciones mentales y
conciencia. Piense en su interacción con esa persona en el pasado y ahora. Haga esa
contemplación por 15 minutos.

6. La contemplación en la compasión
A
VIDA
B
MUERTE
a) Contemplación en las personas que usted mas odie o desprecie: Siéntese en la postura del loto o
del medio loto. Sonría y respire como en el ejercicio 2b. Contemple la imagen de la persona que le
haya causado más sufrimiento. Use la imagen de esa persona como el objeto de su contemplación.
Contémplela en su forma corporal, sentimientos, percepciones, procesos mentales y conciencia de
la persona. Contemple cada agregado separadamente. Comience por la forma corporal. Contemple
los aspectos que usted odie o desprecie más o que encuentre más repulsivos. Continúe con los
sentimientos de la persona. Trate de ver lo que hace a esa persona gozar o sufrir en la vida diaria.
Cuando contemple las percepciones, trate de ver a que modelos de pensamiento y razonamiento
sigue esa persona. Para los procesos mentales, examine que es lo que motiva las esperanzas y
acciones de esa persona y lo que motiva sus actos. Finalmente considere su conciencia; vea si sus
puntos de vista y sus percepciones son abiertos y libres o no y si ha sido influenciado por cualquier
prejuicio: estrechez de mente, odio o ira. Vea si es o no dueño de si mismo. Siga esta
contemplación hasta que sienta que la compasión surge en su corazón como un pozo que se va
llenando de agua fresca, y que su ira y su resentimiento desaparecen. Practique este ejercicio
muchas veces con la misma persona.
b) Contemplación en el sufrimiento causado por la falta de sabiduría: Siéntese en loto o medio loto.
Siga su respiración como en 3e. Elija la situación de una persona, familia o sociedad que a su juicio
mas sufra. Ese será el objeto de su contemplación. En el caso de una persona, trate de ver cada
uno de los sufrimientos que esa persona esta sobrellevando. Comience con el sufrimiento de la
forma corporal (enfermedad, pobreza, dolor físico) y luego siga con el sufrimiento causado por los
sentimientos (conflictos internos, miedo, odio, celos, conciencia torturada). Considere a continuación
los sufrimientos causados por las percepciones (pesimismo, engolfamiento en los problemas con un
punto de vista estrecho y oscuro) Vea si sus procesos mentales están motivados por el miedo, el
desaliento, la desesperación o el odio. Vea si su conciencia esta obstruida por esta situación, a
causa de su sufrimiento, a causa de la gente que le rodea, su educación, la propaganda o la falta de
autocontrol. Medite sobre todos estos sufrimientos hasta que su corazón se llene de compasión
como un pozo de agua fresca y vea que esa persona sufre a causa de sus circunstancias y de la
ignorancia. Resuelva en su corazón y en su mente ayudar a esa persona a salir de su situación
presente, pero siempre de la forma más silenciosa y menos pretenciosa posible.
En el caso de una familia, siga los mismos métodos. Examine los sufrimientos de una persona y
luego de otra hasta que haya examinado los sufrimientos de toda la familia. Vea que los
sufrimientos de ellos son los sufrimientos de usted. Vea que no es posible hacer reproches a
ninguna persona de ese grupo. Vea que debe ayudarles a liberarse a si mismos de su situación
presente de la manera mas silenciosa y menos pretenciosa posible. En el caso de una sociedad,
tome la situación de un país en guerra o en cualquier otra situación injusta. Trate de ver como cada
persona envuelta en el conflicto es una victima. Vea que nadie de los que luchan entre si o están en
lados opuestos desea que continúe ese sufrimiento. Vea que no hay solo un culpable o grupo de
culpables de esa situación. Vea como la situación es posible por la superposición de ideologías y
por el injusto sistema económico mundial que es sustentado por cada persona a causa de la
ignorancia o por la falta de resolución para cambiarlo. Vea que las dos partes de un conflicto no
están realmente opuestas, sino que son dos aspectos de la misma realidad. Vea que la cosa mas
esencial es la vida y que matar u oprimir a otros no resuelve nada. Recuerde las palabras del Sutra:
“En tiempo de guerra”.
Erige en ti el Espíritu de la compasión
Ayudando a los seres vivientes
A abandonar el deseo de lucha
Donde quiera que haya furiosa batalla
Entrégate totalmente
A mantener igualada las fuerzas de ambos lados
Y luego intervén para solucionar el conflicto.
(Vimalakirti Nirdesa)
Medita hasta que desaparezca cada reproche y cada odio, y la compasión y el amor inunden tu
corazón como un pozo de agua fresca. Haz votos para trabajar por el despertar y la reconciliación
de la forma más silenciosa y sin pretensiones posibles.
c) Contemplación en la acción desinteresada: Siéntese en loto o medio loto. Siga su respiración como
en 3e. Tome como objeto un programa de desarrollo rural o cualquier otro proyecto que considere
importante para su meditación. Observe el propósito del trabajo, los métodos que se vayan a
emplear y la gente implicada. Considere primero el propósito de proyecto. Vea que el trabajo es
servir, aliviar el sufrimiento, responder a la compasión y no satisfacer el deseo de alabanzas o
reconocimiento. Vea que los métodos utilizados estimulen la cooperación entre los humanos. No
considere el proyecto como un acto de caridad. Considere a la gente implicada. ¿Todavía los ve en
términos de unos que sirven y otros que se benefician? Si todavía ve que hay quienes sirven y
quienes se benefician, su trabajo es para usted mismo y sus trabajadores, y no por el servicio. El
Prajnaparamita Sutra dice: “El Bodhisattva ayuda a los seres vivientes a pasar a la otra orilla pero
de hecho ningún ser viviente esta siendo ayudado a cruzar a la otra orilla”. Resuelve trabajar en el
espíritu del Prajnaparamita, el espíritu de la acción desinteresada.
d) Contemplación en el desapego: Siéntese en loto o medio loto. Siga su respiración como en 3e.
Rememore los éxitos más significativos de su vida y examine cada uno de ellos. Examine su
talento, sus virtudes, su capacidad, la convergencia de condiciones favorables que le condujeron al
éxito. Estudie la complacencia y la arrogancia que han surgido del sentimiento de que era usted la
causa principal del éxito. Derrame la luz de la interdependencia sobre todo el asunto para ver que el
logro no es realmente suyo sino de la convergencia de varias condiciones favorables más allá de su
alcance. Véalo hasta que deje de estar atado a esos éxitos. Solo cuando pueda renunciar a ellos
podrá ser realmente libre y no ser atacado mas por ellos. Rememore los más amargos fracasos de
su vida y examine cada uno de ellos. Examine su talento, sus virtudes, su capacidad y la ausencia
de condiciones favorables que condujeron al fracaso. Examine todos los complejos que han surgido
en usted a causa del sentimiento de que no es capaz de alcanzar el éxito. Derrame la luz de la
interdependencia sobre todo el asunto para ver que los fallos no son debidos a su falta de habilidad
sino más bien a la falta de condiciones favorables. Contemple para ver que no tiene que echarse
esos fracasos sobre sus hombros, que esos fallos no son su propio ser. Vea si esta libre de ellos.
Solamente cuando pueda renunciar a ellos estará realmente libre y no será asaltado por ellos nunca
más.
e) Contemplación en el no abandono: Siéntese en loto o medio loto. Siga su respiración como en 3e.
Aplique uno de los ejercicios 5a, 5b o 5c. Ve que todo es impermanente y que carece de identidad
eterna. Contemple para ver que aunque las cosas sean impermanentes y sin identidad perdurable,
son sin embargo maravillosas. Mientras no este atado por lo condicionado, tampoco lo esta por lo
no-condicionado. Contemple que el Bodhisattva si bien no esta atrapado por los cinco agregados y
por los dharmas condicionados, tampoco esta separado de ellos. Aunque puede abandonar los
cinco agregados y los dharmas condicionados como si fueran frías cenizas, todavía puede alojarse
en los cinco agregados y en los dharmas condicionados y no ser inundados por ellos. Es como una
barca sobre el agua. Contemple para ver que la gente despierta, aunque no esta esclavizada por el
trabajo de servir a los seres vivientes, nunca abandone el trabajo de servir a los seres vivientes.

Escrito por na el viernes, 10 de abril de 2015

El ayuno altera las puertas de la introspección y la percepción.

Y puedes comprobarlo.

No es coincidencia, ni es casualidad que las tradiciones que hablan de energía, usen el ayuno como vía.
Conscientes del potente efecto de ese estado alterado para break on through al otro lado.

Para conocerse y sanar.
Para escucharse y conectar.

"Que tu alimento sea tu medicina".
A Hipócrates, nada menos, se le atribuye.
Y por él perjuran quienes aun recetan.

Sí, la humanidad está enferma.
Y a esa enfermedad contribuyen, deliberadamente, la industria alimentaria y la farmacéutica.
Entre otras, claro.
Rentables negocios que publicitar para vender, otrora necesidades básicas que satisfacer para ser.

Cómo cambia el cuento.

He descubierto, en plan sincronicidad, Una Dulce Revolución.
El impresionante trabajo de Josep Pàmies.
Gracias.
Y su labor me ha servido para poner ciertos hábitos en perspectiva.
Para reencuadrar algunos conceptos y enriquecerlos.
Bueno, o eso creo.

No es casualidad ni coincidencia el enfermante consumo de azúcar, de carne, de lácteos... entre los adormecidos estómagos privilegiados.
Cebándonos así no tenemos energía para darnos cuenta de lo jodidys que estamos.
Ni falta que hace...¿verdad?
!Bastante tenemos ya!
Porque si nos diéramos cuenta, no podríamos seguir impúnemente llamándolo inconsciente.
Ni ser conscientes y seguir comprando en el supermercado.
Lo siento, no se puede.
Percatarse implica cambio.

Y ayunar te cambia al nivel más fundamental, al nivel bioquímico, metabólico, energético...
Es una herramienta muy poderosa y eficaz en esto de la salud y la conciencia y lo suyo es usarla con precaución y prudencia.
Con cuidado y con cariño.
Ahora, tú haz lo que quieras.
Allá cada cual con su conciencia.
Pero es tan fácil averiguar lo que te sienta bien a ti.
Tan sólo hace falta escucharse, no con las orejas, ni las palabras, sino con la atención y la consciencia.
Con la presencia.
Los límites y las maneras corresponde a cada cual descubrir y quizá, algún día, compartir.


Lo que tengo muy claro es que los desbarajustes ocasionados por el modo de vida domesticado son parcheados con fármacos, cronificando enfermedades, interfiriendo en la inherente curación de la vida mientras vive.

Y tenemos que pararlo.

A Paracelso atribuimos: "La naturaleza cura, el médico cuida".
Y enfermamos al cortar las raíces con nuestro vínculo ancestral.
Conozco demasiadas personas que viven sin saber que tienen el poder de sanarse.
Los médicos, las plantas, la comida... pueden ayudar y tambien pueden perjudicar.
Los seres humanos nos equivocamos y acertamos hagamos lo que hagamos.
Por eso, la responsabilidad sobre tu salud es tuya y tuya es la decisión y no de las autoridades sanitarias que silencian, recomiendan y prohíben para que no nos timen con cuentos (claro).
Pero para decidir cómo quieres curarte, primero debes saber qué alternativas tienes para curarte.
Y hay un mundo entero ahí dentro por cartografiar.

Me he dado cuenta, con ayuda, que el poder de sanarme se abre en mi interior cuando mi vibración no contradice los principios de la vida de la que formo parte.
Y a poco que observe la vida, me percato de sus ciclos.
De sus primaveras y sus inviernos.
De sus días y sus noches.
Y esas cositas que tanto me fascinan.

En esto de la alimentación, según la antidieta de los Diamond, hay tres ciclos básicos.
Ciclos lógicos de fácil comprobación:
Apropiacion.
Asimilación.
Eliminación.

La lógica y la razón se oponen a los hábitos y mentiras en los que he sido educada.
Principios que siguen publicitando.
Es lógico y racional darse cuenta que si como, cago.
Y si no conozco, ni respeto, mis ciclos biológicos, si la mayoría de la alimentación, de la mayoría de mis días, la forman alimentos concentrados, si no combino lo que me trago como toca segun mi actividad y la época de mi vida y del año, si nada de eso hago, es cuestión de tiempo que mi sistema pete.
O se sobrecarge tratando de compensar todos los desequilibrios que impone la tradición, la moda, el interés de turno.
Si necesito algo para comer y cagar, es que algo va mal.
Y me da igual que sean pastillas que all bran.
Curarse no es depender de algo para funcionar.
Curarse es equilibrarse.
Y eso sucede siempre en reflexivo.

Los malos hábitos y la mala calidad de los alimentos que ingerimos, donde prima la productividad y el beneficio sobre la salud y el equilibrio, donde hemos conseguido comercializar el producto sintetizado en laboratorio y prohibir la planta de la que se extrae el principio activo, donde las desigualdades y las injusticias con la comida hace tiempo que traspasaron el umbral de la cordura...

¿Hasta cuando?
No, en serio, ¿hasta cuando?
Tenemos las plantas y las plantas no tienen dueño.
Son de la naturaleza, y la naturaleza somos todas las especies.
Todo el ecosistema.
O lo éramos, claro.

He pasado mucho tiempo atrapada en la fase de digestion (comiendo aunque fuera a comer, incluso aunque acabara de comer) Y me doy cuenta que la costumbre de picar, energéticamente me agota.
Me obliga a estar siempre apropiando. Siempre en este lado. El único lado que según la medicina oficial existe.
Sin tiempo para asimilar, sin tiempo para eliminar lo que no me sirve antes de que se me pudra.
Identificaba como hambre las sensaciones en mis tripas, porque comía y momentáneamente se me pasaba.
Pero hambre no era.
Eran mis entrañas gritando mis bloqueos.
Mientras hago la digestion no me doy cuenta, porque mi energía "inconsciente" va a lo "importante" y deja el reequilibrar los traumas para luego, pero todo esta programado para que luego nunca llegue.
Para que no podamos activar el parasimpático "sin querer" aunque sea necesario y terapéutico.
Y muchísimo menos a voluntad.

Ayunar me purga.
Me limpia, me vuelve ligera
Me libera de la carga de nutrirme de mierda.
De cocinarla y fregarla.
Y consigo ir hacia dentro mas fácil.
Ahora comprendo por qué me refugiaba en la comida.
Y comprendo porqué los trastornos alimentarios están tan generalizados en estos criaderos de miserables y de miserias que llamamos primer mundo.
Y por lo visto, cada día mas.
Sin fondo.
Cada vez menos autorreguladas.
Menos libres, menos humanas.

No, no es azaroso ni aleatorio, ni es casualidad ni coincidencia que la humanidad civilizada siga enferma.
No solo cuenta el robo patriarcal y el trauma original.
El estado de carencia lo perpetuamos en cada respiración egóica y en cada digestión tóxica.
Y no no nos damos ni cuenta.
A veces parece que ni siquiera queramos darnos.
Hay demasiados intereses en juego para que así sea.
En pocos temas, la falta de equilibrio, de ética, la pérdida de los principios de la naturaleza y de la vida es tan patente como en aquello que hace ser al ser.
Lo que le nutre, lo que le cura, es más vital de lo que parece.
O mucho me equivoco, o la renuncia del pan, es tan revolucionaria como su conquista.
Por eso propongo la observación y la escucha, la experimentación y la investigación en uny mismy para desmontar las mentiras que nos enferman.

Escrito por na el martes, 8 de mayo de 2012

Mi mente es una hija de puta.
No me deja en paz ni un momento.
Ni siquiera cuando duermo.
Es horrible estar atrapada aquí dentro.
Todo el día dale que te pego.
A toda ostia daqui palla.
Total para no llegar a ningún lugar.

Soy incapaz de gestionarla.

Como nunca he sabido usarla,
hice todo lo posible por cargármela.
No es una opción muy inteligente,
pero es lo que tiene andar desesperada.
Aunque solo fuera un instante,
necesitaba que se callara.

Igual algún año de estos me perdono.

Drogada conseguía ir a la velocidad del mundo.
Pasar desapercibida.
O eso me creía.
Y fumaba, tragaba y esnifaba mucho.
Todo lo que podía y siempre que podía.
Y sin poder también lo hacía.
Así conseguía mantener a mi mente bajo control.
Caótico, pero control.

Este es el único nivel que no he podido proyectar.
!!Tenía que ir a por el!!

Los problemas de mi cuerpo
eran por culpa de la genética...

y, claro, poco podía hacer.

Los problemas de mis emociones
eran por culpa de la educación represiva...

y, claro, poco podía hacer.

Los problemas que me daban mis relaciones
eran, siempre, culpa de los demás, de la sociedad...

y, claro, ¿que podía hacer mi gotita frente a la inmensidad?

Y así me lavaba las manos y acallaba mi conciencia.
Escondiéndome detrás de esa inconsciente cortina de agua.

Y estuve a punto de conseguirlo.
Solo necesitaba una cabeza de turco
para mi mente desquiciada y enajenada.
Para la locura que me atormentaba.
¿A quien podía culpar de los problemas de mi mente?
Busqué y busqué.

No encontré nada.

No encontré a nadie.

Lo mirara por donde lo mirara
y por mas vueltas que le daba,
Solo yo era responsable.

Por eso me odiaba.
Tenía que cargármela.
Autodestruirme.
Y casi lo consigo.

Casi.

Casi consigo engañarme:
formar parte de la masa
esa que tanto criticaba.

Gracias le doy a la VIDA por rescatarme.
Cuando ni la busqué ni la programé.
Llegó.
Mi mente no tuvo nada que ver en eso.
Nada había que justificara.
Hasta que descubrí a Casilda y a Reich.
Nada lo explicaba.
Y me dí cuenta:
Una mente que para desarrollarse necesita cortar las raíces,
que necesita desensibilizarse del cuerpo que la alberga para formarse,
poco amor y respeto puede mostrarle a la vida.
Poco puede respetarse y amarse.
Aunque diga que lo intenta.
Ni aunque lo mande dios.

Y eso nos conduce a la situación del planeta.
Plagado de gestals incompletas.
Todo fondo.
Tocando fondo.

Acorazada.
insensible al fluir de la vida
Duele.
Joder y como.
Ejercitar los tres primeros cuerpos
y
vivir en este mundo
afecta gravemente a la "normalidad" del sujeto.
Se transforma.
Se vuelve "paranormal"
Se da cuenta de que en la vida puede ser feliz en un centro comercial.

En este tema,
una etiqueta me atormenta:
mujer
criada para encajar en ella.
Diluida, sin destacar.
Como si este cuerpo llevara asociada una mente estándar.
Y que, además, no puedo controlar.
Ya sabemos como son las mujeres.
Sin mas aspiraciones que el cuento que nos venden:
Ser mantenida
cuidar de los hijos
limpiar la casa.
estar siempre estupenda
y complaciente.
Una sombra.
Sin identidad, sin sexualidad, sin libertad...
Y la “liberación sexual” es pagar a otra para que te limpie y te críe.
tener otra sombra sobre la que proyectar para sentirme con luz...
otro remake de la caverna.
sin la posibilidad de autorrealizarme
de autorregularme, de tomar mis riendas, libre, sana,
Sin la capacidad de ser:
Autosuficiente.


Sin todo eso que para mi es importante.
Todo lo que no encaja en la coraza.
Todas esas paradojas.
Que casi consigo ignorar.
Tratando de hacer feliz a las personas que me rodean
y olvidándome de mi.
Pero el “problema” ahí
ni aun queriéndolo meter entra.
Millones de anhelos atormentan
Aunque no consiga realizarlos,
no puedo renunciar a ninguno.
Frustrada, desquiciada y amargada.
O lo que es lo mismo: sola.
Dando vueltas alrededor de lo mismo
todo el rato.

Escrito por na el viernes, 30 de marzo de 2012

Esta es mi eterna asignatura pendiente:
No soy capaz de relacionarme desde este nivel.
Me consuelo pensando que no sólo suspendo yo,
que es "el mundo que me ha tocado".
Me frustro cuando a nadie veo en septiembre.
Tratando de seguir como si no pasara nada.
Como si hablar de futbol, del tiempo,
saciara este vacio, llenara este silencio.
Por mas que pruebo, no apruebo.
Y cada vuelta me cuesta más.
Será incapacidad personal.
Será...

Quizás los idealizo demasiado.
Esperando cosas que no son.
Que nunca serán.
Ni en mi misma, ni en las demás.
Puede que confunda fantasía y utopía
Sin embargo, me niego a dejar de buscarlos.
Aunque no los encuentre.
No voy a darlos por perdidos.
Necesito los vínculos para dar sentido.
Ni lucha ni ostias.
Son ellos el motor de mi historia.
progreso, evolución, sociedad...
Si nos aislamos los convertimos en conceptos vacíos.
¿De qué sirve mi bienestar si el planeta de mis hijos se va a la mierda igual?
Históricamente, la lucha contra la tiranía se basa en ellos.
En ese sentirse cadena, de algo más grande, más fuerte, más importante que yo...
Por eso, para someternos, tenían que cargarse las redes.
Tenían que romper el vínculo mas intenso: el materno.
(Gracias Casilda Rodrigañez Bustos por ayudarme a entenderlo)
Al dejarnos huérfanas, el vínculo fraterno dejó de tener sentido.
No bastaba con aislarme del resto.
Tenían que separarme de mi misma.
De mi cuerpo, de mis sentimientos.

Un vínculo, para mí, es la unión mas fuerte que soy capaz de crear.
La relación mas intensa, más auténtica, que existe entre las personas.
Capaz de trascender tantas cosas...
de atravesar mi ombligo y este jodido EGOismo.
Mas allá de las artificiales fronteras,
con las que pretendemos acotar la vida.
Eliminando de ella, todo lo que suene a trascendente.
Mi realidad, mi forma de concebirla, de percibirla, de interpretarla,
está doblemente limitada.
Por una parte, nada hay antes del nacimiento.
Y por tanto, nada habrá después de la muerte.
Por la otra, hemos reducido la vida a un asunto meramente individual.
Y, obediente, pienso en ella como si fuera de mi propiedad.
MI VIDA.
Se supone que me pertenece, pero...
suicidarse es "pecado" y la eutanasia "ilegal".
Paradojico...¿verdad?
Tradicionalmente, ni la moral, ni el derecho mantienen este punto de vista biográfico e individual tan moderno.
Si lo hicieran, se acabaría el arrecife y la colmena.

No sé como conceptualizar la vida, no sé a quién le pertenece, no sé si alguien puede adueñarse...
Pero sé que preferiría mil veces la muerte a separarme de ciertas personas.
Sé que moriría de pena si me faltaran.
En cierto modo es como si mi vida y la suya estuveran unidas.
Un mismo aliento repartido en distintos cuerpos.
Es tan difícil de explicar.
Es tan grande cuando sucede...

Desde que me he enfrascado con esto, no puedo dejar de preguntarme:
¿Cuántas personas dan sentido a mi vida?
Si en mi desarrollo no hubiera encontrado apoyo,
Ahora mismo estaría muerta.
Y lo peor de todo es que las relaciones con las personas que me ayudaron a salir del pozo,
estan rotas.
Decir que soy desagradecida es quedarse corta.

Son tantas las personas a quienes les debo lo que soy...
Que, ingratamente, dejé por el camino...
Y lo peor es que estoy casi segura de que no lo saben.
Ni lo he dicho, ni lo he demostrado.
A menos de forma consciente.
Me porto fatal, justamente, con quien mas quiero
Asi me va.

Es absurdo pretender que toda mi fuerza (por poca que sea) viene por entero de mi.
No es mío ese mérito.
Hoy sé que sola no hubiera sido capaz de salir, entre otras cosas, porque no tenía ningún motivo para hacerlo.
La psicología académica no acepta este enfoque.
No se plantea que podemos conectar.
Que podemos vincularnos de forma que el yo se comparte y el ego se esfuma.
Menos mal que no es la única.

Aunque lo lleve muy mal, sé que este nivel existe.
A ratos lo he sentido.
No soy capaz de mantener el impulso.
La forma que adquiere es demasiado inestable.
Enseguida se desintegra.
Y cada vez que lo hace,
muero un poco por dentro.
Cada día me vuelvo un poco mas rancia.
Más encerrada en esta coraza.
Más asfixiada entre los barrotes que un día me protegieron.

O quizá sea esa su naturaleza.
El provisional devenir de la existencia.

No es lo mismo relación que vínculo.
Puedo tener una relación (agradable o desgradable) con mi hermana,
pero el concepto fraterno sólo tiene sentido si establezco un vínculo.
Si prefiero morir a perderla.

Desde el encuadre oficial, siempre he vivido este nivel como una renuncia a mi ser.
Como no, tan sólo veia dicotomicas alternativas:
O huyo del yo (de lo que soy, de lo que quiero) y me refugio en el mundo.
O rehuyo el mundo y me escondo en el yo.
Mis aspiraciones no son socialmente compatibles.
Ni el nudismo, ni la poligamia, ni mis sentimientos...
Nunca han sido opciones aceptadas.
Ni aceptables.
Y casi me paso media vida buscando aprobación.
Hasta que comprendí que si eres auténtica, nada puedes hacer.
La honestidad es la única elección.
No puedo hacer nada por atraer.
Ni puedo evitar ser rechazada.
Haga lo que haga.
Es como el magnetismo.
Un imán no puede elegir sentirse atraído por el polo opuesto,
con esa fuerza, con esa energía, con esa pasión
irremediablemente, irresistiblemente, irracionalmente...
con idéntica fuerza con la que rechaza la misma carga.

Entregarnos al placer expande nuestros cuerpos.
Aumenta nuestra energía.
Nuestra capacidad para vincularnos.
Por eso mismo tiene que ser masacrado.
Desde la seguridad de la coraza hay que ir a por la vida.
A por todo lo que nos recuerde qué es la vida
Ni siquiera la muerte da tanto miedo.

Escrito por na el sábado, 21 de enero de 2012

Mis sentimientos son el principio de todo esto.
La base de mi proceso, el origen de mis rayadas...
mi obsesión y mi delirio, vaya.
Es lo que me aleja de lo normal.
Personalidad histriónica, trastorno bipolar...
No entienden de palabras, pero los etiquetamos igual.

LLevo toda la vida preguntándome si estoy tarada.
Algo hay aquí dentro que no cuadra.
Que no obedece, que no entiendo.
Que no encaja.
Algo que se me escapa.
Capaz de recorrer todo el espectro en milisegundos.
De sentirme imprescindible a estorbar.

Para mí, son muy intensos.
Demasiado.
Me desbordan.
Me atrapan.
Vienen y se van muy rápido.
Sin apenas darme tiempo a reaccionar.
¿Cómo lo harán las demás?
Nunca hablamos de esto,
Jamás nos exponemos.

El amor incondicional es un disco que tengo muy oído,
pero que nunca he escuchado en directo.
Un, dos, probando...
Pa no variar, desentonando.

Siempre los he percibido (sí en pasado) con mucha nitidez.
Nunca entendí cómo los valorábamos tan poco.
Como les hacíamos tan poco caso.
¿Qué mas da que no sean para siempre?
¿Y qué si, como la vida, pasarán?
El ahora, para mí, importaba.
Y así fui estigmatizada.
Como si la costumbre y la tradición,
la honra y la reputación,
el qué diran,
el qué esperarán...
pesara más que las millones de movidas que bullían aquí dentro.

Creo que con el tiempo lo he ido entendiendo.
Y tiene más que ver con la seguridad, con el compromiso y con la responsabilidad
que con la autenticidad, el fluir y la honestidad.
En otras palabras, confundiendo sentimientos y vínculos,
renunciamos a los primeros en nombre de los segundos.
Precisamente, porque son inestables, inconstantes y variables.
como el viento...
!Qué ignorantes!
Contaminado y enrarecido
seguimos necesitando aire...
!Por mucho que cambie!
¿Cómo vincularme en nombre de lo que siento si no sé que voy a sentir en el instante que viene?

Para mí los sentimientos son anárquicos.
Gracias a ellos creo ese otro mundo posible.
Lo creo porque lo siento.
Los sentimientos no estan jerarquizados.
Son o no son.
Lo único que puedo hacer con ellos es
dejarlos salir, expresarlos...
o reprimirlos y dejar que se pudran aquí dentro.
Decida lo que decida, todo mi mundo va con ellos.

A fuerza de ignorarlos se van debilitando,
hasta que un buen día acabas dudando.
Hoy sé que puedes vivir sin ellos.
Aunque no sea vida.
Aunque sólo lo parezca.
A nadie le importa realmente cómo te sientes.
Nos limitamos a los roles.
Nos hacen sentir comodas.
Y si no sale en la foto, no existen.
Esta capa la dejamos para las pelis,
lobotomizadas por los mas media.
Ellos se encargan de adoctrinarte sobre como debes gestionarte.
Evidentemente desde el lado positivo, desde lo masculino.
La montaña se vuelve plana al dibujar sólo la parte iluminada.

Me mintieron.
Pretendieron educarme y eliminar de mi toda mi oscuridad.
Quisieron destruir mis ciclos y con ellos mi luna.
A ratos creo que lo consiguieron.
A ratos, me rescata la locura.
Constante a lo largo del tiempo.

A lo largo de este tema, cuento con un buen puñado de patológicas certezas.
Incapaz de someterlas a prueba, al menos, hasta la fecha.

Siempre he sabido que, a lo largo de siglos y culturas, todas sentimos lo mismo.
Cambia el frasco, pero no la esencia.
Cambia ante qué respondes y cómo lo muestras...
Pero lo que nos mueve por dentro,
se parece demasiado a lo largo del tiempo.
Por tanto, a la hora de desarrollarnos, el camino tiene que andarse al reves.
No son los sentimientos los que deben adaptarse a los imperativos morales de la época en cuestión.
Son anteriores. Es la sociedad la que debe garantizar su libre expresión.
De nosotras depende.
No podemos seguir reprimiendo todo aquello que no conviene.

Como para mí eran fundamentales,
me decidí a explorarlos.
¿Y que hice?
Solté a la bestia.
Les dí rienda suelta, sin darme cuenta que, al hacerlo, me dominaban.
Perdía el control y me esclavizaban.
No me planteaba que el sentir pudiera engañarme.
Siempre era el pensar quien se equivocaba.
Ilusa de mí, me creía con derecho a seguir el dictado de mis sentimientos.
Allá donde me llevaran.
Como una niña caprichosa y mimada.
Sin pararme a pensar en nada más.
Sin ni siquiera considerar los sentimientos de las demás
A fin de cuentas eran su responsabilidad.

Al hacerlo, me dí cuenta de que los sentimientos libres y auténticos son "el cable" para conectar.
Para funcionar en red. Tenemos esa potencialidad.
Los sentimientos de verdad.
No estos sucedáneos enlatados socialmente aceptados.
Esta certeza dinamita el tema de la "Propiedad emocional"
¿De quién son los sentimientos que siento?
¿De quién es el aire que respiro?
Si los sentimientos son el cable,
No son ni tuyos ni mios.
Son compartidos, sin saberlo, desde la noche de los tiempos.
Estan fuera de mi, son de todas.
Será que nunca he sabido delimitar.
Será que nada humano me es ajeno.
Confluencia lo llama la Gestalt.
Y tiene mucho que ver con el tema de la responsabilidad.
Hoy sé que si me hubiera obsesionado por MIS sentimientos,
hubiera podido hacer algo con ellos.
Al menos desde este punto de vista individual y egocéntrico tan moderno.
Pero no podía centrarme en mi.
Desde ahí hubiera podido actuar y esto no se llamaría teóricum.

Por eso, para mí, es tan importante procesar en capas.
Soy responsable de la parte que sale.
De lo que meto en el cable.

Y eso entronca con el tema de la moral.
Con el tema del juzgar.
Paradójicamente, los sentimientos, son perfectos tal cual.
No son buenos ni malos.
Ni positivos ni negativos.
Son anteriores a los juicios morales.
Todos ellos.
Los que no (me) gustan, tambien.

Hemos cometido el error de catalogar los sentimientos.
Introyectamos los positivos y proyectamos los negativos.
Hay sentimientos que ni siquiera en nosotras mismas toleramos.
Los rechazamos, los ocultamos.
Como si negando su existencia desaparecieran.
Y así pasa, que mirando hacia otra parte, se gangrenan.
Los sentimientos que consideramos positivos, son los que ostentan el poder.
Y ya sabemos que el poder corrompe.
Pero aun así, intentamos aferrarnos a ellos todo el tiempo.
Nos sentimos sanas aunque sea de mentira.
Nos trae sin cuidado que esta luz sea artificial.
Por eso confundimos la enfermedad y la tristeza.
Por eso nos pudrimos y lo llamamos depresión.
No nos permitimos naufragar en la sombra aunque sea adaptativa en el duelo.
Hedonistas huimos del potencial de crecimiento que nos aporta el sufrimiento.
No sale rentable.
Producir es lo unico que vale
Tienes que ESTAR "bien" para SER "normal".
Estar para ser.
Idiota de mí siempre anduve buscando caracteristicas inherentes al ser.

Otra de mis certezas, es que los proceso "en paralelo" y no "en serie".
Lo cual implica !oh sacrilegio! que puedo amar y odiar a mas de una persona y a la vez.
No entienden de exclusividad por mucho que nos encadenemos en su nombre.

¿Cómo si no íbamos a formar sociedades patriarcales si no renunciaramos a ellos?




Escrito por na el jueves, 1 de diciembre de 2011

Cuerpo es todo lo que soy.
Paradójicamente, no es lo único que soy.
Rompe la unívoca relación entre totalidad y unicidad,

Cuerpo es el nivel físico de mi ser.
Es la capa más superficial.
La más fácilmente accesible.
Al menos en teoria, claro, porque en la práctica...
Con fácil me refiero a que es accesible por los sentidos (internos y externos).
Accesible por este materialismo científico, que (aunque sabemos que nos engaña) es una de las pocas formas de conocimiento globalmente aceptadas.
No quiero decir que sea válida.

Con la educación que he recibido,
con las mentiras que me he tragado,
con los paradigmas que manejamos,
no me resulta difícil objetivarlo.
Abstraerme, como si yo no estuviera aquí.
Como si no fuera mío.
Como si no pudiera hacer nada.

Mandato divino.
Cuestión de genética.

Es todo lo mismo.

Dogmatico y absolutista.
Asi es como me he dado cuenta de que lo percibo.
Y más cuando lo abordo en tercera persona.
Para distanciarme.
Para desensibilizarme.

Como si así debiera ser siempre y para todas.

Y si no encajo, no es que falle algo.
No.
"Si no encajas eres tú quien tienes un problema".
"Medicate, anda. Y si no puedes soportarlo mas, opérate".
Esta bien, lo tengo.
Pero no voy a obedecer.
No mientras quede algo de mí en mi ser.

Cuando me miro hacia dentro, cuando lo intento, hay varias cosas que me chirrian de ese planteamiento.
Sé que podría intentar ser lo mas objetiva posible, medirme y pesarme para registrar cómo es hoy mi cuerpo.
Y algunas personas ya sabrían, por la cáscara, si la nuez esta sana.
Sin embargo...
Mis dimensiones no me contienen.
Y no solo eso, sé que puedo alterarlas a voluntad.
Que dentro de mí hay un centro que permanece intacto.
Hasta para mí vetado.
Un centro que me trasciende.

Cuerpo es lo único que puedes conocer de mí sin mi colaboración.
Algo más de lo que verás en mi autopsia.
Mi sexo, mi edad, mi estatura, mi peso, mi tono muscular, mi postura corporal, mi forma de respirar, como me alimento y duermo... estas variables, se ven, se miden, desde fuera.
Si me metieras en una urna, podrías cientificamente saberlo.
Todo eso forma parte de mi cuerpo.


Para mí es importante distinguir entre lo que sé y lo que siento.
Y esta vez, no sentir de sentimiento, sino de sensación.
Por ejemplo...
puedo saber que en mi interior hay un útero, un higado, un corazón...
conocer perfectamente su anatomía y su función.
Y no notarlos.
No sentirlos.
Haber cortado toda la información que de ellos me viene.
Así soy de civilizada.
!Cómo si no vivir en este sistema que me enjaula!

Sin embargo...
una contracción, un puñetazo, una taquicardia...
puede revelarme un montón de datos que ignorante ignoro.
Especialmente revelador me resulta eso que llamamos enfermedad.
Mis organos, mis células, mis poros, me gritan.
He intentado por todos los medios silenciarlos.
Para continuar la vida que me han marcado.
Que, sugestionada, me he marcado a nivel mental.
Como si nada.
Porque así es como debía ser.
Como si mi cuerpo no pudiera decir nada.
Ahora sé que si le escuchara, seguramente, no me pondría mala.

De lo primero que me he dado cuenta al fijarme esto es que no soy capaz de centrarme de forma consciente.
Sólo cuando me acuerdo me focalizo y luego, enseguida, se me olvida y vuelvo a poner el piloto automático.
Ni siquiera soy capaz de controlar mi cuerpo.
Puedo hacerlo y no lo hago
¿Qué sentido tiene plantearme nada mas?
En todo este tiempo, he estado consciente de mi cuerpo, como mucho, durante 15 min.
y tampoco creo haber estado consciente del todo.
Cuando intentaba darme cuenta de que es lo que pasaba aquí dentro, todo se volvía más lento.
La percepción del tiempo cambia.
Me he dado cuenta de que puedo estirarlo y encojerlo.
5 minutos tomando el solecito del invierno parecen siglos.
Calando en mis huesos.
El rendimiento disminuye, es como si todo lo externo fuera secundario.

Puede que todo esto sólo sea una retaila de perogrulladas:
Todas tenemos un cuerpo y se supone que sabemos qué es cuando usamos esa palabra.
Pero hay demasiados matices que a mi, personalmente, se me escapan.
Me he dado cuenta de que siempre he vivido acomplejada.
Me arrepiento de como he tratado a mi cuerpo.
Ni le he valorado, ni le he cuidado.
Al contrario.
He disfrutado destrozándolo.
Inventando mil historias para justificarme.
Por aqui he dejado unas cuantas.
Se supone que por eso todo esto:
Porque sé que puedo cambiarlo.
Sé que no tiene por qué ser asi siempre.

Ya no tomo drogas.
Por fin.
Ahora estoy atrapada en la comida.
La ansiedad es brutal.
Miedo me da indagar.
Sexo
¿Qué es eso?
¿Placer?
Para otra vida si eso.

Echo de menos tanto...
Me gustaría no haber sido tan idiota.
Tener otra oportunidad.
Pero el tiempo se fue.
Nunca fue mío.
Sé que no lo recuperaré jamás.
Me daré por satisfecha si en la proxima vuelta no actúo igual.

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