Los miembros del comité llevan años intentando hacer ver a la opinión pública las desventajas que, según sostienen, tiene el Hospital de Jove frente a otros de la red general. Y, por añadidura, la repercusión que esas desventajas tienen en los pacientes de la zona oeste gijonesa y también de Carreño, adscritos obligatoriamente a Jove, frente a los que tienen de referencia a Cabueñes. La menor financiación, la desproporción entre la ratio de uno y otro centros (1,9 trabajadores por cama en Jove, frente a 3,5 en Cabueñes) y la estrechez financiera de Jove (ya que sus convenios con la Administración no implican la financiación de inversiones) llevan a los trabajadores a sostener que sólo la integración efectiva en la red sanitaria pública asturiana solventará que haya «ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda en cuanto a la atención sanitaria en Gijón», como indicó en más de una ocasión Alberto Riera, miembro del comité. Esas declaraciones chocaron siempre con la buena percepción de la calidad asistencial de los usuarios, que así lo suscriben en las encuestas de satisfacción, lo que acaba por mitigar las demandas de los trabajadores.
El compromiso electoral del PSOE de asumir la integración del Hospital de Arriondas (el único que, junto con Jove, tiene población de área asignada) deja al centro sanitario gijonés en una situación excepcional en Asturias.
Al encierro de hoy, que se prolongará 24 horas y que no repercutirá para nada en la atención sanitaria que se prestará hoy en el centro, seguirán acciones de pegada de carteles y otras iniciativas para seguir publicitando su conflicto. El comité de empresa ha logrado en estos meses el apoyo expreso de IU y también del PP. El candidato del PP a la Presidencia regional, Ovidio Sánchez, y la candidata a la Alcaldía, Pilar Fernández Pardo, ratificarán su compromiso con la integración con una visita a los encerrados. Por parte de los socialistas, el consejero de Salud, Rafael Sariego, insiste en repetir que el Gobierno no ha incumplido ningún compromiso con Jove.