Escrito por neotobarra el miércoles, 21 de abril de 2010
La crisis económica y las dificultades para encontrar trabajo que ésta acarrea pueden provocar situaciones bastante dramáticas. Sirvan de ejemplo este reportaje o este otro. Recientemente tuvo lugar otra muestra de ello cuando un parado entró en una oficina de empleo valenciana muy alterado, armado con cuchillos y palos, exigiendo a los empleados de la oficina que le dieran una solución a su mala situación económica pues no podía cobrar el paro.
En estas situaciones lo esperable de un sindicato sería hacer referencia a la tremenda situación que atraviesan tantos trabajadores españoles, que a pesar de las pobres condiciones laborales que se vienen sufriendo desde hace tiempo no se atreven a alzar la voz exigiendo una mejora, por miedo a terminar despedidos y cobrando una ridícula prestación por desempleo que da para malvivir hasta que se acaba. Sería de esperar una mención a gente que, ante el panorama de no poder cobrar el paro ni encontrar un trabajo, termina desesperándose y haciendo lo que ha hecho este señor. No por nada los sindicatos son supuestas organizaciones defensoras de los intereses de los trabajadores. Sin embargo, quizá para CCOO el protagonista de esta noticia no sea un trabajador o su penosa situación no merezca ser tenida en cuenta, porque tras lo ocurrido se limitaron a declarar lo siguiente:
UN PARADO IRRUMPE EN UNA OFICINA DE EMPLEO ARMADO CON UN CUCHILLO Y PALOS
El sindicato CCOO-PV ha denunciado las amenazas e intento de agresiones por parte de un ciudadano en una oficina valenciana del Servicio Público de Empleo Estatal, donde exigió una solución a su situación armado con un cuchillo y palos y que tuvo que ser reducido por seis policías.
Según fuentes sindicales, los hechos tuvieron lugar el pasado martes cuando un hombre irrumpió en la oficina de empleo de la zona de Juan Llorens y comenzó a propinar golpes a mesas y sillas, así como a proferir amenazas al personal y a la directora de la entidad.
Sin embargo, según fuentes de CCOO-PV, los acontecimientos no finalizaron aquí puesto que este hombre se presentó de nuevo al día siguiente a las puertas de la oficina con un cuchillo y palos y exigió que los empleados solucionaran su situación.
Fue necesaria la actuación de seis policías para reducir al agresor, el cual se encuentra en paro y que perdió los nervios al no poder cobrar la prestación de desempleo.
En estas situaciones lo esperable de un sindicato sería hacer referencia a la tremenda situación que atraviesan tantos trabajadores españoles, que a pesar de las pobres condiciones laborales que se vienen sufriendo desde hace tiempo no se atreven a alzar la voz exigiendo una mejora, por miedo a terminar despedidos y cobrando una ridícula prestación por desempleo que da para malvivir hasta que se acaba. Sería de esperar una mención a gente que, ante el panorama de no poder cobrar el paro ni encontrar un trabajo, termina desesperándose y haciendo lo que ha hecho este señor. No por nada los sindicatos son supuestas organizaciones defensoras de los intereses de los trabajadores. Sin embargo, quizá para CCOO el protagonista de esta noticia no sea un trabajador o su penosa situación no merezca ser tenida en cuenta, porque tras lo ocurrido se limitaron a declarar lo siguiente:
Desde CCOO-PV se ha denunciado "la desprotección que sufren los trabajadores del Servicio Público Estatal de Empleo, así como la situación de condiciones inadecuadas y falta de medios materiales de las oficinas que no permiten prestar un servicio digno".
Asimismo, la falta de información al ciudadano conlleva el incremento de la conflictividad en situaciones desesperadas, según ha apuntado el sindicato, que demanda "más protección para el personal" y la puesta en marcha de un "protocolo de agresiones".
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