Escrito por Cronos el sábado, 17 de octubre de 2009
El buscador de sueños.
Siembro sueños si despierto,
para poder respirar,
y en mi ensueño encuentro aliento
para despues lamentar
como a todos va matando
con saña la realidad,
y me invita al dulce sueño
de no tener que soñar...
Y me desvelo.
Es duro el día que encuentras,
que no hay sueños por soñar,
que los hubo, y ya están muertos,
que es dificil respirar
sumido en el desaliento...
Y en una visita al infierno
se revela una verdad,
que me enseña mi sendero
hacia un nuevo despertar:
El dolor es porque sueño
con algún día soñar...
Y si llega la hora fatal,
en la que no pueda mas
y no me quede ni el sueño
de un día volver a soñar,
me dejaré irme con ellos,
a nuestro sueño final...
Y el sueño estará completo.
Que conste que, aunque no es la respuesta a cierto reto que cierto colega me lanzó -el de escribir algo "en positivo"-, el poema ES positivo. Si, lo se, no lo parece. Sin embargo es un pensamiento, o más bien u sentimiento, o , por ser correctos, ambas cosas a la vez, que me ha ayudado en algunas ocasiones, y que me sigue ayudando.
He escrito en innumerables ocasiones que la poesía es como una fotografía, que describe un momento, una situación, unos minutos... Lo que quiero que se entienda es que esta foto no es la del durante, sino la del despues de necesitar ese pensamiento-sentimiento.
Me he respondido a unas cuantas preguntas. Me he quitado algunas vendas de los ojos. En realidad, llevo intentando hacerlo desde hace meses, pero supongo que no era capaz, o no sabía exactamente cuales eran las claves de mi propio estado. Ahora que lo se, ahora que lo veo, ahora que me doy cuenta de que una parte de mi se ha estado engañando a si misma durante demasiado tiempo por miedo, ceguera, cerrazon, comodidad, desidia, o lo que quiera que fuese, ahora que lo se, entiendo un monton de sensaciones y de reacciones, y entendiéndolos puedo racionalizarlos, y sacar conclusiones. En realidad, todo va unido, integrado. Es como dar un paso adelante. Una -otra- catarsis.
Comprender y asumir implica poder continuar. Siempre, todo, ha estado en mi interior, en empeñarme en continuar cometiendo los mismos erores, en no entender -asumir, en realidad, hablo de sentimientos- que el pasado ya se fue, que por mucho que las historias se repitan y que todas las canciones son la misma, un solo detalle puede cambiar los finales, y, sobre todo, que lo importante es disfrutar de lo disfrutable mientras cantas... porque quiza esta vez no desafines, o llegues a un tono al que nunca habias llegado, o las imperfecciones hagan mas bella la cancion.
Mi error fue no cantar. Querer y creer y actuar como si lo que nunca quise que cambiara no hubiera cambiado. Soñar con sueños muertos porque creí no tener otros, cuando en realidad lo que sucedía era que no me dejaba soñar, porque no quería ir a mas entierros. Ni siquiera era el dolor de no poder volver a donde había estado. Era miedo.
Y - extraño en mi- lo mejor es que no me siento culpable. Ya no. Por esto no. A nadie he perjudicado más que a mi mismo, y ni ese perjuicio me hace sentir mal, puesto que creo haber aprendido una importante leccion. Una vez más. Y aun así, porque se que mi bienestar influye en el de otras personas, lo siento. Nunca fue mi intencion.
¿Y ahora? No lo se.
Ese sueño aun está por soñar.
Lo verdaderamente importante es que quiero soñarlo.
Siembro sueños si despierto,
para poder respirar,
y en mi ensueño encuentro aliento
para despues lamentar
como a todos va matando
con saña la realidad,
y me invita al dulce sueño
de no tener que soñar...
Y me desvelo.
Es duro el día que encuentras,
que no hay sueños por soñar,
que los hubo, y ya están muertos,
que es dificil respirar
sumido en el desaliento...
Y en una visita al infierno
se revela una verdad,
que me enseña mi sendero
hacia un nuevo despertar:
El dolor es porque sueño
con algún día soñar...
Y si llega la hora fatal,
en la que no pueda mas
y no me quede ni el sueño
de un día volver a soñar,
me dejaré irme con ellos,
a nuestro sueño final...
Y el sueño estará completo.
Que conste que, aunque no es la respuesta a cierto reto que cierto colega me lanzó -el de escribir algo "en positivo"-, el poema ES positivo. Si, lo se, no lo parece. Sin embargo es un pensamiento, o más bien u sentimiento, o , por ser correctos, ambas cosas a la vez, que me ha ayudado en algunas ocasiones, y que me sigue ayudando.
He escrito en innumerables ocasiones que la poesía es como una fotografía, que describe un momento, una situación, unos minutos... Lo que quiero que se entienda es que esta foto no es la del durante, sino la del despues de necesitar ese pensamiento-sentimiento.
Me he respondido a unas cuantas preguntas. Me he quitado algunas vendas de los ojos. En realidad, llevo intentando hacerlo desde hace meses, pero supongo que no era capaz, o no sabía exactamente cuales eran las claves de mi propio estado. Ahora que lo se, ahora que lo veo, ahora que me doy cuenta de que una parte de mi se ha estado engañando a si misma durante demasiado tiempo por miedo, ceguera, cerrazon, comodidad, desidia, o lo que quiera que fuese, ahora que lo se, entiendo un monton de sensaciones y de reacciones, y entendiéndolos puedo racionalizarlos, y sacar conclusiones. En realidad, todo va unido, integrado. Es como dar un paso adelante. Una -otra- catarsis.
Comprender y asumir implica poder continuar. Siempre, todo, ha estado en mi interior, en empeñarme en continuar cometiendo los mismos erores, en no entender -asumir, en realidad, hablo de sentimientos- que el pasado ya se fue, que por mucho que las historias se repitan y que todas las canciones son la misma, un solo detalle puede cambiar los finales, y, sobre todo, que lo importante es disfrutar de lo disfrutable mientras cantas... porque quiza esta vez no desafines, o llegues a un tono al que nunca habias llegado, o las imperfecciones hagan mas bella la cancion.
Mi error fue no cantar. Querer y creer y actuar como si lo que nunca quise que cambiara no hubiera cambiado. Soñar con sueños muertos porque creí no tener otros, cuando en realidad lo que sucedía era que no me dejaba soñar, porque no quería ir a mas entierros. Ni siquiera era el dolor de no poder volver a donde había estado. Era miedo.
Y - extraño en mi- lo mejor es que no me siento culpable. Ya no. Por esto no. A nadie he perjudicado más que a mi mismo, y ni ese perjuicio me hace sentir mal, puesto que creo haber aprendido una importante leccion. Una vez más. Y aun así, porque se que mi bienestar influye en el de otras personas, lo siento. Nunca fue mi intencion.
¿Y ahora? No lo se.
Ese sueño aun está por soñar.
Lo verdaderamente importante es que quiero soñarlo.