Escrito por ObservatoriuLlaboral el martes, 31 marzu de 2009
Vía Glayíu:
La plantilla de Diasa lo tiene claro. La mejor fórmula para superar la grave crisis que vive la compañía farmacéutica ubicada en el polígono turonés de La Cuadriella pasa por la renuncia de su accionista principal, Manuel Adenso Iglesias. A partir de ahí, Hunosa, a través de Sadim, debería de buscar un nuevo compañero de viaje que le permitiera sacar adelante una empresa en la que trabajan ochenta personas. Los empleados, que llevan ya tres meses sin cobrar sus sueldos, reiteraron la postura a favor de la salida de Iglesias después de la reunión que mantuvieron con él, ayer por la mañana, en las instalaciones de La Cuadriella. Según los portavoces de la plantilla, contra lo anunciado en un primer momento, el empresario no presentó ninguna oferta para la puesta en marcha de un expediente de regulación de empleo, y, además, intenta que los trabajadores tomen quince días de vacaciones, a la espera de que fructifiquen los contactos que estaría manteniendo con diversas entidades financieras.
Los portavoces de los trabajadores, que ayer protagonizaron sendas concentraciones ante la sede de Sadim y frente al Ayuntamiento de Mieres, sostienen que la raíz del problema de Diasa está en que en Hunosa no se fían de Manuel Adenso Iglesias. En este sentido, aseguran que el empresario ya habría llegado a un acuerdo con una entidad financiera para lograr la liquidez suficiente como para hacer frente a la crisis y pagar las nóminas pero, sin embargo, para ello necesitaría el visto bueno por escrito de los responsables de la filial de diversificación de Hunosa, que se estarían negando a dárselo. Así se explica que los trabajadores pongan su futuro en manos de la hullera y que, a la vista de que parece no querer seguir al lado de su actual socio, le reclamen que rompa y busque un nuevo accionista mayoritario.
Se trataría de una solución similar a la adoptada por Hunosa para salvar la iniciativa empresarial que, bajo el epígrafe Ovo Foods, está prevista para el polígono industrial de Baíña. Tras constatar que el socio original, una firma catalana, entraba en suspensión de pagos, la dirección de la hullera, a través de Sadim, logró rápidamente un acuerdo con una compañía portuguesa, evitando así que el proyecto se fuera al garete antes, incluso, de que comenzara la elaboración de productos derivados del huevo.
Hasta el momento, Hunosa guarda absoluto mutismo sobre la situación de Diasa, mientras que, por su lado, Iglesias, a través de sus abogados, ha asegurado que no quiere dejar la firma y que trabaja para solventar la situación.
La plantilla de Diasa lo tiene claro. La mejor fórmula para superar la grave crisis que vive la compañía farmacéutica ubicada en el polígono turonés de La Cuadriella pasa por la renuncia de su accionista principal, Manuel Adenso Iglesias. A partir de ahí, Hunosa, a través de Sadim, debería de buscar un nuevo compañero de viaje que le permitiera sacar adelante una empresa en la que trabajan ochenta personas. Los empleados, que llevan ya tres meses sin cobrar sus sueldos, reiteraron la postura a favor de la salida de Iglesias después de la reunión que mantuvieron con él, ayer por la mañana, en las instalaciones de La Cuadriella. Según los portavoces de la plantilla, contra lo anunciado en un primer momento, el empresario no presentó ninguna oferta para la puesta en marcha de un expediente de regulación de empleo, y, además, intenta que los trabajadores tomen quince días de vacaciones, a la espera de que fructifiquen los contactos que estaría manteniendo con diversas entidades financieras.
Los portavoces de los trabajadores, que ayer protagonizaron sendas concentraciones ante la sede de Sadim y frente al Ayuntamiento de Mieres, sostienen que la raíz del problema de Diasa está en que en Hunosa no se fían de Manuel Adenso Iglesias. En este sentido, aseguran que el empresario ya habría llegado a un acuerdo con una entidad financiera para lograr la liquidez suficiente como para hacer frente a la crisis y pagar las nóminas pero, sin embargo, para ello necesitaría el visto bueno por escrito de los responsables de la filial de diversificación de Hunosa, que se estarían negando a dárselo. Así se explica que los trabajadores pongan su futuro en manos de la hullera y que, a la vista de que parece no querer seguir al lado de su actual socio, le reclamen que rompa y busque un nuevo accionista mayoritario.
Se trataría de una solución similar a la adoptada por Hunosa para salvar la iniciativa empresarial que, bajo el epígrafe Ovo Foods, está prevista para el polígono industrial de Baíña. Tras constatar que el socio original, una firma catalana, entraba en suspensión de pagos, la dirección de la hullera, a través de Sadim, logró rápidamente un acuerdo con una compañía portuguesa, evitando así que el proyecto se fuera al garete antes, incluso, de que comenzara la elaboración de productos derivados del huevo.
Hasta el momento, Hunosa guarda absoluto mutismo sobre la situación de Diasa, mientras que, por su lado, Iglesias, a través de sus abogados, ha asegurado que no quiere dejar la firma y que trabaja para solventar la situación.