Los trabajadores de la Fábrica de Loza San Claudio aseguran que la empresa es viable alcanzando unas ventas de 1,9 millones de piezas anuales -actualmente la cifra se sitúa en torno a 1,7 millones de piezas anuales-, lo que daría empleo a 100 trabajadores, según se desprende del plan de viabilidad, al que ha tenido acceso este periódico, encargado por la plantilla de la empresa a la consultora Ciencia e Ingeniería Económica y Social (Instituto CIES) en colaboración con las universidades de Oviedo y León y el bufete MF Abogados.
Este plan de la plantilla se aleja radicalmente del presentado por la empresa que preside Álvaro Ruiz de Alda hace dos meses, que proponía el cierre de la producción en Asturias para trasladarla a Asia, África o Europa del Este y el despido de 130 de los 144 trabajadores. Es decir, fin de la fabricación en Oviedo, donde sólo quedaría la parte de administración y ventas. La empresa propuso el plan ante las deudas (3 millones) y los problemas con los costes de producción y las ventas.
El Instituto CIES, tras un estudio de casi dos meses de las cuentas de la Fábrica de Loza San Claudio, asegura que el plan de viabilidad que ha desarrollado ofrece beneficios ya sea con una estrategia conservadora (260.000 euros al año) o a través de un plan de marketing y promoción exterior que llevaría las ganancias antes de impuestos a los 390.000 y un empleo de 110 trabajadores.
El plan de marketing y promoción exterior que plantea el Instituto CIES incluye una inversión de 3 millones para publicidad, marketing y promoción exterior, aplicación de nuevas tecnologías, como la creación de un entorno web «que permita aprovechar las ventajas del comercio electrónico», y la recuperación y conservación de todas las instalaciones en general, ya que se encuentran en «muy malas condiciones y se deben reparar para dar un giro radical a la imagen de la empresa».
Política comercial
«El objetivo de estos tres grandes grupos de inversiones, planificadas en tres años y que cuentan con su propio plan de financiación, permitirán dar un cambio radical a la marca y un posicionamiento adecuado dentro del mercado de las vajillas de media y alta calidad, tanto en España como a escala internacional», según el informe.
Las recomendaciones en materia de gestión comercial y marketing del Instituto CIES incluyen «políticas comerciales claramente diferenciadas, incluso con divisiones comerciales especializadas en cada segmento»; potenciar un marketing de relaciones «para conseguir vínculos tangibles e intangibles con distribuidores y compradores»; incorporar nuevos diseños; reorganizar las líneas de productos de San Claudio; aportar servicios añadidos, como� «posventa o facilitar información sobre el proceso de fabricación»; implantar procesos de investigación y desarrollo, y «colaborar con empresas del sector para ofrecer productos y servicios».
Además, se aconseja el desarrollo de una nueva política de distribución en la que se analice la rentabilidad de los márgenes comerciales; emprender acciones conjuntas con las grandes superficies comerciales para «emprender acciones conjuntas promocionales en el punto de venta, catálogos, televenta e internet»; potenciar la venta por catálogo, correspondencia y telemarketing; desarrollar una política de comunicación para «estimular la compra de vajillas; incrementar la notoriedad como marca, y favorecer la comunicación con distribuidores consolidados» y la investigación de mercados mediante el «análisis de la cartera de clientes que permitan conocer márgenes comerciales o distribuidores».